Daniela tiene 23 años y desde hace más de un año convive con depresión y ansiedad. Para ella, las mañanas no son solo un despertar físico, sino un esfuerzo titánico por reunir la energía suficiente para ir a la universidad Anáhuac de Querétaro donde estudia medicina. También le cuesta hablar con sus compañeros de estudios y cumplir con tareas que antes hacía sin dificultad.
La diferencia ahora es que cada semana, además de lidiar con la enfermedad, su familia enfrenta un desafío económico que amenaza su tratamiento; el alto costo de los medicamentos que necesita para mantenerse estable.
Su psiquiatra Liliana Tapia le recetó sertralina, un antidepresivo que en promedio cuesta 1,250 pesos mensuales en farmacias locales, y lorazepam, un ansiolítico cuyo precio supera los 900 pesos por mes.
Te podría interesar
“Estas cantidades sumadas al resto del tratamiento que incluye pago de consulta, sicólogo y otras alternativas de cuidado, se vuelve inalcanzable para muchas familias”, cuenta en entrevista Daniela para La Silla Rota. En su caso, el gasto mensual en medicamentos supera los 3 mil pesos, entre consultas médicas y terapias, lo que limita la regularidad de su tratamiento.
La depresión y la ansiedad no solo afectan la calidad de vida de quienes las padecen; también representan un costo económico significativo para los pacientes y sus familias. De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México, 3.6 millones de adultos padecen depresión y los gastos asociados al tratamiento se han convertido en un obstáculo que limita el acceso a la atención adecuada.
Los medicamentos recetados, como los antidepresivos y ansiolíticos, son la primera línea de tratamiento para muchos pacientes. Sin embargo, los precios varían considerablemente según la marca, la dosis, la presentación y la farmacia. Por ejemplo, la sertralina, un medicamento ampliamente utilizado, tiene un costo aproximado de $41 a $50 MXN por caja de 28 cápsulas genéricas en farmacias de descuento.
La fluoxetina, otro antidepresivo común, puede encontrarse desde $27.50 MXN por 14 cápsulas genéricas, mientras que en farmacias como San Pablo el mismo medicamento puede alcanzar los $98 MXN. Por su parte, el ansiolítico alprazolam cuesta alrededor de $118 MXN por 30 tabletas genéricas en farmacias de descuento.
Los fármacos más especializados como aquellos que combinan naltrexona y bupropión, pueden llegar a costar miles de pesos, siendo prácticamente inaccesibles para la mayoría de la población. Esto genera una brecha significativa entre la necesidad de tratamiento y la capacidad de pago de los pacientes.
Terapias y consultas: un gasto adicional
Además de los medicamentos, el tratamiento integral de la depresión y la ansiedad requiere terapia psicológica y seguimiento psiquiátrico. Una consulta con un psiquiatra en el sector privado puede costar entre $1,000 y $2,500 MXN, dependiendo de la experiencia y la ubicación del especialista.
Las sesiones con un psicólogo también representan un gasto considerable. En Ciudad de México, por ejemplo, una sesión puede costar en promedio $500 MXN, aunque algunas terapias especializadas pueden superar los $2,000 MXN. Incluso las terapias en línea, aunque más accesibles, implican pagos mensuales o por sesión que se suman al costo total del tratamiento.
"Para familias de bajos recursos, estos gastos se convierten en un desafío constante. La imposibilidad de cubrir los medicamentos y las terapias puede afectar la regularidad del tratamiento, lo que a su vez agrava los síntomas de los pacientes y retrasa su recuperación", dice la sicóloga Milena Jaimes Salazar en entrevista.
La especialista en salud mental, asegura que muchos pacientes que atiende, "se quedan a la mitad del tratamiento por los costos de las medicinas y terapias".
Costos indirectos y pérdida de productividad
Los costos de la depresión y la ansiedad no se limitan a los pagos directos por atención médica. La pérdida de productividad es otro impacto económico importante, ya que estas enfermedades afectan la concentración, la energía y la capacidad laboral de quienes las padecen.
En el caso de Daniela, su tratamiento contra la depresión y la ansiedad es de mínimo 18 meses, lo que implica tener un promedio de $54,000 pesos mexicanos para salir de estas enfermedades mentales.
Contexto: En México, la productividad laboral de los pacientes se ve disminuida, lo que impacta no solo sus ingresos, sino también la economía nacional.
A nivel global, se estima que la depresión y la ansiedad provocan la pérdida de aproximadamente 12 mil millones de días laborales cada año, lo que equivale a una pérdida de productividad de alrededor de 1 billón de dólares anuales. Estos trastornos afectan a aproximadamente el 15% de los adultos en edad laboral, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) Organización Mundial de la Salud.
A nivel personal, la carga económica se refleja en deudas, dificultad para ahorrar y sacrificios en otros aspectos de la vida diaria. Para muchos, cubrir los medicamentos, consultas y terapias significa renunciar a gastos esenciales como alimentación, transporte o educación.
