Alrededor del planeta las tecnologías 5G o de quinta generación son consideradas catalizadoras de la productividad de las naciones, pero ¿el país está listo para aprovecharlas?
Estas redes -a diferencia de sus predecesoras- multiplican las posibilidades de uso y aplicación, al ofrecer comunicaciones ultra confiables, soportar gran cantidad de dispositivos juntos y adaptarse a las necesidades específicas de cada industria. No en vano existen altas expectativas sobre 5G dadas sus ventajas, impacto positivo en la productividad y en los ingresos de las empresas.
La consultora PwC estima que el impacto global de 5G podría ser de aproximadamente de 1,389 billones de dólares para el 2030; mientras que OMDIA identifica los sectores específicos que registrarán un incremento en sus ingresos hacia el año 2035, de acuerdo con el documento, “Análisis del impacto de la tecnología 5G en la industria y la sociedad”, realizado por el Centro de Estudios del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
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(2020-2035)[1]
Empero, la velocidad de implementación, adopción, alcance y calidad de los servicios 5G, dependen de factores como: brindar acceso oportuno y en las cantidades necesarias de espectro contiguo, sin que los costos por su uso sean una barrera para acceder a este recurso; fomentar condiciones regulatorias adecuadas para promover la inversión; así como eliminar obstáculos administrativos que dificulten el despliegue de infraestructura, especialmente aquellas relacionadas con regulaciones municipales o locales que resultan en un doble requerimiento de derechos de vía, manifestaciones de impacto ambiental, derechos de paso, entre otros permisos.
Atender estas necesidades para acelerar la adopción de sistemas 5G de forma masiva y segura podría requerir ajustes en la regulación federal, los cuales deben ser producto del diálogo franco y abierto entre los gobiernos, reguladores, sociedad civil y, por supuesto, con el sector privado.
Por esa razón, desde octubre de 2021, el Instituto Federal de Telecomunicaciones puso en marcha el “Comité Técnico en Materia de Despliegue de 5G en México” a fin de contar con un órgano técnico consultivo en el que representantes de la industria, la academia, los entes públicos y cualquier otro interesado pueden exponer las necesidades, oportunidades, estrategias, prospectiva y estudios sobre esta tecnología.
Desde su creación a la fecha, se han registrado en el Comité 384 participantes, distribuidos en siete mesas de trabajo.
Como resultado de la deliberación en estas mesas se han emitido recomendaciones para impulsar el despliegue y desarrollo de 5G, entre ellas:
- Abatir las barreras prohibitivas en el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones de redes de 5G.
- Analizar e identificar áreas de oportunidad respecto de los Lineamientos de uso secundario del espectro radioeléctrico, las concesiones de uso experimental, el uso de sandboxes regulatorios, y la creación de un marco regulatorio que permita identificar y asignar espectro radioeléctrico exclusivo para redes privadas 5G.
- Adoptar un marco nacional de regulación sobre ciberseguridad, donde se expongan los conceptos y características que deben considerarse en una eventual la Ley Nacional de Ciberseguridad.
- Analizar los casos en situaciones de emergencia en México que se pueden beneficiar de las tecnologías 5G.
- Elaborar guías para la experimentación, simulación y pruebas 5G.
De esta forma, el Comité 5G se ha convertido en un mecanismo valioso cuyas contribuciones y propuestas orientarán al IFT en la toma de decisiones para impulsar el despliegue de estas redes en México, particularmente frente a la creciente necesidad de conectividad, la evolución tecnológica y el incremento del tráfico de datos móviles.
En noviembre pasado, el Pleno del IFT aprobó el nombramiento de quien escribe estas líneas como presidente de este Comité, encomienda que llevaré hasta el 2025 con la convicción de que se requiere mayor involucramiento del sector privado para aprovechar el potencial y materializar las ventajas que brinda a nuestro país contar con estas tecnologías innovadoras.
Reforzar la participación tanto de la sociedad civil como de las distintas industrias que participan en nuestra economía es de suma importancia para entender y atender los requerimientos de las distintas ramas productivas.
Ahora mismo, cursa un debate sobre los casos de uso de las verticales industriales y la preocupación de las empresas y gobiernos en torno a la seguridad y control de la información que viaja por las redes 5G. También se valoran todos los distintos usos que se le pueden dar en el ámbito de la educación, la salud, el trabajo y un larguísimo etcétera, el cual ha llevado incluso a que algunos países basen su crecimiento en el provechamiento de esta tecnología de quinta generación.
Seguramente, las diversas industrias todavía tienen mucho qué decir al respecto y es nuestro propósito escuchar sus necesidades e impulsar modelos que permitan que el país aproveche las ventajas competitivas que representa contar ya con estas redes, especialmente ante el nearshoring y el creciente uso de la inteligencia artificial para la mejora de procesos. Por ello, invitamos a todas las industrias y sociedad civil interesada a sumarse a los trabajos del Comité Técnico en Materia de Despliegue de 5G en México.
En el IFT estamos haciendo el mayor de los esfuerzos para la detección temprana y eliminación de barreras, así como para la adecuación de aspectos regulatorios diversos que promuevan la adopción oportuna de estas nuevas tecnologías.
Cierto es que nos falta mucho camino por recorrer para la generalización de las redes 5G en todo el país, pero estoy seguro de que mediante la participación multipartita en el diseño de propuestas y posibilidades de uso, México podrá aprovechar las ventajas estratégicas y logísticas en los mercados globales. Ese será uno de los objetivos del Comité en los siguientes durante los próximos dos años.
Apunte final:
Desde diciembre pasado atestiguamos en el país un debate sobre la existencia y utilidad de los Organismos Constitucionales Autónomos (OCA). Entonces y ahora sostengo que el modelo de regulador independiente y autónomo del Instituto Federal de Telecomunicaciones ha dado resultados claramente superiores respecto del antiguo modelo, en que el gobierno mantenía el control y centralización de las concesiones y era juez y parte en la provisión y regulación de servicios en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión.
Los resultados son palpables. La población tiene más y mejores servicios de internet, telefonía, radio y televisión que con el modelo anterior.
Las discusiones en torno a la permanencia del IFT deben darse sobre evidencia y bases técnicas, más allá de tiempos y coyunturas políticas. Analicemos con seriedad los resultados y el costo real derivado del trabajo del Instituto, comparados con los beneficios obtenidos para la ciudadanía, así como los ingresos y eficiencia para el Estado mexicano.
El camino debe conducirnos a la mejora de las instituciones, no a su destrucción.
[1] Cuevas, José Luis. (diciembre 2021). Análisis del impacto de la tecnología 5G en la industria y la sociedad. Centro de Estudios IFT. https://centrodeestudios.ift.org.mx/admin/files/estudios/1643915430.pdf