Fue apenas el pasado sábado siete de octubre que alrededor de las 06:30 horas que el Grupo Palestino Hamás inició su ataque hacia Israel desde la Franja de Gaza. Según fuentes oficiales la organización islámica lanzó más de dos mil cohetes, lo que fue un ataque masivo que logró colapsar la Cúpula de Hierro (sistema de defensa antiaérea israelí) y que alcanzó numerosas poblaciones del sur del país y algunas ciudades situadas más al norte como Tel Aviv o Jerusalén.
Al bombardeo se sumaron incursiones de militares palestinos en más de 20 comunidades fronterizas. A su paso los terroristas de Hamás asesinaron y secuestraron a centenares de ciudadanos israelíes, testigo de ello son los muchos videos que circulan por las redes sociales. El Grupo Terrorista Hezbolá se sumó al ataque el domingo lanzando decenas de proyectiles desde el Líbano contra tres posiciones israelíes en Monte Dov.
La respuesta israelí no sé hizo esperar, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu envió un mensaje de declaratoria de guerra, advirtiendo que Israel ganará, al mismo tiempo que iniciaban las acciones bélicas en la región. El ejército israelí bombardea ahora día y noche la Franja de Gaza.
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Un conflicto armado de esta magnitud definitivamente tiene repercusiones mucho más allá de sus fronteras y en otros ámbitos. El precio del petróleo se disparó en un 5% llegando en algunos casos hasta los 89 dólares por barril, y como sucede en todas las guerras habrá quienes se beneficien directa e indirectamente del conflicto y en este caso los primeros serán los países productores de petróleo.
De manera reciente el presidente de Estados Unidos Joe Biden liberó 6 mil millones de dólares de fondos iraníes que estaban congelados en Corea del Sur. Este polémico canje de recursos por seis ciudadanos estadounidenses que estuvieron por años encarcelados en Irán, abre la puerta para que sus detractores señalen esta acción como un error que estaría dando recursos a los grupos armados que atacan a Israel, y que financian los diversos conflictos armados en Medio Oriente.
La guerra entre Rusia y Ucrania también deja de ser una prioridad para las naciones aliadas de Israel, quienes estuvieron apoyando y financiando el conflicto, tienen ahora una nueva oferta bélica que no solo impulsará economías, sino que tendrá una poderosa cobertura mediática, lo que Volodímir Zelenski dijo desde un inicio será una realidad, está muy cerca de quedarse completamente solo.
En México el alza en los precios del petróleo “engorda” las arcas del Gobierno de la República, que puede utilizar sin restricción alguna el excedente de recursos proveniente de la venta petrolera,. El conflicto traerá al presidente López Obrador un mayor presupuesto para ser destinado libremente en la antesala del proceso electoral y la sucesión presidencial.
Los países productores de petróleo, como lo son Estados Unidos y México, serán beneficiarios secundarios del conflicto. Será muy importante observar qué hará cada uno de sus respectivos presidentes para aprovechar esta coyuntura y capitalizarla, políticamente, en un momento en el que ambos se acercan a la sucesión presidencial en sus países.