El 2000 fue un parteaguas para Daniel. Se quedó sin trabajo y durante un año buscó, sin fortuna, un nuevo empleo. Con el destino en contra, su expareja, una doctora que tenía un consultorio médico en la colonia Cuatro Vientos en Ixtapaluca, una zona marginal en el Estado de México, le propuso poner una pequeña farmacia para atender a los pacientes que acudían a su consultorio.
Fue así como nació su primera pequeña farmacia. Hoy Daniel Campos García, ya no es un emprendedor, sino un empresario mexicano que es dueño de 14 sucursales en Ciudad Nezahualcóyotl e Ixtapaluca, en el estado de México; así como en Iztapalapa e Iztacalco, en la Ciudad de México, de las cuales dependen 100 familias.
Además, expone que es propietario, junto con un socio de una distribuidora de medicamentos.
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El secreto del éxito, reconoce, fue emprender en una zona marginal, donde siempre hay personas que se enferman y las cuales carecen de servicios de seguridad social del Estado mexicano.
“La verdad que ahí, donde estaba yo, era una zona de las más marginales que hay en este país, sigue siendo. Entonces uno ve la necesidad de la adquisición de medicamentos por parte de la población que no tiene servicios, que no tienen un Seguro Social… llevamos medicamento a las zonas donde pues era muy difícil el acceso a ese medicamento”, expone.
Daniel agrega que encontró la forma de impulsar el negocio y poder servir a la comunidad.
De una manera silvestre
Daniel expone que el negocio farmacéutico no ha sido nada fácil, en donde lo más complicado ha sido el tema de la regulación del sector y la parte administrativa.
“La verdad es que, permíteme la expresión, fue de una manera como que muy silvestre, yo no sabía nada de farmacias, mi giro era otro, yo trabajaba en una empresa de seguridad y académicamente soy licenciado en Derecho. Entonces nada que ver, pero fui preguntando, informándome”, expone en plática con La Silla Rota, en su farmacia en Ciudad Nezahualcóyotl.
Así fue como llegó a la Asociación de propietarios de farmacias que se llama Más Farmacias, un grupo importante que le permitió consolidarse. Ahí, en equipo, en las pláticas con 500 farmacéuticos, aprendió a administrarse y a llevar adelante el negocio.
Actualmente, después de 23 años, reconoce que las farmacias son un negocio noble que depende de que las personas se enfermen.
“Tiene que venir por medicamento. Este es un negocio noble”, expone.
Competir con los grandes monstruos
Una de las situaciones a las que se ha enfrentado Daniel es competir con las grandes cadenas farmacéuticas.
“Esta Farmacia Similares. El dueño de esa farmacia tiene una compra muy consolidada que eso le permite que tenga precios muy preferenciales y muy diferentes a los que nosotros podemos conseguir”, comenta.
Y ante esa situación, los dueños de farmacias pequeñas se asociaron en la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), para poder negociar en volumen la compra de medicamento para todas las farmacias. Actualmente, tienen la capacidad de negociar a nombre de 5,000 negocios.
“No es lo mismo que yo le diga a un laboratorio, a un proveedor oye, véndeme 10 paracetamol, a que le diga véndeme 50 mil paracetamoles. Donde ya el sumarnos todos como como parte de este gremio podemos tener mejores precios”, enfatiza.
A esa situación se suma que las farmacias independientes están cada esquina de la colonia, donde muchas veces para las grandes cadenas y ese tipo de negocios y formatos no es muy rentable ponerse.
“Entonces nosotros atendemos esas necesidades. Pues voy a hacer iterativo de aquellas farmacias que están en lugares más marginales, donde el poder adquisitivo a veces es mucho menor y no les es muy costeable a esos grandes formatos poder este poner ahí una sucursal”, dice.
No me arrepiento
En la plática con este medio, Daniel Campos García no se arrepiente de no ejercer la profesión de leyes que estudió.
Expone que esa es una profesión muy ingrata y muy dolorosa, porque ahí se ven muchas injusticias. Durante algún tiempo trabajó en Agencias del Ministerio Público y el la Procuraduría del Estado de México.
“Tuve la oportunidad de ejercerlo, de probar las mieles del derecho. Es una carrera que a mi me apasiona, pero la verdad es que también, el destino me llevó hacia otro camino”, comenta.
La recomendación
El empresario manda un mensaje a todos aquellos pequeños empresarios que quieren incursionar en el negocio de las farmacias, en donde lo primordial es que se informen y se unan a una asociación, para poder trabajar en equipo.
“Deben informarse conforme a la norma, conforme al derecho, a la parte administrativa, para que puedan fluir el negocio sin ningún problema. Es una infinidad de requisitos que se piden, lo entiendo por el giro que tenemos. Sin embargo, si se acercan asociaciones como le nosotros con mucho gusto les podemos orientar”, menciona.
Desde su perspectiva, con una inversión de 100 mil pesos se puede poner en marcha “una farmacia bien surtida, con buena imagen y conforme a la normatividad”, destaca.
