En plena pandemia, Juan fue diagnosticado con cáncer de mesotelioma pleural, el cual afecta su pulmón. Todos estos años han estado marcados por la falta de medicinas en la unidad médica donde se atiende.
Este año, su hija, preocupada y cansada de la falta de medicamentos que afecta el tratamiento de su papá, decidió promover un amparo para asegurar que cada 21 días se le realice la quimioterapia.
Peregrinar para la atención
Hace casi cinco años, Juan tuvo un derrame pulmonar y, posteriormente, se realizaron estudios que indicaron que algo no estaba bien en su pulmón. En su momento, se atendió en el IMSS Hospital General de Zona 57, ubicado en Cuautitlán Izcalli.
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“Nos dimos cuenta de que algo estaba mal porque le faltaba respiración por el agua en el pulmón… estuvo toda la semana sin que le hicieran nada, porque no había agujas”, relata Sandra, su hija.
Después de comprar la aguja necesaria para que se le realizara el procedimiento para quitar el agua de su pulmón, se confirmó que tenía un tumor de aproximadamente siete centímetros.
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Con ello, comenzaron a buscar algún hospital que pudiera atenderlo. Una de sus opciones fue La Raza, pero esa unidad estaba destinada a atender pacientes de Covid-19, lo que ponía en riesgo a Juan.
Así, llegaron a la Unidad Médica de Atención Ambulatoria 199, donde cuentan que solo hay una médico oncóloga para atender los diferentes casos que llegan.
Contexto
En su primer informe de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que las acusaciones de desbasto son calumnias y mentiras.
Sin embargo, desde 2019, colectivos de abogados o profesionales del derecho como Andrea Rocha han promovido recursos legales contra las autoridades del IMSS o la Secretaría de Salud por la carencia de medicamentos y terapias contra diferentes formas de cáncer.
En una entrevista de 2022, Roche dijo que ha promovido más de 300 amparos a favor de pacientes de cáncer.
Las asociaciones civiles Nariz Roja y Cero desabasto han informado que en sistemas estatales del IMSS Bienestar, así como en unidades del IMSS, hay problemas de escasez de medicamentos oncológicos.
Intervención de la CNDH… por poco tiempo
Con la médico oncóloga que se les asignó, la familia de Juan no quedó convencida, ya que, debido a la carga de trabajo, no se detenía a explicar qué ocurriría con su padecimiento.
Por ello, consultaron con un médico privado que les recomendó ser rigurosos con los tiempos de aplicación de terapia.
“El tiempo es algo muy preciado porque puede avanzar muy rápido. Tú no sabes cómo va a reaccionar”, remarca Sandra.
De esa forma, empezaron las aplicaciones dentro del Seguro, sin embargo, en poco tiempo dejaron de tener la medicina para Juan.
En un momento, cansada de esta escasez de medicamentos, Sandra decidió acercarse a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), donde solo se le pidió una receta que indicara la falta de existencia. Después de ello, se normalizó el servicio, pero no por mucho tiempo.
“Cuatro o cinco quimioterapias se pusieron y otra vez la falta”. En las clínicas del IMSS la frase que han escuchado una y otra vez es “no hay medicamento, nosotros les hablamos”.
Una asociación con demandas en línea
Sandra menciona que casi todas las quimioterapias de 2023 fueron pagadas por la familia. Al ser un tratamiento paliativo, el gasto del medicamento y la aplicación en su casa es de 19 mil pesos.
“Ahorita habíamos podido, pero si sigue, sigue, sigue, ¿qué vamos a hacer?”, cuestiona sobre el gasto en salud que deben hacer cada 21 días.
Ante esto, encontró en internet al colectivo de abogados Justicia vs Cáncer. Dentro de su página ofrecen generar una demanda de amparo personalizada y acompañamiento por parte de uno de los asesores legales que integran el colectivo.
Después de ello, se les ha brindado la medicina necesaria para continuar con el tratamiento. Hasta el momento, llevan tres quimioterapias sin ningún problema.
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Molestia por el amparo
Posterior a la demanda de amparo y la resolución a favor de Juan, la familia señala que hay cierta tensión por parte del personal médico con ellos.
“Lo que ellos intentaron hacer fue voltear toda la historia… Según ellos, yo ya estaba totalmente curado. Y que nosotros éramos los que queríamos el medicamento por nuestro gusto”, apunta Juan.
Además, cuentan que en ningún momento aceptaron que hacía falta esa medicina en la unidad médica.
VGB
