CULTURA DE LA CELEBRIDAD

De Britney a Gaza: ¿qué es la cultura de la celebridad y por qué importa?

La cultura de la celebridad, que se ha intensificado en la era digital, implica la representación de la vida privada de personajes famosos en los medios de comunicación y su relación con el público. | Violeta Romo Norquist*

Escrito en OPINIÓN el

Como contexto, en estos días ha sido mucho el revuelo causado por las diversas posturas que desde Hollywood se han tomado en torno al conflicto en Gaza (me ha sorprendido a cuánta gente le importan las opiniones de Gwyneth Paltrow o de Chris Rock). Asimismo, la estrella de pop Britney Spears publicó sus memorias que han vendido como pan caliente entre sus fanáticos; usuarios de Twitter (o X, como fue rebautizado) celebran el embarazo de una influencer y critican el nuevo disco de los Rolling Stones; en TikTok se discuten teorías de conspiración sobre el verdadero padre de Justin Trudeau o las relaciones amorosas de Bad Bunny; en Instagram la gente comparte memes sobre Peso Pluma o sobre los candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México; en streaming la familia Kardashian va por la vigesimocuarta temporada de su reality (aproximadamente). A esta lista le podría agregar un larguísimo etcétera, pues el bombardeo de información sobre los famosos parece infinito. De ahí surge la pregunta con la que inicio: ¿qué es la cultura de la celebridad y por qué importa?

En el siglo XX, con el desarrollo y transformación de la cultura de la celebridad en la época de la masificación de la cultura -a través del cine, la prensa y la televisión-, hubo también un creciente interés en la representación de las vidas privadas de actores, deportistas, músicos, políticos, entre otros, como un objeto de consumo para el público. En las revistas y periódicos comenzaron a aparecer noticias alusivas a las vidas privadas de los artistas, quienes antes de dicha masificación no gozaban del mismo prestigio. Por ejemplo, en los años 30 las noticias sobre el turbulento matrimonio entre Lupe Vélez y Johnny Weissmüller llenaron las páginas de los periódicos, dejando claro que no cumplían con el arquetipo de la familia católica ideal para la época. En los años ochenta, Lady Di se convirtió en el ideal global de la madre bondadosa y generosa, imponiendo altas expectativas sobre las mujeres que la veían como un modelo al cual aspirar. Este proceso se ha intensificado con la difusión de contenidos en Internet que generan relaciones parasociales entre las celebridades y el público que las consume. 

Las celebridades se han convertido en los héroes o santos a los que la población veía con admiración en siglos anteriores, pero, a diferencia de estos últimos, tienen una naturaleza paradójica que une lo ordinario y extraordinario. Así, la transformación de persona ordinaria a celebridad se convierte en un ritual mediático que convierte a personajes famosos en una mercancía a la que se puede tener acceso: “son manufacturadas por la industria de la celebridad y producen y ayudan a vender otros productos” (1). De acuerdo con Joshua Gamson, la estrategia narrativa de la cultura de la celebridad más común es el “ven y mira cómo son realmente”, la cual sugiere al público que los famosos son ordinarios; es decir, crea una relación parasocial (2) donde existe una sensación de intimidad fantasiosa.

Pero dicha intimidad fantasiosa no significa que los famosos sean como nosotros, ni que su estilo de vida esté a nuestro alcance, o que realmente nos estén compartiendo sus vidas. El sistema de celebridad es jerárquico y exclusivo. Las vidas que presentan en las revistas son resultado de la construcción de un “yo” público, que comparte elementos con su “yo” privado, pero tienen la finalidad de mercantilizar a la persona y su estilo de vida. La reputación, el cuerpo, la imagen, el cabello, la ropa, entre otras cosas, se convierten en partes del individuo famoso que pueden ser mercantilizadas, vendidas y consumidas (3). En algunos casos, se comparten como producto desde los nacimientos hasta las muertes (pensemos, por ejemplo, en las series de telerrealidad en los que se transmiten eventos vitalicios relevantes, como bodas o partos).

En el caso de Estados Unidos y de México, la cultura de la celebridad estuvo y sigue estando controlada desde los centros urbanos y económicos, como Los Ángeles, Nueva York o la Ciudad de México, que es desde donde operan las empresas dedicadas a los medios de comunicación en niveles nacionales e internacionales. Es ahí donde se negocia lo que es la fama, lo que merece ser publicitado, admirado, presentado como público. Los consumidores de dicha cultura de la celebridad interpretaban dichas historias y les daban nuevos significados.

La manera en que los medios deciden representar a las celebridades nos dice más sobre las expectativas y los arquetipos que construimos que sobre la vida privada de quienes están bajo escrutinio público. La importancia que le damos a las voces de los famosos —indignándonos a partir de su postura sobre el conflicto en Gaza, emocionándonos por sus relaciones amorosas, reaccionando a sus escándalos— es porque validan las posturas individuales y alimentan el sesgo de confirmación. 

La celebridad se ha convertido en un recurso para las dinámicas de poder. La fama es en sí misma una fuente de poder (y viene a la mente de inmediato el fenómeno de los candidatos políticos que en realidad tienen su origen en la celebridad del fútbol, el Instagram o las telenovelas). Los famosos son modelos de lo que deseamos, de lo que tememos, de lo que odiamos o de lo que podría ocurrir dadas las condiciones de posibilidad. Este breve texto es una invitación a que reconozcamos la cultura de la celebridad como un fenómeno tan relevante como cuestionable.

1. McDonell y Douglas, Celebrity, 2019, p. 643. 

2. Gamson, “The Unwatched Life”, 2011, p. 1063.

3. Driessens, “The celebritization of society”, 2013, p. 652.

*Violeta Romo Norquist:

Violeta Romo Norquist (Ciudad de México, 1991) es doctorante en Historia Moderna y Contemporánea en el Instituto Mora, donde realiza una investigación sobre la historia de la maternidad en México en el último cuarto del siglo XX.

Fuentes:

Driessens, Olivier, “The celebritization of society and culture: Understanding the structural dynamics of celebrity culture”, en International Journal of Cultural Studies, 2013, vol. 16, pp. 641-657. URL: http://ics.sagepub.com/content/16/6/641

Joshua Gamson, “The Unwatched Life Is Not Worth Living: The Elevation of the Ordinary in Celebrity Culture”, in PMLA, vol. 126, Issue 4: Special Topic: Celebrity, Fame, Notoriety, October 2011, pp. 1061-1069.

McDonell, Andrea y Susan J. Douglas, Celebrity: A History of Fame, Nueva York, NYU Press, 2019.


 

Instituto Mora

@institutomora