El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo fue contundente en su mensaje de despedida como integrante de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Me despido diciendo que a pesar de los infundios y las calumnias, nos retiramos algunos de nosotros con la dignidad y la vocación intacta”, lo que le valió un aplauso de medio minuto de los presentes, sus compañeros ministros Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y la presidenta de la sala, Loretta Ortiz, así como los integrantes de sus ponencias y funcionarios de la SCJN.
Este 13 de agosto se celebró la última sesión de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La sala, encargada de resolver asuntos civiles y penales y presidida por Loretta Ortiz, ya no existirá a partir del 1 de septiembre, cuando lleguen los 9 ministros electos el pasado 1 de junio.
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Fue por ello que los integrantes de la sala dieron mensajes finales, antes de ver cómo se ponía el cerrojo a los 30 años de funcionamiento a la Primera Sala de la SCJN.
En su turno, la ministra Ríos Farjat lamentó profundamente la desaparición de la sala, que en su opinión llevaba décadas siendo histórica.
“Confío en que su legado perdurará por siempre y siempre a la más alta protección de los derechos humanos. Así que gracias, gracias, gracias”.
Era una maquinaria
Por su parte el ministro González Alcántara Carrancá comparó el trabajo de la Primera Sala con el de una maquinaria que funcionó con el trabajo invisible y visible de cada una de las personas que colaboró en la institución y que laboraron en el recinto.
“Quedarán y espero que perduren los ecos de la de las jurisprudencias de las que aquí emanaron. Vestigios de los primeros esfuerzos por consolidar en nuestro país exitosamente la defensa de los derechos humanos”.
El ministro Gutiérrez Ortiz Mena consideró que haber formado parte de la primera sala fue un privilegio, y refrendó las palabras de sus compañeros.
La desaparición de las salas traerá retos que deberá resolver la nueva SCJN
La presidenta de la Primera Sala, la ministra Loretta Ortiz tuvo la última participación y dijo que este 13 de agosto marcó el cierre de ese órgano como resultado de la reforma constitucional de septiembre pasado, pero también era un momento de memoria y reconocimiento.
Ortiz, quien formará parte de la próxima nueva Suprema Corte que llegará el 1 de septiembre, reconoció que la desaparición de la primera y segunda sala encarará retos para los nueve ministros que integrarán al máximo tribunal del país a partir de septiembre.
“La desaparición de las salas nos trae retos institucionales, pero confío en que la nueva corte sabrá afrontarlos inaugurando una época de justicia abierta, más abierta, influyente y transformadora”, expresó.
Contexto: como parte de la reforma judicial aprobada en septiembre de 2024, la primera y segunda salas de la SCJN desaparecerán a partir del 1 de septiembre. La primera sala estaba encargada de sesionar los asuntos en materia civil y penal, mientras que la segunda veía asuntos administrativos y laborales. La primera sala era presidida por la ministra Loretta Ortiz y la segunda por el ministro Javier Laynez Potisek. Los trabajos de la Primera Sala concluyeron el 6 de agosto pasado.
Evita próximo presidente de la SCJN pronunciarse sobre la prisión preventiva oficiosa
El ministro electo y próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz acudió a la Cámara de Diputados, donde se reunió con el presidente de la Junta de Coordinación Política, el diputado Ricardo Monreal. Al concluir ambos ofrecieron conferencia de prensa.
A Aguilar Ortiz, de origen mixteco, se le preguntó su opinión sobre la prisión preventiva oficiosa, luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se manifestara contra esa figura, y lo hizo por el caso de dos indígenas que estuvieron privados de la libertad durante años.
El ministro electo pidió abordar el tema para cuando sea ministro en funciones, a partir del 1 de septiembre, ya que cualquier pronunciamiento suyo al respecto lo podía inhabilitar.
“Por salud del funcionamiento de la Corte no puedo pronunciarme sobre el tema. Lo que puedo decir, en términos generales, es que cualquier sociedad que busque justicia tiene como parámetro los derechos humanos pero hay que atender también a los contextos, a la realidad, a las condiciones en las que nos desenvolvemos las sociedades concretas y eso va a ser el parámetro que vamos a usar en todos los derechos humanos. Aquí yo no podría pronunciar, hacer un pronunciamiento específico sobre la temática”.
Se le preguntó al ministro electo sobre si pesa sobre él el estigma de que es cercano a Morena. Respondió que no tiene carrera política ni compromiso con ningún partido político ni con otros sectores que tengan intereses en la corte.
“Antes que yo, se habían puesto cinco ministros. Si fuera una situación que yo fuera el prospecto, el indicado para representar ciertos intereses, pues yo hubiera sido ministro desde hace cuatro, cinco, seis años. No ha ocurrido así. La reforma judicial, realmente, y lo quiero reconocer, para los pueblos y comunidades indígenas, para mí en lo personal ha sido la oportunidad histórica para llegar a este espacio y servirle a la nación”.
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