La apertura al público de la sala del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es uno de los aciertos que pudieron apreciarse en la primera sesión del tribunal en su nueva integración, consideró la magistrada Jasmín Bonilla, quien fue secretaria de Acuerdos en la propia Corte.
Esa señal positiva, no necesariamente significa que la justicia sea cercana. Bonilla comentó a La Silla Rota que le preocupó que sólo se resolvieron tres de los 15 asuntos enlistados, lo que puede causar que el rezago aumente, porque ya existen las salas, que ayudaban a desahogarlos.
“Lo normal es que la lista de Pleno no se agotara en la misma sesión, pero las salas sí agotaban sus listas en la sesión”, explicó.
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Los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tuvieron su primera sesión este 11 de septiembre. Presididos por Hugo Aguilar Ortiz, que dio un mensaje inicial en mixteco y usó una toga con motivos indígenas, se presentaron las nuevas ministras María Estela Ríos, Sara Irene Herrerías, Loretta Ortiz, Lenia Batres y Yasmín Esquivel, que fueron integrantes de la anterior SCJN, y los ministros Arístides Guerrero, Geovanni Figueroa e Irving Espinosa.
Un pendiente es el uso de un lenguaje más sencillo, porque en la sesión del 11 de septiembre, este no se hizo presente y se continuó con un lenguaje técnico.
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“Eso lo considero un desacierto: la sesión se volvió larga y tediosa porque el lenguaje sigue siendo muy técnico”, criticó.
Sobre la participación de las y los 9 ministros, sólo una no leyó: la exconsejera de la presidencia, María Estela Ríos.
“Esa es una dinámica que debe cambiar. La deliberación no debe estar apegada a un guión, sino al sano debate a partir del asunto que ya estudiaron y conocen”, comentó Bonilla, quien actualmente es magistrada.
Preocupa el cuello de botella
A Camilo Saavedra, investigador e integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, le preocupa que los asuntos pendientes se vuelvan un cuello de botella.
Recordó que el PJF resuelve en conjunto 2 millones de asuntos al año y a la SCJN le corresponden 15 mil, de los cuales solo 3 mil son por sentencia.
Esos 3 mil asuntos antes se resolvían en el Pleno y las dos salas, pero con la desaparición de estas últimas, significa que el Pleno deberá resolverlos, cuando antes resolvía el 10%, unos 300, recordó el investigador de tiempo completo.
“Tenemos un cuello de botella en esta materia, en el tema de la carga y hay menos ministros. La corte tiene el dilema de establecer una política de cómo le van a hacer para resolver esta carga de trabajo”, dijo.
Cambios y continuidades
Dicho lo anterior, notó entre los cambios del Pleno de la nueva SCJN con respecto a la anterior, que en la transmisión previa a la sesión se tuvo a dos conductores que buscaron explicar con un lenguaje más llano los temas que se discutirían.
“Fue un buen intento pero se requiere más esfuerzo”, observó.
Aunque ha habido muchos cambios en la estructura, como parte de la continuidad, se mantuvo al secretario de Acuerdos, Rafael Coello Cetina, lo cual Saavedra vio como un acierto.
Se trata de un área clave que se encarga de llevar la gestión de los asuntos que llegan a la Corte y turnarlos a las ponencias, recabar los proyectos de resolución, colaborar con el presidente en la conducción de la sesión, tomar las votaciones, explicó.
“Nos deja ver que, aunque quisieran un rompimiento no pueden hacerlo, porque a través de esta área necesitan transitar de la antigua a la nueva corte. Eso pasó de la octava a la novena época, hace 30 años. También hubo una persona que estuvo tanto antes de que se hiciera la reforma judicial como después, justamente por lo clave que son estas áreas como la Secretaría General de Acuerdos”.
Los ministros recientemente aprobaron un reglamento de sesiones, para acordar cuántas personas pueden hablar en primera, segunda y hasta tercera vuelta en las sesiones, como otros órganos colegiados. Pero en su primera sesión no lo respetaron.
“Lo que vimos ayer, fue una sesión en la que no se siguió por completo esta dinámica que han definido las ministras y los ministros en conjunto para sus sesiones”.
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Asuntos vistos
Sobre el desarrollo de la sesión del 11 de septiembre, Jazmín Bonilla lo vio como parte de la normalidad del Pleno. La resolución de muy pocos asuntos, obedece a la naturaleza de los que son competencia original del Pleno, las acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales.
También a la dificultad de ese tipo de asuntos, así como a la dinámica de Pleno: cada ministra y ministro quiere hablar, posicionarse y demostrar que son buenas ministras y ministros.
“Muy probablemente este Pleno vaya a querer hacer más uso de la voz porque quieran legitimarse”, pronosticó.
VGB