En hospitales y centros de rehabilitación, los pacientes reciben visitas muy especiales: los “lomitos terapeutas” del Centro Nacional de Terapias Asistidas con Caninos (Cenatac), que, con cariño y entrenamiento, ayudan a mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y acompañar emocionalmente a pacientes y cuidadores.
El Cenatac, fundado en 2016 por la pediatra Vannesa Pallares, surgió de una experiencia personal. “Tuve un familiar con una enfermedad terminal y vi cómo su perro cambió sus últimos días. Ese vínculo me hizo pensar que esto podía funcionar”, recuerda. Desde entonces, Pallares decidió dedicar su carrera a profesionalizar la terapia asistida con perros.
Cuando Keysi, Leia, Rufo y Trixie caminan por los pasillos del hospital, algo en la atmosfera cambia, la mayoría del personal, los pacientes y quienes los acompañan sonríen al ver a estos cachorros que van acompañados del personal que se encargará de que acompañen a pacientes de oncología, de pediatría o de otras áreas.
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Keysi entra a la habitación de la pequeña Victoria a quien se le dibuja una sonrisa al verla llegar, Keysi está ahí para hacerla pasar un momento agradable, le lee un cuento, durante esos minutos que están juntas, el ambiente en ese espacio cambia, y también el semblante de la pequeña.
Actualmente, el centro cuenta con 17 perros titulados y dos cachorros en formación, todos preparados para intervenir en hospitales, centros de rehabilitación y espacios de atención a personas con discapacidad. Cada perro trabaja con un técnico certificado; juntos forman un binomio terapéutico, que pasa por un riguroso proceso de entrenamiento y certificación.
“El proceso de titulación depende de la edad del perro. Cuando los recibimos desde cachorros puede tardar un año o año y medio; si son adultos, entre tres y seis meses”, explica Pallares.
Contexto: En México, las intervenciones asistidas con perros han comenzado a integrarse como complemento en ámbitos clínicos, educativos y sociales. Aunque la disciplina aún no cuenta con una regulación amplia y uniforme en el país, ya existen programas públicos y privados que aplican estos enfoques con resultados iniciales positivos.
Un trabajo en equipo entre humanos y perros
El programa busca crear entornos más amables para los pacientes, señala Diana Hermelinda Martínez Castañeda, jefa de Vinculación del Centro Médico ABC, una de las instituciones donde operan los lomitos del Cenatac.
“El objetivo es crear ambientes más amenos para los pacientes con distintos problemas de salud, desde pediátricos hasta adultos en áreas críticas. Durante este proceso nos encargamos de que los perros disfruten su trabajo”, afirma Martínez.
Los perros son cuidadosamente seleccionados y entrenados para responder ante distintos contextos: desde salas pediátricas hasta unidades de cuidados intensivos o espacios de rehabilitación. Su sola presencia, dicen los especialistas, reduce el estrés y la ansiedad tanto de los pacientes como del personal médico y los familiares.
Presencia en hospitales y centros sociales
Actualmente, los binomios del Cenatac realizan visitas y sesiones de intervención en seis hospitales —cinco en la Ciudad de México y uno en Pachuca—, además de una escuela para personas con discapacidad, un centro de adultos mayores, un centro de rehabilitación del DIF y una casa cuna.
Con cada intervención, los “lomitos terapeutas” se convierten en aliados silenciosos del proceso de recuperación. Su efecto es tangible: una sonrisa o un momento de calma que ayuda a la salud emocional de los pacientes.
Procuran el bienestar de los lomitos
Los 17 perros graduados cuentan con muy buena vida, tienen un día de trabajo y uno de descanso, y sus jornadas de trabajo son de 4 horas diarias, con sus respectivos descansos.
“Durante su día de descanso están en una escuela en donde reciben clases de obediencia, pero tienen alberca, caminadoras, pastoreo lúdico, tienen sus actividades deportivas, tienen de dos a tres semanas de vacaciones al año, porque ellos también tienen que ser sólo perros, cuando regresan a casa, se quitan el uniforme y son sólo perros”, comentó Vanessa Pallares.
Pallares explicó que los perritos están incorporados a un programa familiar, es decir, los técnicos que los acompañan en las terapias son quienes se los llevan a su casa y ahí hacen una vida “normal”, aunque los cachorros se rotan, esto es para no generar un apego.
Alianza con Purina: bienestar para los lomitos
El Cenatac trabaja en conjunto con la empresa Purina a través del programa “Juntos es mejor”, que garantiza la alimentación, cuidado y bienestar de los perros terapeutas. Esta alianza también permite llevar intervenciones asistidas con animales a hospitales, programas de discapacidad y espacios para adultos mayores.
“Gracias a este apoyo podemos asegurar que los perros estén siempre en óptimas condiciones y que más personas puedan beneficiarse de su compañía”, destaca Pallares.
Si bien esta alianza cubre el 95% de los gastos tiene el Cenatac, el organismo también recibe donaciones individuales desde cualquier monto.
