ARGENTINA

La “dictadura liberal” de la derecha Argentina

Se avecinan fuertes protestas en las calles de la capital argentina. | Ismael Jiménez

Créditos: LSR
Escrito en OPINIÓN el

En este espacio habíamos comentado anteriormente sobre la teoría de la “dictadura liberal” que en palabras sencillas se refiere a la implementación de una política económica abierta de par en par al capital bajo un sistema de gobierno autoritario y con nulo espacio para el ejercicio democrático.

El reciente electo presidente de Argentina, Javier Milei refrendó en los últimos días que su gobierno tenderá a esa corriente de dictadura liberal en la que dará privilegios al capital por encima del desarrollo social y económico del pueblo argentino.

Devaluar sin más el peso argentino de manera tan brutal tendrá una repercusión más profunda que sólo contener la inflación. Esta medida, busca de manera ortodoxa bajar los precios, el asunto es que, con esta medida, se encarecerán las importaciones lo que promete un periodo prolongado de inflación que en términos generales los pronósticos señalan llegará a 7,500%.

Además, Argentina registra un déficit comercial acumulado hasta octubre de este año de 7,396 millones de dólares, de acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, así que la hiperdevaluación implementada como estrategia por parte del gobierno de Milei, le augura a los argentinos, una pérdida del poder adquisitivo mayor al que ya tenían antes de las elecciones de noviembre pasado.

Pero el paquete de medidas económicas anunciado por el entrante gobierno de Javier Milei, no sólo se reducen al tipo cambio, también se anunciaron recortes al gasto social, especialmente a la seguridad y transporte público, a la construcción de infraestructura, a los servicios de salud y a las tarifas eléctricas entre otras. Dentro de toda la batería de recortes y estrategia de choque económico, los salarios quedaron en el olvido, por supuesto que estas medidas ortodoxas no contemplan ningún tipo de compensaciones al ingreso de los hogares.

Esa historia se vivió en México durante casi 40 años en los que la contención de las variables económicas, se apalancaban en el sacrificio del ingreso de lo hogares y con ello el deterioro de la calidad de vida de trabajadores. Lamentablemente, nadie pudo advertir al pueblo argentino de que, medidas de este tipo, no significan necesariamente las mejoras que el candidato por el que votaron prometió, pues su retórica de dolarizaría la economía haciendo creer a los argentinos que cobrarían en dólares para gastar en dólares era una falacia que a pocas horas de asumir el cargo el presidente Milei reconoció.

Una mentira más de su retórica es hacer creer a los argentinos de que el peor mal que le puede ocurrir a una nación es la existencia de los “políticos” causantes de todos los males y agravios que vive el pueblo argentino, asumiendo que la clase empresarial es más benevolente y por ello todos los costos económicos los deberán pagar los políticos. Nada más falso pues la devaluación y el recorte del gasto social y los subsidios repercuten e impactan de manera directa en el bolsillo de los trabajadores y amas de casa de la Argentina.

Se avecinan fuertes protestas en las calles de la capital argentina a las que el presidente Milei, ya se adelantó amenazando con suprimir todo tipo de manifestaciones por las vías necesarias incluso retirando el escaso subsidio que aún le queda a la clase trabajadora argentina.

Milei aún no enfrenta al congreso que por mucho es mayoría ante la representatividad del incipiente partido que lo llevo a la presidencia y aunque se habla de que están trabajando para generar concesos que le permitan al presidente aplicar todas sus medidas macroeconómicas de choque claramente antipopulares o mejor dicho en detrimento de la población, éstas serán motivo de enfrentamientos en los distintos escenarios políticos y públicos de la Argentita.

Javier Milei tiene menos de 24 meses para probar que su política económica dará resultados, por ahora, espera seguramente con ansiedad la liberación de los créditos renovados” por parte del FMI que pueden servir como recursos frescos para ayudar amortiguar el shock inflacionario que vivirán los argentinos en los siguientes meses.

Para lograrlo, habrá que aplicar mano dura para mantener el “orden” como ya lo dejo entrever el presidente Milei en sus recientes discursos. Sin duda, este escenario nos aclara un poco más a qué se refería Friedrich Hayak cuando en su visita a Chile de 1974 declaró que prefería “una dictadura liberal a un gobierno democrático carente de liberalismo”.

 

Ismael Jiménez

@ijm14