IDEOLOGÍAS

Ideologías antes que los hijos

No siempre es fácil distinguir en dónde termina la realidad social y en dónde empieza nuestra ideología; sobre todo si estamos formando a nuestros hijos para enfrentar circunstancias y problemas que ocurren en la vida. | Johannes Jácome

Escrito en OPINIÓN el

Es una obviedad señalar que todas las personas estamos limitadas por nuestra cultura, educación, prejuicios e ideologías al momento de procesar y entender (o no) lo que la vida nos reparte.

Algunas personas con maneras similares de entender la vida se agrupan para compartir sus ideas, y en algunas ocasiones, realizan intentos para que los gobiernos reconozcan la validez de sus posicionamientos y los incorporen como políticas de gobierno.

Muchas de estas aportaciones ideológicas han probado su legitimidad, como son políticas de género, una educación sin privilegiar una religión, la inclusión y la diversidad.

Es relativamente fácil distinguir cómo entre nosotros surgen algunos casos relevantes de ideologías con aspectos riesgosos o perjudiciales potencialmente, como las personas que se niegan a recibir tratamiento médico, o incluso, cuando se oponen a que sus hijos reciban atención especializada. 

Pero, salvo casos extremos, no siempre distinguimos con claridad cuando algunas de nuestras ideas y premisas no resultan totalmente convenientes para nosotros mismos o nuestros hijos. A nivel personal, no siempre es fácil distinguir en dónde termina la realidad social y en dónde empieza nuestra ideología. Es por eso que no siempre sabemos cuándo estamos formando a nuestros hijos para enfrentar circunstancias y problemas que ocurren en la vida, y cuando les estamos transmitiendo nuestros principios ideológicos, a pesar de que ello los ponga en situaciones de riesgo.

Transitando por las calles en Washington, incluso una con tránsito sensible como avenida Wisconsin, uno tiene que ir esquivando a papás en bicicleta llevando uno o dos menores de 3 o cuatro años en asientos para niño en medio del tráfico. Estos profesionistas clasemedieros lo hacen convencidos de que es su contribución al medio ambiente. Sí, el calentamiento global es un hecho, pero también lo es que éste empezó a documentarse después de que millones de personas circularan en bicicleta todos los días. ¿hay necesidad de arriesgar así a sus hijos? No. Pero la satisfacción de cumplir con la moda intoxica profundamente.

Por otro lado, en mi relación con mi joven hija, encuentro necesario recordarle que no debe abusar del alcohol (como nadie debería), para evitar que se le cruce un problema de salud, un accidente de tránsito o incluso un abusador. Para mí, todos los riesgos existen. Sin embargo, hay quien cree que debo omitir la última parte ya que estoy haciendo responsable a mi hija de los actos de un delincuente. Pero, los efectos del alcohol, los accidentes de tránsito y los delincuentes existen y es necesario evitarlos. El delincuente siempre lo será y no lo es menos por tratar de evitarlo. No veo la necesidad de confiar en su conducta.

En otro tema, y de acuerdo con el Centro Nacional de Estadística Educativa, en Estados Unidos casi 3 de cada 100 niños recibe educación en casa. No va a la escuela. Dentro de las principales razones para eso se encuentra el interés de los padres por transmitir a sus hijos valores religiosos y morales. Nadie duda de la importancia de que los hijos aprendan ciertos valores, pero cuando estos se basan en la exclusión y el aislamiento es probable que no aporten mucho socialmente.

Algunos de estos papás e hijos, de profunda identidad religiosa, se relacionan con los de acopio de armas y oposición a las vacunas o las medidas de prevención contra el covid-19.

Grupos y personajes políticos identifican los perfiles ideológicos de la gente y los incorporan, a veces de manera coherente y otras no, a sus discursos y plataformas con una clara visión electoral. Estas incorporaciones legitiman, en la mente de los votantes, sus creencias e ideologías porque, si un político lo está diciendo, seguramente debe ser cierto.

Así es como escuchamos en Estados Unidos discursos políticos en contra de ciertas religiones, o de políticas de salud, o de cancelación de personas y opiniones contrarias a las de ciertos activismos.

En México no es diferente. En nuestras mentes actuamos en protección de nuestros hijos, pero en muchas ocasiones, solamente los usamos como experimento para nuestras pasiones personales.

Johannes Jácome Cid

@jacome_cid