El avance tecnológico ha permitido que el ser humano explore nuevas formas de capturar momentos y experiencias únicas. Una de estas innovaciones es el dron, una herramienta que se ha convertido en una extensión del ojo humano en la fotografía y el video.
En 2006 se fundó DJI, la empresa China que domina el 75% del mercado de drones en el mundo, fue en 2013 que lanzaron el primer dron al público, el famoso Phantom. Esta posibilidad de ver desde el aire sin volar un helicóptero apenas cumple diez años en el mercado. Hoy tenemos drones increíbles.
Yo tengo un año volando drones. Con un dron, las posibilidades creativas son infinitas. Ya no estamos limitados a tomar fotos desde tierra firme, ahora podemos volar y capturar imágenes desde ángulos sorprendentes y perspectivas nunca antes vistas. Esto nos brinda la oportunidad de crear contenido original y cautivador para nuestras redes sociales y medios corporativos que tengan presupuesto para pagar por nuestro trabajo.
Te podría interesar
Imagina poder sorprender a tus audiencias con imágenes aéreas espectaculares, mostrándoles lugares icónicos desde una nueva perspectiva. El dron te permite explorar paisajes naturales, ciudades vibrantes e incluso eventos especiales con una calidad visual impresionante. El último gran ejemplo, la devastación de Otis en Acapulco.
Foto: Ulises Castellanos
La originalidad es clave en la comunicación, donde la competencia por captar la atención del público es feroz. Utilizar un dron para crear contenido visualmente impactante te ayudará a destacar entre la multitud y generar interés genuino en tus publicaciones.
Hace 15 años, hice varios vuelos en helicóptero para fotografiar la ciudad, era carísimo y único, hoy está al alcance de tu mano. Sólo se necesita proyecto y solidez profesional para hacerlo bien.
Llevo un par de viajes a Acapulco desde los primeros días del huracán y debo decir que la única y mejor cobertura desde allá es la que se hace con dron, varios colegas lo han hecho y lo hicieron bien, hoy les comparto parte de mi visión del desastre.
La Marina, los hoteles, el bungee, las playas; todo desde arriba se entiende mejor. Se necesita práctica y certeza.
No saben lo satisfactorio que han sido las 30 horas de vuelo y 40 kilómetros de cobertura que hemos hecho desde la zona cero del puerto. Un documento único levantado con la sencillez de un dron y la mirada educada.
Foto: Ulises Castellanos
En resumen, el uso del dron como herramienta de fotografía y video nos brinda una experiencia completamente nueva: volar. Nos permite explorar nuestro entorno desde alturas inimaginables y capturar momentos únicos que dejarán a todos con la boca abierta. No pierdas la oportunidad de agregar esa chispa de originalidad a tu contenido audiovisual utilizando esta increíble tecnología.
En el mundo de la fotografía y el video, la creatividad y la originalidad son elementos clave para destacar entre la multitud. Es aquí donde el uso de drones se ha convertido en una herramienta invaluable para los profesionales del medio.
El dron ofrece ángulos nuevos y perspectivas únicas que antes eran prácticamente inaccesibles. Ya no estamos limitados a las restricciones físicas de los medios impresos o las cámaras tradicionales. Ahora podemos capturar imágenes sorprendentes desde alturas elevadas, ver paisajes inexplorados y crear narrativas visuales completamente nuevas.
La sorpresa que genera el dron en nuestras creaciones es incomparable. Las tomas aéreas nos permiten mostrar al público algo que nunca antes habían visto, despertando su curiosidad e interés. Esto nos brinda una ventaja competitiva al destacarnos en un mercado saturado.
Pero más allá de la sorpresa, el uso del dron también nos motiva y nos entrega un sentido de satisfacción personal, única. Nos empuja a explorar nuestro entorno de manera innovadora, a buscar nuevas formas de contar historias y a desafiar los límites establecidos.
Foto: Ulises Castellanos
En resumen, el dron se ha convertido en una herramienta esencial para aquellos que buscan originalidad, motivación y entrega en sus proyectos fotográficos o audiovisuales. Nos permite romper barreras creativas y abrirnos a un mundo lleno de posibilidades infinitas.
En los ochentas comencé en la infancia a tomar fotos con una instamatic de Kodak en el parque Mariscal Sucre de la Del Valle, en la Ciudad de México. Hace un año, ahí mismo levanté mi primer dron, desde entonces no he parado, no saben la adrenalina y felicidad que me provoca “volar” con la mirada.
Pronto les contaré de la salida profesional que tendrá esta nueva aventura visual.
Foto: Ulises Castellanos