CMR-23

Conferencia mundial de radiocomunicaciones 2023, ¿por qué debe importarnos?

Desde la radio hasta las comunicaciones móviles, el espectro radioeléctrico se convierte en la carretera por la cual viajan nuestras conexiones digitales. | Arturo Robles

Escrito en OPINIÓN el

El término espectro radioeléctrico puede sonar bastante técnico, extraño, complejo, ajeno. Lo cierto es que todos los días lo utilizamos en nuestras actividades cotidianas: cuando escuchamos la radio, vemos la televisión, usamos el celular o nos conectamos a internet, a través de redes Wi-Fi; además de otras aplicaciones como la aviación, transporte marítimo, y servicios espaciales. 

Técnicamente el espectro radioeléctrico es el conjunto de frecuencias que van de los 30 Hertz a los 300 Gigahertz. Pero es más fácil entenderlo como una carretera invisible de muchísimos carriles donde viajan las comunicaciones y la información entre los dispositivos (TV, celulares, laptops, bocinas inalámbricas, etc).

El hecho de determinar en qué carriles específicos viajan los servicios de telecomunicaciones es sumamente relevante; por un lado, para evitar que se interfieran entre ellos y, por el otro, para que los dispositivos puedan funcionar correctamente en distintos países y regiones.

Pero ¿quién o cómo se decide en qué carriles o frecuencias viaja cada uno de los distintos servicios? ¿En qué carriles viajan las señales de televisión que llega a nuestros hogares, las señales de los teléfonos móviles, la información que usa el GPS cuando vamos conduciendo, los datos de las redes Wifi a las que nos conectamos a diario o las generaciones móviles 3G, 4G y 5G que vemos en las pantallas de nuestros celulares?

Este tipo de decisiones se toman en las Conferencias Mundiales de Radiocomunicaciones (CMR) que coordina y dirige el organismo especializado de la Organización de Naciones Unidas denominado la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Precisamente, esta semana inician en Dubái, los trabajos de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2023 (CMR-23) que congrega a más de cuatro mil delegados de los 193 miembros de la UIT.

La Conferencia de Dubái, no es una cumbre más para analizar la situación del sector de telecomunicaciones y los retos que enfrenta en esta era post COVID. Es un encuentro de enorme relevancia para revisar, y en su caso aprobar, modificaciones al Reglamento de Radiocomunicaciones, un tratado internacional suscrito por México que rige la utilización del espectro radioeléctrico y las órbitas satelitales de forma armónica para evitar interferencias perjudiciales. 

Las Conferencias Mundiales de Radiocomunicaciones, que se celebran cada tres o cuatro años, son importantes porque permiten identificar porciones del espectro radioeléctrico que pueden ser utilizadas para potenciar y garantizar la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y de ecosistemas digitales que tienen un impacto directo en el desarrollo económico de las naciones. 

México a través del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes han participado de manera activa en todo el ciclo de preparación rumbo a la CMR-23. 

A nivel regional, México -por conducto del IFT- ha liderado el proceso preparatorio que se lleva a cabo en el Comité Consultivo Permanente II: Radiocomunicaciones (CCP.II) de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), a fin de promover la cooperación regional para la planificación, coordinación, armonización y uso eficiente del espectro radioeléctrico, así como de las órbitas de satélites geoestacionarios y no geoestacionarios para servicios de radiocomunicaciones.

De 2020 a 2023 el CCPII, presidido por quien escribe estas líneas, celebró ocho reuniones para alcanzar acuerdos en estos temas y llevar la postura unificada de la Región de las Américas a la CMR-23.

La agenda de esta CMR es tan vasta como ambiciosa y los temas que se resolverán (mediante decisiones consensuadas) son muy importantes para las comunicaciones y servicios digitales, al abordar aspectos como: la coexistencia de los satélites tradicionales (geoestacionarios) y los nuevos (y cada vez más abundantes) satélites no geoestacionarios; además de las bandas donde se desarrollará la próxima generación de comunicaciones móviles 6G; o la distribución de banda de 6 Gigahertz que desean utilizar, tanto las redes celulares como los dispositivos que se conectan a las redes WiFi. Ciertamente, este último tema será uno de los más controvertidos. 

En anteriores entregas, he comentado sobre la decisión que tomó el Instituto Federal de Telecomunicaciones de clasificar la parte inferior (de 5925 a 6425 MHz) de dicha banda, como espectro de uso libre. Sin embargo, es motivo de discusión a nivel mundial la posible asignación de 100 MHz para servicios móviles, en el segmento alto de la banda.

En cada CMR se define la agenda de la siguiente Conferencia, el asunto no menor considerando que en esta ocasión se decidirá si para 2027 se incluyen puntos como: la posible identificación de más bandas para los sistemas de Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT), la coexistencia entre satélites geoestacionarios y no geoestacionarios, así como las redes híbridas donde los operadores de satélites pueden aprovechar el ecosistema existente de tecnología móvil y los operadores de redes móviles terrestres utilizar la ventaja de cobertura de los satélites para brindar servicio en áreas que de otra manera estarían fuera de su alcance.

Más allá de las divergencias que pueda haber entre las naciones y entre regiones sobre distintos puntos, de lo que se trata es de encontrar el equilibrio para impulsar el desarrollo tecnológico, facilitar el despliegue de infraestructura, hacer más eficientes los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, y más accesibles para todos. 

De lo que se trata es de lograr que más personas en México y en el mundo estemos conectados. Ese es el principal objetivo. 

Arturo Robles

@ArturoRobles_R