Samuel García tomó su decisión. En consecuencia, el nuevo escenario que definió con su renuncia ha traído costos y beneficios para quienes aspiran a cualquiera de las posiciones que se disputarán en las Elecciones 2024. La clave está en saber cómo aprovechar la oportunidad que se abrió con el conflicto.
La precampaña presidencial de Movimiento Ciudadano quedó descarrilada. De los posibles aspirantes, no hay ninguno que se pueda equiparar con el gobernador de Nuevo León. La posibilidad de tener una contienda en tercios también quedó diluida. Si no sucede algo extraordinario, México tendrá su primera presidenta de la República el próximo año.
Para el final de la carrera presidencial, queda claro que tres son multitud. Haciendo a un lado las motivaciones políticas que estuvieron detrás de la crisis que se generó en Nuevo León, es evidente que las derrotas y fracasos que provocaron los procesos de toma de decisiones tendrán que ser sometidos a una rigurosa revisión.
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Falló la estrategia de MC. También la del gobernador. ¿Es posible pensar que los desenlaces que estamos viendo fueron resultado de un cálculo político con las características que estamos observando? Por supuesto que no. Al interior de los partidos, grupos y personajes involucrados se tiene que identificar a los responsables y corregir lo que sea necesario.
Entérate: El Plan B de MC tras caso Samuel García y la ruta Elecciones México 2024.
La crisis política que se vivió el fin de semana pasado entró en un período de tensa calma, pero no ha terminado. Los golpes bajos y acusaciones que hay entre unos y otros interferirán en las campañas de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Lo sucedido se ha convertido en una nueva ventana de oportunidad que las obliga a hacer nuevos ajustes a sus estrategias.
Las correcciones son obligadas y las tienen que hacer por lo que generó el mismo Samuel García. Entre los aciertos de su precampaña estuvieron los mensajes en redes sociales, los formatos dinámicos de algunos eventos masivos y el discurso provocador del fugaz precandidato. Estaba en proceso de construcción una precampaña que tenía el potencial para funcionar, el cual no hubiera sido posible sin la valiosa participación de Mariana Rodríguez Cantú.
De no ser por ésta y otras provocaciones y giros a la forma de hacer campaña política, seguiremos presenciando lo mismo de siempre: concentraciones masivas redundantes, actos protocolarios con grupos de interés, spots parecidos a los que hemos visto desde hace décadas, declaraciones banqueteras de rutina, entrevistas de bajo impacto y una total ausencia de debates informales o atemporales.
Consulta: Luis Manuel Díaz. "¿Qué es la comunicación disruptiva?", en el Blog de Valor de Ley, España, sf.
Para Claudia Sheinbaum, su objetivo principal es afianzar la intención de voto impresionante que tiene. A Xóchitl, en cambio, se le presenta la ocasión propicia de romper con la inercia negativa por la que ha transitado desde hace algunas semanas. Es cierto que ha habido cambios en su estrategia, pero aún se perciben insuficientes.
La saturación propagandística y noticiosa que tendrá la ciudadanía durante el primer semestre del nuevo año sólo beneficiará a Claudia si se mantiene la inercia actual. Las campañas tradicionales y sin sobresaltos sólo benefician a quien encabeza las encuestas. Sin embargo, administrar la ventaja no resulta lo más apropiado para quien aspira a gobernar el país.
La decisión que tomaron ambas candidatas de presentar esta semana a sus equipos de colaboradores de primer nivel podría darle un giro a sus tácticas y narrativas. En los dos grupos hay muchos personajes destacados, con amplia experiencia y trayectoria profesional. Pero dejarlos sólo como moderadores de mesas de diálogo –o con responsabilidades de membrete para cubrir cuotas partidistas– significaría desaprovechar otra valiosa oportunidad para ser creativos y disruptivos.
Por si no lo leíste: Xóchitl Gálvez lanza su cuartel de guerra rumbo a elecciones de 2024.
La experiencia ha demostrado que una campaña presidencial moderna tiene que expandir y multiplicar los mensajes de las narrativas principales. Ningún candidato o candidata puede ni debe concentrar la atención en todos los temas de la agenda. En el nuevo ecosistema de comunicación esto es inviable e inapropiado.
Las campañas eficientes funcionan como una gran orquesta, en la que cada participante desempeña un rol específico y armoniza su instrumento con base en una partitura bien definida. En otras palabras: la comunicación efectiva debe mover las emociones, y eso no lo logra el ruido estridente.
Samuel y otros personajes interesados en su candidatura cometieron varios errores. Pero el gobernador y Mariana tuvieron la capacidad de agitar las campañas, de despertar y atraer la atención de miles de ciudadanas y ciudadanos, de dominar la agenda pública y la conversación. Pero los errores cuestan, y a veces salen muy caros.
Recomendación editorial: Jaime Durán Barba y Santiago Nieto. El arte de ganar. Cómo usar el ataque en campañas electorales exitosas. Buenos Aires, Argentina: Editorial Debate, 2011.