Óscar trabajó durante siete años en una distribuidora de medicamentos. De iniciar con ventas de 33 mil pesos, alcanzó hasta un millón al mes. Entonces comprendió que era el momento para trabajar por su cuenta. Así fue como con un socio, contactos y el conocimiento de la industria, montó su propia distribuidora.
“Si hacemos esto para una empresa que no es mía, vamos a intentar hacerlo por algo que sea propio”, expone a La Silla Rota, Óscar Ramírez.
Primeramente, con la distribuidora de medicamentos canalizaba productos a 14 farmacias de amigos, pero en la actualidad ya surte a diferentes segmentos: por medio de paquetería llegan a 19 estados de cadenas regionales.
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“Nosotros llevamos hasta su farmacia la mercancía y de ahí ellos pasan a cada uno de sus negocios”, dice.
En la actualidad alcanza más de 140 clientes y está en proceso de expansión hacia todo el país con cadenas comerciales a nivel nacional con diferentes puntos de venta.
A seis años de distancia, el hoy empresario comenta que el negocio creció a tasas anuales de doble dígito.
Agrega que se siguen expandiendo, aunque al tercer año promedio, “en el mercado como que llegamos al número de clientes que esperamos y lo que tiene de crecimiento es prácticamente el nivel de servicio que tengas y nuevos productos”.
Los inicios
Óscar Ramírez comenta que, hace 27 años, en una empresa mayorista de medicamentos, comenzó como representante de ventas, donde fue escalando puestos hasta terminar como director comercial en fármacos nacionales. De ahí brincó hacia una distribuidora mayorista.
“Tuve la fortuna de arrancar desde poner el primer ladrillo, primero con una venta de 33 mil pesos y terminar el negocio, siete años más tarde, casi con 100 millones de pesos mensuales de ventas”, expresa.
Con esa trayectoria, Óscar consideró que era momento de incursionar como empresario, “teniendo todos los contactos y buenos amigos del medio y es que ahí comenzamos nuestra trayectoria”.
Resiliencia
El empresario distribuidor de medicamentos expone que lo más complicado que ha enfrentado es que no es lo mismo ser empresario a asalariado.
“La verdad es que existen muchos tropezones, muchos sinsabores. Sin embargo, pues yo creo que viene la parte en donde tienes que tener esa resiliencia, donde tienes que tener esa fortaleza. No es lo mismo, se trabaja diferente, se sufre diferente”, detalla en la plática.
Sin embargo, considera que la satisfacción se presenta cuando se pueden conseguir buenas negociaciones en donde se traen mayores fortalezas para la farmacia independiente, porque al final del día se compite con grandes formatos de cadenas como Pharma, San Pablo y otras.
“Y saber que tú le puedes llevar este tipo de precios para ser competitivos. Esa parte no la vivía como como funcionario, la vivía como un número más. Hoy sí la veo como como una labor que se hace tratando de que la farmacia crezca, no nada más subsista y en este caso pues nos agarran nosotros como como un aliado comercial”, menciona.
El hombre de negocios acepta que no se imaginaba estar en ese negocio, pero sí es ser empresario, porque siempre ha tenido la ambición de no estancarse.
“Siempre he sido de los hombres que rebasan expectativas. Si me pedían llegar a una hora, llegaba antes, si me pedían llegar un objetivo llegaba a más… siempre me vi siendo libre de mi economía y de mi tiempo, tratando de hacer mi mejor esfuerzo”, puntualiza.
Dinero propio… pasos más lentos
Además, Oscar plantea que han sido conservadores, lo cual va ligado al flujo de dinero que mueve la empresa.
“No es lo mismo tener el respaldo de un mayorista a tener el dinero propio y es por eso que hemos ido como con pasos firmes, un poco más lentos, pero también es por el tema de que la inversión no siempre es tan sencilla. Es importante el retorno de tu inversión”, sostiene.
El distribuidor de medicamentos comenta que tienen clientes que les pagan de contado, lo cual hace que el retorno de inversión sea de inmediato, mientras otros clientes les tardan en pagar de 15 o a 30 días.
“Casi no tenemos clientes en cartera vencida. Yo creo que estamos dentro del estándar del del medio, una recuperación de 25 a 30 días en promedio, que es el estándar. Es el tiempo que los proveedores nos dan a nosotros”, manifiesta.
La recomendación
A seis años de emprender el negocio de distribuidor de medicamentos y para todos aquellos mexicanos que tienen la idea de poner un negocio, Óscar Ramírez les recomienda que tienen que intentarlo sin importar el giro en el que lo hagan
“Creo que lo más complicado de esto es el primer paso y el más importante de los pasos que tuve que dar fue decidirme a hacerlo. Traes gastos, traes economía, traes todo eso. Te vuelves empresario, te da pánico, pero ya cuando lo haces te das cuenta que no era tan difícil”, sostiene
Añade que en el sector farmacéutico no es fácil.
“Vamos creciendo gracias a la buena relación, cumplimiento de pactos y negocios y de trazabilidad que traemos con nuestros amigos farmacéuticos…. nosotros le compramos a algunos proveedores alternos que son buenos amigos y con eso surtimos directamente a la farmacia de cadena”, concluye.
