El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la construcción de tres nuevos gasoductos como parte del Plan Estratégico 2025-2035 de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuyo objetivo general es consolidar la soberanía energética del país, mejorar el perfil financiero de la empresa y ampliar la infraestructura para el suministro de gas natural en zonas clave del sureste.
“Los cálculos que tenemos y todo el trabajo es que para 2027 Pemex no va a necesitar apoyo de la Secretaría de Hacienda (...) Porque Pemex tiene que pagar en el 25 y en el 26 amortizaciones de su deuda, muy altas, e intereses”, señaló la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.
Apenas la semana pasada, el Gobierno mexicano emitió notas pre capitalizadas por 12,000 millones de dólares, con el propósito de fortalecer las finanzas de la paraestatal.
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Sin embargo, esta mañana, la gobernante mexicana explicó que para el 2027 la paraestatal tendrá "suficientes ingresos para pagar su deuda, amortizaciones e inversión".
La deuda financiera de la estatal ronda los 99.000.millones de dólares y la de proveedores unos 23,000 millones de dólares.
“Hemos logrado construir una visión de futuro para Pemex con una revisión minuciosa de los números de producción y contabilidad de 2025 al 2035”, apuntó Sheinbaum.
La presidenta precisó que en los últimos meses se han analizado detalladamente los datos financieros, operativos, de exploración y producción, de refinación, de petroquímica y de otras oportunidades y alternativas diferentes al petróleo.
Los gasoductos
Los tres proyectos presentados son: el gasoducto marino “Puerta al Sureste”, el gasoducto “Mayakán” y el gasoducto “Conexión Maya”. Estos nuevos ductos ampliarán la red en los estados de Oaxaca y Tabasco y están diseñados para atender la demanda energética del Corredor Interoceánico, así como fortalecer la conexión con polos industriales y turísticos en la Península de Yucatán.
La expansión forma parte de una estrategia que busca aprovechar el potencial nacional en producción de gas natural, con una meta de producción de hasta 5,000 millones de pies cúbicos diarios en 2028.
Además de la ampliación de la red de gasoductos, la estrategia contempla una serie de acciones para optimizar todas las etapas de la cadena de valor: consolidar la producción de crudo, maximizar la producción de campos existentes de gas, fortalecer las refinerías (incluyendo la reparación de la coquizadora en Madero y el aprovechamiento de residuales en Salina Cruz y Tula), así como aumentar la producción de fertilizantes y petroquímicos en instalaciones como Pajaritos, Cangrejera y Escolín.
La estrategia también incluye objetivos de transición energética como la comercialización de energéticos alternativos a los hidrocarburos, la producción de litio a partir de salmueras petroleras, la reducción de emisiones contaminantes, la cogeneración de energía y un enfoque transversal en austeridad administrativa, transparencia y reinversión social en salud, educación e infraestructura pública.
djh
