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El Nuevo

El mantra de la “vieja política” que señala MC es difícil de procesar. | Carlos Gastélum

Escrito en OPINIÓN el

La última vez que alguien nos ofreció un “nuevo México” fue Enrique Peña Nieto, primero en su campaña, luego en la comunicación de gobierno. La idea: llevar al país a la modernización global mediante grandes transformaciones, superar la inseguridad y mejorar la imagen de la política manchada por la corrupción. ¡Plop!

Con conmutación gramatical, Jorge Álvarez Máynez ahora nos ofrece el “México nuevo”, uno con justicia, prosperidad e igualdad.

Enfundado en polo naranja con letras bordadas de “El Nuevo”, el aspirante presidencial de Movimiento Ciudadano hizo su cierre de campaña para profetizar la nueva política de la generación correcta (la suya, por supuesto), lista para enfrentar a los malvados del pasado, que traerá esperanza, alegría y felicidad (sí, todo eso).

Como organización política, MC tiene méritos propios para aspirar a la silla presidencial. El partido ha sido exitoso a nivel regional y urbano, y actualmente gobierna dos estados estratégicos en el país: Jalisco y Nuevo León. También ha impulsado agendas legislativas en el Congreso bastante populares como la ampliación de los días de vacaciones, o la todavía pendiente Ley Silla.

Por eso, hace todo el sentido que vayan en solitario en la próxima elección, que es la excepción y no la regla de la casa, desde que se llamaban Convergencia. El detalle está en que es una apuesta elevada: si lo hacen bien, podrían arrebatar votos y protagonismo a la coalición opositora; si fallan, ponen en riesgo la relevancia del partido entre el electorado y, sobre todo, para las próximas legislaturas.

De ahí que la propuesta del “México nuevo” necesite tomar alguna corporalidad que no choque con lo que es, dice, y propone el partido. En realidad, existe mucho más de continuidad que de ruptura en MC que nos lleva a confundir términos y permanecer en una retórica todavía con huecos.

Pienso, por ejemplo, en el mantra de la “vieja política” que por más que la escucho me cuesta procesarla. Se antoja difícil tragarse la frase cuando se ven imágenes de un Dante Delgado chavorruqueando a la Dick Tracy; cuando ves al Secretario General, que pasó por cuatro partidos distintos, recibir el dedazo de la nominación presidencial a la vieja usanza; o cuando ves a figuras transmutarse de lo “viejo” a lo “nuevo” como antes Ivonne Ortega y ahora Lorena Martínez. También es difícil comprar el mantra cuando señalan que todo lo malo únicamente emanó del PRIAN (se entiende la consigna de campaña, pero ¿no hay cosas que cuestionarles también a los demás?).

Decía Álvarez Máynez: “no nos conocen, y no saben de lo que estamos hechos.” Tiene toda la razón, y creo que ellos todavía tampoco lo saben. Mucho se podrá decir sobre pertenecer la “generación correcta”, pero cuando la postura electoral se construye a partir de los mismos temas, pelear por los mismos símbolos y recurriendo a las mismas fanfarrias, entonces parece que todo lo nuevo es igual.

Veamos rápidamente. Justicia, prosperidad e igualdad lo pudo haber dicho cualquier otro partido sin arrebatos generacionales. Presumir que Álvarez Máynez es el candidato heredero del movimiento del 68, es entender poco o nada (Sheinbaum tendría más credenciales para reclamar el título). Y hasta cerrar el evento con el “sí se puede”, que popularizó la selección mexicana, son refritos insoportables.

En otras palabras: si MC quiere convencer con una candidatura fresca y competitiva, necesita desentrañar qué significado tienen sus lemas de campaña, qué ofrecen, y qué representan. Hasta ahora, parece que la “nueva política” es la continuación de la “vieja política” por otras vías: la de presentar lo viejo como nuevo, y navegar con propuestas poco novedosas (basta con ver la plataforma electoral que entregaron al INE).

Ya tendrán el periodo de intercampañas para planearlo. Quizás la apuesta sea todo marketing, con mucho Yawi, mucho TikTok, y poco contenido. Quizás logren hacerlo bien y sí representen algo distinto. Al final, serán los electores los que terminen emitiendo el veredicto el 2 de junio, día de la elección.

 

Carlos Gastélum

@c_gastelum