XÓCHITL GÁLVEZ Y EL EJÉRCITO

Xóchitl y la guerra de Calderón

Muchos actores políticos como Xóchitl Gálvez consintieron, en el sexenio de Felipe Calderón, la autorización de la ejecución de las operaciones denominadas de alto impacto. | César Gutiérrez

Escrito en OPINIÓN el

En el escenario nacional, las campañas de desinformación están al día. Por más que los actores políticos de derecha lo intenten, los mexicanos de abajo ya estamos cansados de que nos vendan sus ideas de cambio que nunca llegan. Estamos cansados que sean los mismos los que establezcan las reglas de su juego, tal y como lo afirma la candidata Xóchitl en la entrevista que le da a López Dóriga, en donde se habla que al Ejército lo tienen distraído y hacen otras actividades, según ella que no les corresponde, pero el problema es que nadie se quiere poner el overol y es necesario aclarar lo siguiente.

El Ejército tiene desde los años 70’s atendiendo las operaciones de erradicación de enervantes, el Plan DN-III-3-E y la restauración del orden, así como el cumplimiento de más actividades de seguridad que se desarrollan en un teatro de operaciones dentro de la organización militar en diversos estados de la República, como en su momento fue la Guerra sucia en Guerrero y el alzamiento del EZLN en Chiapas. En aquellos días la mayoría de las operaciones duraban entre 6 a 12 meses, donde el militar se encontraba fuera de casa, después se fueron acortando los tiempos, lo que llama la atención es que hoy el discurso de la candidata habla de una supuesta preocupación por el personal militar. Disculpe señora candidata, pero debo recordarle que muchos actores políticos como usted, consintieron en el sexenio de Felipe Calderón, la autorización de la ejecución de las operaciones denominadas de alto impacto, las cuales duraban más de tres meses. Hasta este momento no existe un tratamiento para atender el estrés postraumático que sufre el personal militar, verifique a cuánto ascendió la tasa de divorcios y pensiones alimenticias, cuántos militares cayeron en prisión sin una defensa adecuada, cuántos militares murieron en cumplimiento de su deber por la mala decisión de un comandante que en papel dijo que si se podía. Dígame dónde estaba el Gral. Saavedra cuando sucedieron los hechos de Ayotzinapa, mientras que el oficial y la tropa están encerrados en la prisión del campo militar. Aunado a todo esto, cuántos mexicanos reconocen el arduo trabajo de estos hombres que demuestran con su lealtad su trabajo por la patria cuando se les denigra y se les dice que no pueden construir, cuando la ingeniería en México surge de los militares, cuando alguien dice que no pueden administrar y que sigue la corrupción de cuando estaban civiles a cargo. Entonces dónde nace la corrupción. 

No es sostenible ese discurso, porque qué pasa con todos esos militares que se retiran (jubilados) cuando salen a enfrentarse a un mundo diferente donde pulula la mentira, el nepotismo, el tráfico de influencias, el narcotráfico en todo su esplendor, en cada calle, en cada colonia. Ahí están los tiradores (vendedores de droga) sin que intervenga la autoridad civil municipal y estatal. Donde están todos esos eruditos que dicen tener la razón, cuando los políticos de derecha solo incentivaron el analfabetismo. 

Para que los mexicanos podamos generar un cambio se requiere uso del voto y evitar que se siga propagando el clasismo de quienes solo se sienten poderosos. Hoy es el momento de cambiar nuestro rumbo, y dejemos a un lado a los políticos de derecha que solo tergiversan la realidad y buscan convencer con mentiras piadosas algo que no podrán cumplir, porque no tienen palabra, pero si verborrea.

Si la candidata Xóchitl quiere ayudar al personal militar, la invito a que genere y se apruebe una iniciativa para otorgarles la compensación garantizada al personal retirado que no cuenta con asignación técnica y pueda vivir dignamente. Así no tendrán que salir a trabajar de escolta, como les sucede a la tropa y oficiales. Así sí nos demostraría que realmente se preocupa por el personal militar, ya que los militares que son generales, como su hermano, no necesitan de ese apoyo. 

Por último, aunque considero que el discurso de la precandidata Xóchitl Gálvez es solo un ardid político, debo reconocer que ha volteado a ver a un grupo de la sociedad que normalmente los políticos no toman en cuenta pero que es importante y genera un número de votos significativos: la milicia. Como ya lo he explicado anteriormente, el medio militar es un medio conformado por el militar en activo, el retirado, el ex militar, los miembros de su familia y los amigos y allegados de esos militares, quienes en un número rápido nos da poco mas de 900 mil elementos entre el activo, el retirado y el ex militar. Lo anterior nos da un número cercano a 3 millones seiscientos mil personas, quienes podrían sumar votos a favor de una u otra candidata o candidato, ya que por lo general una familia sencilla se compone de un hombre, una mujer y un par de padres o de hijos, donde por lo general el elemento militar se le ve como figura importante y tienden a ser la jefa o jefe de familia, lo que genera que su opinión sea tomada en cuenta por este grupo social.

Para ser todavía más claros, los políticos y los partidos no saben cómo llegar a ellos ya que no conocen sus necesidades básicas. Todos consideran que con el simple hecho de sumar a algún general o jefe ya tendrán el consentimiento de este grupo tan especial, pero en realidad no saben cómo acercarse a ese gremio, y mucho menos cuáles son sus necesidades más básicas.

Por el ejemplo Felipe Calderón los utilizó de forma ilegal al declarar una guerra que los terminó criminalizando y llevando a perder la vida o la libertad, pero supo cómo comprar esa lealtad con beneficios que hasta el día de hoy siguen vigentes. Xóchitl no sabe cómo hablarle a ese medio, pero tiene a su hermano que le ha hecho ver ese terreno fértil que por lo menos MORENA ha descuidado. Dicen por ahí que, cuando te sientes menospreciado ten cuidado de escuchar al diablo porque podrías creerle que busca lo mejor para ti. 

César Gutiérrez

@cesargutipri