La temporada de calor en México ha dejado de ser un fenómeno estacional predecible para convertirse en una crisis climática recurrente que afecta a millones de personas cada año. Con temperaturas que superan los 40°C en muchas regiones, las olas de calor se han vuelto más frecuentes e intensas, poniendo en riesgo la salud pública, la infraestructura y los ecosistemas.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las altas temperaturas en México suelen comenzar a finales de marzo, coincidiendo con el inicio de la primavera. Sin embargo, es en abril y mayo cuando se registran las olas de calor más severas, debido a la presencia de sistemas de alta presión o anticiclónicos que inhiben la formación de nubes y provocan cielos despejados y temperaturas extremas .
En 2024, por ejemplo, el SMN pronosticó cinco ondas de calor: una en marzo, otra en abril, dos en mayo y una en junio. Estas olas de calor afectaron a diversas entidades federativas, especialmente en el norte, centro y sureste del país, donde las temperaturas superaron los 45°C en algunas localidades.
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Consecuencias del calor extremo
Contexto: El calor extremo en México es una realidad que ha llegado para quedarse. Si bien las autoridades han implementado medidas para mitigar sus efectos, la colaboración de la ciudadanía es esencial para enfrentar este desafío climático. La prevención y la preparación son clave para reducir los riesgos asociados a las altas temperaturas y garantizar una mejor calidad de vida para todos.
En ese contexto, las altas temperaturas no solo generan incomodidad, sino que también tienen impactos significativos en la salud, la economía y el medio ambiente. Entre los principales efectos se encuentran:
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- Golpe de calor
- Deshidratación y agotamiento
- Incendios forestales
- Afectaciones a la agricultura
- Presión sobre el sistema eléctrico
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Así será el Día sin Sombra 2025 en México
Cada año, un fenómeno poco conocido pero fascinante ocurre sobre el cielo mexicano: el Día Sin Sombra, también llamado Día de Sombra Cero. Durante este evento, el Sol se posiciona exactamente en el punto cenital, es decir, justo encima de la cabeza de un observador, haciendo que los objetos verticales no proyecten sombra alguna.
Este suceso es exclusivo de las regiones situadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, lo que incluye a gran parte del territorio mexicano. Y lo más llamativo es que no ocurre una sola vez al año, sino dos veces, dependiendo de la latitud de cada ciudad.
De acuerdo con estimaciones astronómicas y con base en registros recientes, en Ciudad de México el Día Sin Sombra tendrá lugar en dos periodos:
- Primera ocurrencia: Entre la segunda mitad de mayo y la primera quincena de junio
- Segunda ocurrencia: Entre junio y agosto, dependiendo de la ubicación específica
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Como referencia, en 2024 este fenómeno se observó en la capital del país el 17 de mayo y el 25 de julio. Aunque las fechas exactas pueden variar ligeramente cada año, se espera que en 2025 se presenten en rangos similares.
Este evento tiene lugar cuando el Sol cruza directamente el cenit de una localidad, un punto que sólo se alcanza en las zonas ubicadas dentro de la franja tropical. En ese instante, los rayos solares caen de forma completamente perpendicular a la superficie terrestre, lo que elimina cualquier sombra que un objeto vertical pueda generar.
El Día Sin Sombra no solo es una curiosidad astronómica; también es una herramienta educativa y científica que permite estudiar con precisión la posición del Sol y sirve como demostración del movimiento de traslación de la Tierra.
AJA
