La empresa Del Monte Foods, reconocida por su producción de alimentos enlatados, inició un proceso de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras en Estados Unidos.
El procedimiento fue presentado ante un tribunal del estado de Nueva Jersey como parte de una estrategia para reorganizar sus pasivos y facilitar una eventual venta ordenada de activos, según información de Reuters y PR Newswire.
De acuerdo con la propia compañía, este paso busca fortalecer su posición financiera y garantizar su permanencia en el mercado.
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Como parte del proceso, Del Monte informó que obtuvo 912.5 millones de dólares en financiamiento especial para seguir operando con normalidad durante la reestructuración.
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“Este es un paso estratégico para el futuro de Del Monte Foods. Tras analizar cuidadosamente nuestras opciones, determinamos que un proceso de venta supervisado por la corte es el camino más efectivo para acelerar nuestra recuperación y consolidar una empresa más fuerte y duradera”, declaró su director general, Greg Longstreet, en el comunicado oficial difundido por PR Newswire.
Contexto: Del Monte Foods es una de las marcas más emblemáticas en el mercado de alimentos enlatados en Estados Unidos, con más de un siglo de historia. Fundada en 1886, la empresa ha atravesado múltiples cambios de propiedad y transformaciones corporativas. Actualmente, opera bajo la propiedad de Del Monte Pacific Limited, con sede en Filipinas, tras una adquisición en 2014.
¿Porqué es importante Del Monte?
Del Monte Foods es una compañía de más de 135 años de historia, con presencia en millones de hogares. En la actualidad, los consumidores están demandando productos más frescos, saludables y listos para consumir.
La empresa reporta pasivos por hasta 10 mil millones de dólares y más de 25 mil acreedores, lo que convierte este caso en uno de los procesos de bancarrota más relevantes en el sector alimentario reciente. Además, incluye una venta potencial del negocio completo, con intervención de tribunales y acreedores financieros.
Y aunque la firma asegura que mantendrá operaciones, una reestructura de este tipo puede implicar recortes, cambios en plantas de producción o en contratos con proveedores, afectando a cientos o miles de trabajadores directa e indirectamente.
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Reestructuración financiera no afectará operaciones fuera de EE.UU.
Según detalló la empresa, sus operaciones dentro del territorio estadounidense continuarán sin interrupciones, respaldadas por el financiamiento otorgado bajo la figura legal conocida como debtor-in-possession (DIP).
Asimismo, Del Monte aclaró que sus subsidiarias internacionales no forman parte del procedimiento judicial, por lo que no se verán afectadas por la bancarrota.
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Venta supervisada y pasivos por miles de millones
Del Monte también dio a conocer que contempla una venta estratégica de activos, que podría incluir la mayoría o la totalidad del negocio, con acompañamiento judicial y respaldo de sus acreedores. La meta, señalaron, es maximizar el valor disponible para cubrir sus compromisos financieros.
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Según documentos presentados ante la corte, la empresa reporta entre 1,000 y 10,000 millones de dólares en pasivos, y mantiene obligaciones con entre 10,000 y 25,000 acreedores, informó Reuters.
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Como parte del acuerdo alcanzado con sus prestamistas principales —formalizado a través de un “restructuring support agreement” (RSA)—, Del Monte también recibirá 165 millones de dólares adicionales en capital nuevo, destinados a fortalecer su liquidez durante el proceso, finalizó la información de PR Newswire.