DEMOCRACIA

La salud de nuestra democracia

Los riesgos políticos y sociales de la polarización son muchos. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

En México nuestra Constitución dispone que contamos con un sistema político en donde su régimen es democrático, es decir, en donde el gobierno es de la sociedad y de sus habitantes quienes, además, gozan de derechos fundamentales que van en correspondencia con diversos tratados internacionales como, por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos que les permite en lo general y en lo individual contar con un desarrollo y la protección del Estado a dichos derechos.

Un aspecto fundamental de nuestra democracia es la realización periódica de elecciones en donde las y los mexicanos de 18 años y más que obtuvieron su credencial electoral pueden asistir a ejercer su derecho al sufragio para elegir a sus representantes populares libremente, llevándose así la renovación pacífica del poder al que dotan de credibilidad en razón de la participación ciudadana.

Para arribar a un sistema de libertades como el que contamos con todo y sus deficiencias, transcurrieron muchos años, múltiples reformas del Legislativo; presión, movilizaciones y exigencias de la sociedad civil, de líderes de opinión, de especialistas, entre otros.  Al final, hoy podemos afirmar categóricamente que la fuerza del voto de la ciudadanía es tal que puede reelegir a diversos representantes populares o bien, castigarlos optando por alguna otra alternativa. Esto es democracia.

No obstante, hoy nuestra sociedad se encuentra dividida y en donde podemos ver que las posiciones políticas están abiertamente confrontadas y la ciudadanía, al final, se encuentra en medio de esta terrible polarización.

Ante esto, resulta interesante conocer los registros que diversas instancias muestran respecto a nuestra democracia.  El Centro de Investigación en Política Pública (IMCO) ya apuntaba en febrero de este año, a través del Barómetro de Confianza Global 2023 que la confianza en el gobierno se ubicaba en un 47%, así como que, junto con países como Brasil, Francia y Alemania, nuestra nación se encontraba en un “riesgo de polarización extrema”.

Por su parte, Latinobarómetro, Organización No Gubernamental que aplica de forma anual alrededor de 20 mil entrevistas en 18 países de América Latina para obtener información de la ciudadanía sobre el desarrollo de la democracia, la economía y la sociedad en su conjunto a través de la medición de diversos indicadores, destaca en su Informe 2023: La recesión democrática en América Latina, un aumento de 11 puntos porcentuales de autoritarismo entre 2020 y 2023. 

Asimismo, se destaca que nuestro país pierde apoyo a su democracia ya entre 2020 y 2023 perdió 8 puntos porcentuales al pasar del 43% al 35%. Del mismo modo, el Informe puntualiza el incremento en dos puntos porcentuales respecto a la indiferencia sobre el tipo de régimen (latinobarometro.org).

Estos dos registros muestran un panorama difícil máxime cuando tenemos en puerta la elección más grande que haya tenido nuestro país en donde a nivel federal se renovará la Presidencia de la República, así como las Cámaras de Senadurías y la de Diputaciones; a nivel local las 32 entidades federativas tendrán diversas elecciones para la renovación de más de 19 mil cargos de elección popular que, si lo multiplicamos por el total de partidos políticos registrados la cifra crecerá exponencialmente.

Por ello, es deber del Gobierno Federal, así como de las instancias partidistas, líderes de los partidos políticos, legisladoras, precandidatas y precandidatos, entre otros, reflexionar de forma seria sobre la situación actual de México con la finalidad de moderar la confrontación por argumentación, así como terminar con la polarización y radicalización de posiciones que solo nos llevarán a deteriorar nuestra democracia y ante ello, los riesgos políticos y sociales pueden ser muchos.

 

Fernando Díaz Naranjo

@fdodiaznaranjo