La relación fiscal entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el gobierno ha cambiado radicalmente, en donde la petrolera ha recibido más dinero del aporta, advierten analistas.
De acuerdo con Renzo Merino, analista soberano principal para México en Moody’s, en 2019, cuando la petrolera comenzó a recibir apoyos gubernamentales, su aportación al fisco ha ido disminuyendo, y en 2024 la tendencia se volvió negativa.
“Hasta el año 2018 las contribuciones netas eran en promedio 2% del PIB. A partir de 2019 cuando el gobierno empieza a darle más apoyos a la compañía, lo que vemos es que ese apoyo bajó sustancialmente. En 2024 hay ya un cambio radical: la relación se vuelve negativa”, indicó Merino
La calificadora de riesgo anticipa que en 2025 los apoyos fiscales a Pemex serán mayores que sus contribuciones, lo que su vez presiona las finanzas del país y amenaza la calificación soberana de México.
Contexto: Desde el 2019, el gobierno Federal lanzó su estrategia para rescatar a Pemex, la cual consiste en transferencias monetarias, pagos de deuda u obligaciones financieras, así como la disminución del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) del 65% al 30 por ciento.
El gobierno también ha aportado otros estímulos fiscales, como exenciones, reducciones especiales para aliviar la carga impositiva de la empresa.
Resultados negativos hasta 2031
César Rivera de Jesús, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), indicó que al revisar el balance financiero presentado ante el Consejo de administración de Pemex, la petrolera presenta desde 2027 hasta 2031 resultados negativos.
“Hay una discrepancia en el balance financiero, mientras el Plan Estratégico proyecta superávits durante todo el periodo, los escenarios presentados al Consejo de Administración anticipan déficits entre 2027 y 2031. Esto plantea la interrogante de si Pemex podrá operar sin apoyo federal a partir de 2027”, destacó Rivera.
Por su parte, Renzo Merino indicó que el respaldo a Pemex por parte del gobierno implica riesgos fiscales.
“El gobierno parece estar evitando de manera explícita las garantías directas; por eso se crean estructuras que benefician a Pemex, pero no son garantías formales. Esto implica que los pasivos contingentes para el soberano han aumentado”, destacó.
Resultados mínimos
A pesar de que la tendencia negativa se va a mantener en los próximos años, una vez que se vea una recuperación, el aporte de la petrolera será mínimo.
En este sentido, Cesar Rivera indicó que hay un costo de oportunidad para para que se tenga mejores resultados de Pemex, pues en un futuro los ingresos por parte de Pemex se mantendrían prácticamente igual, es decir, ni con todos los apoyos la empresa pública va aportar más.
Detalló que para 2030 los ingresos del Fondo Mexicano del Petróleo, aquellos que se dan por el pago de la renta petrolera, solamente hay un aumento del punto 0.2% del PIB, “en realidad es poco para para lo que se está destinando”, destacó.
Un rescate costoso
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el rescate de Pemex excede los 3.3 billones de pesos, y es “el rescate más costoso del que se tiene registro”.
Los analistas advierten que el negocio de la refinación deja importantes pérdidas a Pemex, mientras que el de exploración y producción se debería explotar más, lo que ayudaría a sanear las finanzas de la petrolera.
Gonzalo Monroy, analista del sector dijo que a pesar de que se prometió que Pemex será autosustentable a partir de 2027, la falta de efectividad en la actividad de refinación podría impedir que se alcance la meta y en este sentido, el monto de rescate podría incrementarse indefinidamente.