México enfrenta una importante debilidad fiscal que “prende las alarmas” para su calificación crediticia, advirtió Renzo Merino, vicepresidente y analista sénior de Moody's Ratings.
Durante el panel “Más allá de la resiliencia: retos crediticios y perspectiva de la calificación soberana”, el analista explicó que las finanzas del país enfrentan un fuerte deterioro fiscal que se agudizó en 2024, cuando se registró un déficit alto cercano al 5% del PIB, lo que aumentó la carga de la deuda y el pago de intereses en este rubro gasta el 17% de sus ingresos.
Además, de acuerdo con el comportamiento de la deuda, la calificadora estima que el nivel de la deuda del Gobierno federal subirá a más del 50% del Producto Interno bruto (PIB) para 2027.
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“Si las métricas de deuda continúan empeorando significativamente debido a déficits fiscales más amplios de lo esperado o la materialización de pasivos contingentes la revisión de la deuda podría ser negativa”, alertó el analista.
Calificación deteriora grado de inversión
Moody´s tiene asignada una calificación de Baa2 con perspectiva desde noviembre 2024, no obstante, de acuerdo con Merino existen presiones fiscales por lo que hay probabilidades de que en el primer semestre de 2026 puedan degradar su calificación.
"En la medida en que siga subiendo la deuda, eso va a implicar que el gobierno va a tener que endeudarse más para pago de interés", advirtió el analista.
Merino destacó que ven una mayor rigidez del gasto y menor crecimiento económico dificulta la consolidación fiscal necesaria para estabilizar las métricas de deuda.
“El gobierno federal va a acumular un deterioro de la deuda, para estabilizar la carga de la deuda el déficit debería estar alrededor del 3%, la meta se ha propuesto al 2028”, alertó.
Pemex sigue pesando negativamente
Roxana Muñoz, vicepresidenta de Moody´s, indicó que Pemex tiene muchos riesgos en la parte operativa y falta de inversiones en exploración y producción, por lo que si bien los apoyos son positivos el negocio de refinación sigue dejando perdidas.
“Pemex no es nada más la deuda, pero también necesita efectivo y tiene pérdidas operativas, mientras Pemex no resuelva la parte operativa y siga registrando pérdidas vamos a seguir enfrentando retos importantes hacia adelante”, puntualizó.
Por su parte, Merino indicó que Pemex sigue siendo un problema, y no sólo es deuda, pues esto está vinculado al déficit que tiene el actual gobierno, el cual no se reduce en gran parte por los apoyos a Pemex.
“Los apoyos recurrentes a Pemex aumentan los riesgos fiscales sin resolver la sostenibilidad de su deuda a largo plazo”, enfatizó Merino.
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