El gobierno federal presentó hace unos días cifras sobre desaparecidos en México que inquietan. De un total de 110, 964 redujeron la cantidad a 12,377. ¿Cómo lo hicieron? La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, presentó cifras en la mañanera de Palacio Nacional en donde fue informando que 16,681 fueron hallados con vida; 1,951 estaban duplicados; 36,022 simplemente no había ninguna pista de ellos, y 17,853 sin prueba de vida. La misma funcionaria se quejó de una “campaña con mentiras, que se estaba manipulando el registro y que se quería manipular el registro y desapareciendo desaparecidos”, pero que eso no está ocurriendo.
Según Luisa María Alcalde, las cosas están así. Resulta harto increíble que de 110, 964 personas desaparecidas ahora estemos en 12,377. Así fuera uno, es escalofriante. Pero más escalofriante es minimizar de esa manera una cruenta realidad.
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Un documento del Instituto Nacional de Medicina Genómica revela la gravedad de la situación. Se trata de un reporte para solicitar recursos para ayudar a la Secretaría de Gobernación, la misma que encabeza Luisa María Alcalde, a reconocer personas. El diagnóstico es aterrador:
“México está pasando por una seria crisis forense. Por primera vez, el Estado mexicano ha reconocido la existencia de más de 52,000 cuerpos sin identificar depositados en las fosas comunes de panteones forenses a lo largo de la República. Adicionalmente, existen miles de sitios de hallazgo de fosas de inhumación clandestina donde se ubican miles de restos óseos altamente degradados. El diagnóstico acerca de los recursos existentes para enfrentar esta situación, indica que no se cuenta con la infraestructura necesaria, ni se tiene suficiente personal humano capacitado, ni los materiales necesarios para una respuesta a nivel nacional”.
Tan sólo en esta parte del documento se pone contra la pared el reporte de Alcalde presentado ante López Obrador en la conferencia mañanera: 52,000 cuerpos sin identificar. Y aunado a eso está el hecho reconocido de que hay “miles de sitios” con fosas en donde hay “miles de restos óseos altamente degradados”.
¿Por qué hace esto el gobierno de Andrés Manuel López Obrador? ¿No se suponía que eran diferentes a los del pasado que maquillaban todo tipo de cifra terrible?
Y hay más:
“Por otro lado, existe una falta de coordinación institucional a nivel nacional y regional, con solamente algunos esfuerzos aislados para combatir la crisis. Esto ha traído como resultado la falta de una metodología con enfoque masivo dirigida exclusivamente a la búsqueda de desaparecidos”.
La parte más dolorosa ha sido la de las madres buscadoras, muchas de ellas amenazadas por cárteles de la droga para que cesen la búsqueda de sus hijos. Pero de eso el gobierno, por supuesto, no quiere hablar y prefiere echar paladas de tierra a la realidad.
“Siempre con la presencia de la sociedad civil (familias de los desaparecidos), el Estado mexicano ha empezado a dar los primeros pasos para establecer un nuevo enfoque metodológico y una mejor coordinación inter-institucional a nivel nacional, incluyendo la creación de los centros regionales, estatales y nacional de Perfiles Genéticos”.
Es decir, ha sido por el empuje de la sociedad civil, de decenas de grupos de madres buscadoras que dedican su vida y sus escasos recursos para hallar a sus seres queridos. Es evidente la indolencia del gobierno.
“Lo anterior resulta de la necesidad de generar una política pública nacional que reconozca la Perfiles Genéticos cómo un asunto de Estado. En el marco de la generación de estrategias de coordinación intersectorial para enfrentar la crisis e implementar las metodologías de identificación masiva, a finales del año 2021, la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, plantea la posibilidad de establecer en el Inmegen un laboratorio que pudiera solventar las necesidades de análisis de muestras óseas complejas, muestras que históricamente han sido enviadas a laboratorios en el extranjero para su procesamiento y análisis genético. El enfoque de identificación forense masivo constituye una diferencia con el enfoque tradicional, donde la búsqueda se lleva a cabo caso por caso. En el caso del enfoque masivo, se busca comparar el mayor número de perfiles genéticos de cuerpos no identificados contra la mayor cantidad de perfiles de grupos familiares. Este abordaje ha sido utilizado con éxito en diversos escenarios a nivel internacional, incluyendo los conflictos en los Balcanes, Guatemala y los atentados contra las Torres Gemelas”.
El Inmegen solicita apenas 49,734,599.21, cifra que resulta mínima cuando se ven las carretadas de cientos de miles de millones de pesos en obras faraónicas como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el AIFA, donde lo que menos les preocupa es la chequera y tampoco que se multiplique decenas de veces el costo inicial planteado.
Ojalá no dejen colgado al Inmegen que, por lo visto, tiene un diagnóstico más claro que el de la autodenominada 4T que prefiere andar desapareciendo desaparecidos.
Punto y aparte. Manlio Fabio Beltrones le meterá tremendo susto a Alfonso Durazo, ¿gobernador? de Sonora. El boquete electoral en los comicios del 2024 en Sonora a Morena será de pronóstico.
Punto final. Aquí se los dijimos anticipadamente: en Morena en la Ciudad de México tienen encuestas de a deveras en donde van perdiendo, otra vez, como en 2021. Y cuando se ven las listas de sus corcholatitas para alcaldías parece que eso quieren.