Ha iniciado oficialmente la época de las precampañas. Es curiosa la afirmación porque llevamos meses oyendo de procesos internos, pero en realidad no habían iniciado. La alianza PAN-PRI-PRD, siguiendo la legislación vigente, formaron un frente y eligieron a su coordinadora; Morena, por su parte, totalmente fuera de la ley, se inventaron un cargo a elegir, algo así como de “defensor de la 4T” y bajo ese “cobijo” fue el proceso de las corcholatas, pero las precampañas, oficialmente, empezaron el lunes. Algunos comentarios al respecto:
- Las precampañas se adelantaron y eso pasó porque el presiente López Obrador, en la tradición del líder “caudillo” mexicano, no tenía ningún candidato natural que sobresaliera y necesitaba empezar a calentar la cancha. Las seis “corcholatas” (así llamadas por el mismo presidente) eran (y son) personajes que no tuvieron ningún brillo los pasados seis años y necesitaban ver si alguna de ellas prendía más.
- De las seis grises “corcholatas” quedó quien era jefa de gobierno de la Ciudad de México pero fueron tan ambiguos los sucesos que ni siquiera fue nota que quedara Claudia Sheinbaum, la nota fue que Marcelo Ebrard estaba inconforme y así lo estuvo hasta que lo cuadraron la semana pasada y salió a decir que era la segunda fuerza de Morena y se quedaba para las posiciones de su grupo… y luego salió Claudia a humillarlo una vez más y a decir que no era segunda fuerza de nada y una vez más Marcelo (después de las múltiples humillaciones que recibió de AMLO y luego de Claudia) bajó la mirada y se formó a ver si siempre sí le dan el senado.
- En el caso de la oposición el proceso fue mucho más abierto y participativo. Empezó con el registro de más de 10 aspirantes de los tres partidos y también de la sociedad civil que se sumó en la organización y materialización del frente amplio. Se empezaron a depurar por encuesta y al final quedaron Santiago Creel, Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes. No hubo necesidad de llegar a la jornada electoral porque ante el crecimiento de Xóchitl los demás aspirantes declinaron y se sumaron al proyecto de Xóchitl.
- Desde el gobierno han intentado todo para debilitar a Xóchitl. Desde la ya conocida estrategia de Morena de publicar encuestas falsas y hasta de plano intentar dividir a la oposición. Xóchitl todavía tiene mucho espacio para crecer y Claudia ya llegó a su nivel máximo, además Xóchitl tiene el carisma y la narrativa para jalar votos de todos lados… eso lo sabe el gobierno y cada vez se hace más sucia su operación en contra de Xóchitl.
- Hace poco y muy forzadamente se subió el gobernador de Nuevo León a buscar la presidencia. Para hacerlo tuvo que tragarse las palabras que dijo y repitió siendo candidato a gobernador (que haría los 6 de gobierno, lleva 3). Aunque evidentemente la presión viene de la presidencia de la República que sabe que Claudia no va a sacar más de 40 y pocos por ciento, y con tres contendientes se facilita la posibilidad de que Morena se quede, pero si la presión fue real es porque el gobernador tiene el agua al cuello… por algo amparó a toda su familia. Podría hacer una buena campaña porque las campañas que no juegan para ganar permiten cualquier género de ocurrencias, pero esta historia ya la conocemos y a ver si el destino de Samuel no acaba siendo el del Bronco que fue la cárcel. Además de que no cuenta con los votos en el Congreso de Nuevo León ni para poner a su sucesor interino.
Viene una segunda etapa, una etapa en que ya veremos comerciales de radio y tv, y espectaculares y bardas ahora sí desde la legalidad. La única diferencia es que dirán leyendas como “mensaje dirigido a los simpatizantes del Partido…”.
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No va a ser fácil para Claudia seguir repitiendo mentiras como que el sistema de salud es de los mejores (cuando es uno de los peores del mundo) o que la seguridad va bien (cuando estamos en el México más violento de la historia). Lo lógico es que habrá cambio y aunque sumen a Samuel a Claudia no les va a alcanzar. No está de más decir que en 15 de las 16 elecciones en el continente hubo cambio de partido en el poder y México, con López Obrador, está en su peor momento histórico.