El pan dulce que se produce en México, ocupa el primer lugar a nivel mundial, pero el pan de muerto constituye la tradición más robusta culturalmente hablando, por lo que la industria quiere recuperar y difundir la tradición, aseguró Julián Castañón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canaimpa).
“El pan de muerto sale de los altares de muertos, actualmente hay cientos de variedades y sabores, pero es importante que como industria recuperemos la tradición”, destacó Castañón.
Durante un evento para hablar de la importancia y de la cadena de valor que hay detrás de la producción del pan de muerto, el presidente de la Canainpa informó que las festividades de Día de muertos dejan una derrama cercana a los 13 mil millones de pesos por año, de los cuales mil millones provienen de la venta de pan de muerto.
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En México se consumen 36 kilos de pan por año, y hay 54 mil 720 panaderías, principalmente micro y pequeñas, se emplean 530 mil personas
“Detrás de un pan de muerto están las empresas que hacen la harina, la transportan, los del campo que siembran el trigo, después lo transportan, lo empaquetan, vuelven a las panaderías, es impresionante las miles de empresas y miles de empleos que hay detrás de un pan”, comentó Salvador Villalobos, presidente Ejecutivo del Consejo de la Comunicación.
Contexto: El Pan de Muerto es un símbolo esencial de las celebraciones del Día de Muertos, que se celebran el 1 y 2 de noviembre en México. Su presencia en altares, hogares y panaderías articula la tradición, en donde la industria panificadora tiene un papel muy relevante.
Descartan aumento “brutal” en los precios
Julián Castañón dijo que la industria es muy robusta y que hay muchas variaciones dependiendo del tamaño, aunque aseguró que no consideran que haya aumentos “brutales” en el precio del pan.
“Cada quien va ajustando los costos de una manera y ofrece los precios de una manera, y no es general ni que bajen ni que suba, cada quien va organizando y ajustándose al mercado, depende cómo están. No sentimos que haya un incremento brutal de precios en las panaderías, es una evolución normal y las ventas no han caído”, precisó el representante de la industria.
