ARGENTINA

El liberalismo “libertario” y el gobierno corporativo de Milei

La fórmula de un gabinete de ministros de corte empresarial y con perfil de gestión corporativa no es cosa nueva. | Ismael Jiménez

Créditos: EFE
Escrito en OPINIÓN el

El gobierno de Javier Milei asumirá la presidencia el próximo 10 de diciembre y para ello, ya comenzó a designar al equipo que le ayudará a “liberar” la economía de Argentina del yugo del Estado.

Como mencionamos en la entrega anterior, Milei se propone borrar de la faz de la tierra todo vestigio del Estado y para ello, pretende privatizar los servicios de salud y educación, así como todo lo que esté bajo la gestión pública que pueda ser privatizado, pues el objetivo es que su gobierno pierda todo carácter de función pública y convertirlo en un “sector” privado.

¿En qué basa su proyecto? Simple, el presidente electo ha señalado en repetidas ocasiones que otorgará “bonos” (es decir becas) para que los padres de familia y estudiantes “elijan” dónde quieren estudiar o dónde quieren atender su salud. Por su puesto como en todas partes, prometer no empobrece y en este pase mágico del yugo estatista a liberalismo privado, Milei no se ha percatado o no ha querido decirlo, pero su programa de subvenciones educativas y de salud suenan más a un programa de asistencia social que a un pase cabal a la “libertad de elección” que otorga el capital cuando se tiene.

Y es que, ese es precisamente, uno de los principales escollos a resolver en la política de la apertura sin límites a los capitales como fórmula de corrección de los mercados y ordenamiento orgánico de la economía a los que se enfrentará Javier Milei como presidente de Argentina.

En su teoría del anarcocapitalismo, Milei asegura que “la libertad al capital” está incluso por encima de las teorías del capitalismo clásico que en ocasiones sólo sirven para obstruir el crecimiento y desarrollo económico de una nación, por eso, bajo una teoría de anarquía de los capitales, estos pueden fluir a placer sin que nada ni nadie se interponga en sus intereses básicos que son, reproducirse y acumularse.

Por su puesto que lo anterior suena bien, el problema es que, es precisamente en la escasez del capital, donde radican todos los males y conflictos de crecimiento y desarrollo en países como Argentina y toda América Latina. Javier Milei asegura que, para sacar a su país de la crisis, cada argentino deberá echar mano de sus habilidades y capacidades para generar riqueza partiendo de un supuesto de igualdad de condiciones para todos y cada uno de los poco más de 40 millones de argentinos en edad de trabajar, es decir, todos cuentan con la misma cantidad de capital para iniciar.

Javier Milei como casi todos los simpatizantes de la derecha, no han comprendido o no quieren hacerlo, que son las desigualdades sociales y la falta de condiciones equitativas para el desarrollo los que frenan el crecimiento, pues no todos los argentinos tienen o tuvieron el privilegio de graduarse en universidades privadas y de prestigio. Olvidan u obvian que existe una franja importante de la población con escaso acceso a la educación, servicios de salud y al empleo formal y que, cuando se incorporan al mercado laboral, muy probablemente lo hacen con sueldos excesivamente bajos.

También omiten que mucha de la desigualdad en países como Argentina, está sustentada en la corrupción, en el trasiego de influencias y la capacidad de proteger y acrecentar sus privilegios para no perder su estatus social. Javier Milei habla del liberalismo del capital, pero omite hablar del combate a la corrupción que impera en su país, así que sólo es cosa de imaginar el escenario que podría dejar en 2027 luego de un gobierno abierto de par en par a su sagrada y excelentísima majestad el “capital”.

El presidente electo como mencionamos en la entrega anterior, no está ofreciendo ninguna fórmula nueva que ya haya sido probada y así como en el tema improbable de dolarización de su economía, nombrar a ejecutivos o empresarios para los cargos de ministros, tampoco es cosa nueva. Durante la administración de Mauricio Macri todo su gabinete estuvo compuesto por empresarios probados y galardonados en cada una de las especialidades que requería cada ministerio.

El resultado, un sonoro fracaso con una inflación acumulada de 300% y una devaluación del 550% que saco a la derecha del poder para traer de vuelta a un gobierno progresista en persona de Alberto Fernández que no logró superar la crisis que dejó la administración Macri y que hoy vuelve detrás de bambalinas con Javier Milei quien no habría logrado el resultado que consiguió en las urnas sin el apoyo del partido que llevo a Mauricio Macri a la presidencia.

Así que la fórmula de un gabinete de ministros de corte empresarial y con perfil de gestión corporativa no es cosa nueva y los resultados tampoco podrían ser nuevos, amenos que, como dictó un gurú del anarcocapitalismo, “sea más benéfica una dictadura de corte liberal”, sobre todo si es de ultraderecha.

 

Ismael Jiménez

@ijm14