ELECCIONES 2024

2024… nada está definido

Nada está definido, la campaña no se agota en la personalidad de las aspirantes, ni en las gracejadas y ocurrencias de la pareja naranja. | Marco Adame

Escrito en OPINIÓN el

La suerte no está echada, la elección del 2024 no solo es la más grande, también es la más compleja de nuestra democracia. Concediendo que cada elección es diferente, el proceso actual transcurre en condiciones de alta incertidumbre y grandes desafíos para el país y los contendientes, hasta configurar un escenario realmente inédito. 

En este sentido, la incertidumbre sobre el proceso electoral y, aún más, sobre el resultado es el factor más importante a considerar. Los acontecimientos que estamos observando al arranque de las precampañas, reflejan la inestabilidad social y política en la que se desarrolla la contienda y los condicionamientos sobre la agenda y las fuerzas políticas coaligadas, los aspirantes y el electorado. 

La fragilidad de las instituciones democráticas, la ansiedad social por la violencia, la inseguridad, la intervención ilegal del gobierno, el uso escandaloso de recursos inexplicables y la utilización de contenidos sin restricciones, son factores estructurales que inciden marcadamente en el proceso y que atentan contra lo principios rectores de certeza, legalidad independencia, imparcialidad y objetividad que rigen la organización de las elecciones en nuestro país.

Ante estas realidades, resulta insultante la estrategia del oficialismo que pretende, por todos los medios, descalificar a la oposición con la consigna de la derrota anticipada. La supuesta inevitabilidad de su victoria, vulnera los derechos políticos de los ciudadanos, de hecho, no les importan; cancela cualquier proceso de deliberación en el ejercicio del voto libre y razonado; y pretende ignorar la compleja composición del electorado mexicano, recientemente analizada por Gabriel García Molina en su libro “Switchers S2”.

Hasta ahora, las autoridades electorales han sido rebasadas por la vía de hechos durante la etapa de selección de precandidaturas, las medidas adoptadas resultaron insuficientes y confusas para detener una de las mayores campañas de posicionamiento de los aspirantes de Morena. Los miles de espectaculares, bardas y utilitarios, dan cuenta de los cuantiosos recursos gastados sin límite, sin importar que se configuran como actos anticipados de campaña

En el curso de las precampañas, la agenda de las aspirantes y del esquirol emergente está marcada por el lavado de heridas, la integración de equipos –nada claros ni espectaculares hasta el momento– la superación de obstáculos organizativos y la definición de estrategias. 

Siendo que las campañas políticas son caóticas por naturaleza, es insostenible la idea de que la campaña oficial es miel sobre hojuelas y la del Frente Amplio un herradero. En ambos equipos hay complejidades, basta ver la imagen del “equipazo” que anunció la candidata oficial, a algunos de sus integrantes les torcieron la mano; y aún está incompleto el equipo de Xóchitl Gálvez

Así pues, la contienda electoral no está definida y las propuestas de gobierno aún no asoman en la competencia. Si el centro del debate es el futuro del país, evitemos él reduccionismo al que nos quiere llevar la narrativa oficial. Nada está definido, la campaña no se agota en la personalidad de las aspirantes, ni en las gracejadas y ocurrencias de la pareja naranja

El centro de la discusión de las elecciones del próximo año no es sobre un último spot, es sobre México.

Marco Adame

@MarcoAdame