La economía mexicana se encamina a cerrar el año con uno de sus peores desempeños recientes. Según el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), los indicadores muestran estancamiento del consumo, caída en la inversión fija y una actividad industrial debilitada, con retrocesos generalizados no vistos desde 2020.
El consumo interno, que históricamente ha sido el principal motor de la economía nacional, ofrece señales claras de desaceleración. Hasta agosto, la tasa de crecimiento acumulada es de apenas 0.01%. Al incorporar el indicador oportuno del Inegi y las proyecciones para septiembre y octubre, el crecimiento anual asciende solo a 0.35%, el nivel más bajo para un periodo similar desde 2020.
Inversión fija en retroceso y recorte al gasto público
La inversión fija bruta registra una caída acumulada de 6.79%, también la primera contracción desde 2020. El IMEF señala que la tendencia se explica, en parte, por la consolidación fiscal y los recortes al gasto público, especialmente en el rubro de inversión física. Esta reducción limita el impulso económico proveniente de obras de infraestructura y proyectos públicos.
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En este contexto, las inversiones privadas tampoco muestran señales de recuperación, lo que contribuye al debilitamiento general de la actividad económica.
Exportaciones: el único motor de crecimiento
Paradójicamente, las exportaciones se han convertido en la principal fuente de crecimiento este año. No obstante, también dentro del sector externo se observan cambios estructurales relevantes. Las exportaciones de equipo de cómputo hacia Estados Unidos prácticamente se duplicaron durante el año, mientras que las exportaciones de la industria automotriz —tradicionalmente uno de los pilares del comercio exterior mexicano— registran un deterioro.
Industria en su peor momento desde 2020
La actividad industrial en su conjunto muestra una contracción acumulada de 1.65%, con todos los sectores en terreno negativo, algo que no ocurría desde el impacto inicial de la pandemia en 2020.
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Minería: cae 3.20%, con 27 meses consecutivos de contracción.
- Servicios básicos: retroceden 0.18%, sumando cinco meses a la baja.
- Construcción: baja 7.20%, con tres meses de retrocesos.
La manufactura, el componente más relevante de la producción industrial, pues representa alrededor del 66% de la actividad industrial y 20.5% del PIB, registró una caída anual de 2.26% en septiembre, marcando cuatro meses consecutivos de retrocesos y su mayor baja desde agosto de 2020.
Perspectivas: un 2025 casi sin crecimiento
El debilitamiento generalizado de los indicadores ha llevado a que el Banco de México mantenga su proyección de crecimiento para 2025 en solo 0.3%. Para 2026, se anticipa un rebote moderado con una estimación de crecimiento de 1%.
De mantenerse las condiciones actuales —consumo débil, inversión en retroceso y contracciones industriales— el país podría enfrentar un inicio de año con un ritmo económico aún más lento que en periodos previos.
