CONFLICTO IRÁN-ISRAEL

Irán-Israel, y el incremento de los conflictos

La multipolaridad creciente, el declive del poder estabilizador de EU y las tensiones entre grandes potencias (EU–China, OTAN–Rusia, Irán–Israel) han erosionado los mecanismos multilaterales de prevención y resolución de conflictos. | Laura Rojas

Escrito en OPINIÓN el

La reciente escalada militar entre Irán e Israel que comenzó con el ataque directo de Teherán sobre territorio israelí en abril y continuó con bombardeos selectivos de Israel sobre objetivos militares en Irán, confirma una tendencia que ha venido consolidándose en la última década: el crecimiento de los conflictos armados en el mundo. Más allá de su relevancia regional, este conflicto representa una señal del deterioro del orden internacional y de la dificultad, cada vez mayor, para contener las guerras antes de que se propaguen.

Según el Uppsala Conflict Data Program, 2023 fue el año con mayor número de guerras registradas desde la Segunda Guerra Mundial. Se contabilizaron 55 conflictos armados activos con al menos 25 muertes al año, de los cuales 21 superaron las mil muertes anuales. Esta cifra confirma la tendencia: en los últimos diez años ha crecido no solo la cantidad de conflictos, sino también su complejidad, duración y letalidad. El Global Peace Index 2024 lo resume con contundencia: vivimos la peor crisis de paz global en ocho décadas.

El conflicto entre Irán e Israel se inscribe en una región históricamente volátil, marcada por rivalidades religiosas, estratégicas e ideológicas. Irán ha tejido una red de milicias y grupos armados en Líbano, Siria, Irak y Gaza como parte de una estrategia para ampliar su influencia y debilitar a Israel. Este, por su parte, ha respondido con una política de disuasión basada en la superioridad militar y en ataques preventivos más allá de sus fronteras. Pero el ataque de abril representó un punto de quiebre: fue la primera vez que Irán lanzó un ataque masivo y directo desde su territorio hacia Israel. La respuesta israelí tampoco se limitó a contener: cruzó límites que, hasta ahora, solo se habían insinuado. Junto con la invasión rusa a Ucrania, estos conflictos se suman a los que ya existían, en su mayoría, conflictos internos. 

Los conflictos armados están creciendo en el mundo por una combinación de factores estructurales que reflejan el deterioro del orden internacional y la incapacidad de los Estados para contener la violencia. La multipolaridad creciente, el declive del poder estabilizador de Estados Unidos y las tensiones entre grandes potencias (EU–China, OTAN–Rusia, Irán–Israel) han erosionado los mecanismos multilaterales de prevención y resolución de conflictos. El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido sistemáticamente bloqueado por vetos, y hay una crisis de legitimidad en las instituciones multilaterales. Sin embargo, la mayoría de los conflictos actuales son internos, protagonizados por actores no estatales en contextos de fragilidad institucional. 

Otros factores que propician los conflictos son: el cambio climático y la escasez de recursos que intensifican las tensiones locales, especialmente en regiones vulnerables como el Sahel o Asia Central. A ello se suma la proliferación de Estados débiles donde grupos armados y criminales sustituyen al Estado, y el papel desestabilizador de la desinformación y la polarización, que alimentan narrativas de odio y violencia en contextos como Etiopía, Irán o Myanmar

Sobre el conflicto Irán–Israel, y aunque el presidente Trump anunció ayer un cese al fuego acordado por ambos países, la mayor preocupación inmediata es si en efecto se cumplirá este cese al fuego, cuánto durará y el impacto sobre la estabilidad en la región, 

En el mediano y largo plazo, la preocupación es el daño que la intervención militar estadounidense haga al sistema multilateral -ya de por sí minado- y que sigamos avanzando de vuelta al viejo oeste internacional, sin reglas compartidas, y donde convivan potencias mucho más armadas y atrincheradas con Estados débiles en países en desarrollo y menos adelantados, rebasados por los conflictos armados internos y sus efectos.

Laura Rojas

@Laura_Rojas_