De acuerdo con la Declaratoria Universal de los Derechos de los Animales, adoptada por la Liga Internacional de los Derechos de los Animales en Londres, Inglaterra en septiembre de 1977 se establecieron diversos derechos para la protección de los animales, sobre todo, considerando conductas de abandono, crímenes o maltrato a dichos seres.
Entre los preceptos de esta Declaración destacan, entre otros, el artículo 1 que considera que “Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia”, el artículo 2 por su parte, determina una serie de derechos como el respeto, la atención y cuidados, a la protección del hombre, así como el que determina que el hombre (y la mujer) tienen “…la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales”.
En este sentido, en 14 artículos se establecen no solo los derechos que poseen los animales, también, el buen trato y atención que debe dárseles considerando inclusive que “El abandono de un animal es un acto cruel y degradante”; “La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal…”; “Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida”, entre otros.
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Finalmente, la Declaración es enfática en señalar que los organismos, asociaciones o colectivos de protección y salvaguarda de los animales “…deben ser representados a nivel gubernamental”, con la intención de que los derechos de los animales sean defendidos por la ley “…como lo son los derechos del hombre”.
En nuestra nación la protección y defensa legal de los animales (principalmente los que son catalogados como domésticos) contra el maltrato animal se encuentran en diversas leyes que buscan proteger los derechos de los animales con el objetivo que tengan una vida saludable y armónica.
No obstante, y en el marco del Día Mundial de los Animales, iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal que declaró el 4 de octubre su conmemoración, datos publicados por el INEGI revelan que México ocupa el tercer lugar en maltrato animal en América Latina, situación que refleja que vamos en sentido contrario a la obligación de cuidarlos, respetar sus derechos y protegerlos.
Se estima, asimismo, que siete de cada diez animales domésticos sufren algún tipo de maltrato, así como se calcula que alrededor de un 70% de los perros se encuentran en abandono; para el caso de los gatos la cifra es de alrededor del 60%, lo que provoca que dichos seres vivos anden deambulando en calles, parques, avenidas, lotes baldíos, carreteras, entre otros lugares, exponiendo su vida ya que viven a expensas de que no sean atropellados, maltratados o, incluso, envenenados.
En el Estado de México, de acuerdo con la Ley Protectora de Animales, establece multas para las personas que cometan actos de maltrato animal, a las personas que no procuren un adecuado higiene de sus mascotas o no permitan su movilidad, así como está penada la muerte y la mutilación.
En el Código Penal del Estado de México establece las condicionantes para que una persona sea detenida y procesada cuando le cause lesiones dolosas a cualquier animal, en donde se pueden imponer multas de seis meses a cuatro años de prisión, así como multas que van de los 150 a los 300 días de salario mínimo.
En caso de cometer actos sexuales contra animales, el delito está establecido con una pena de seis meses a cuatro años de cárcel y de 50 a 150 días de multa; condena que puede aumentar de acuerdo con la gravedad del caso. Finalmente, se penaliza a las personas que causen la muerte de algún animal.
Ante este panorama, y como representante de la ciudadanía mexiquense somos vigilantes de que los animales cuenten con sus derechos, además, hemos establecido brigadas por diversos puntos de la entidad en donde ofrecemos servicios para garantizar la salud e higiene de caninos y felinos con el objetivo de que tengan una buena vida como se lo merecen. De igual forma, nuestro programa de Jornada Integral Canina ofrece servicios gratuitos como esterilizaciones, vacunación antirrábica, pipetas antipulgas, cortes de pelo, entre otros.
Por cuerda separada, revisaremos el marco legal para que, de ser necesario, potenciemos los derechos de los animales, revisemos si las multas y penalidades son suficientes para garantizar que los animales, nuestros mejores compañeros y compañeras tengan la vida que merecen.