Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos elogió la idea de que México sobre igualar los aranceles que la administración de Trump planteó para China y señaló que Canadá debería adoptar la misma media para evitar gravámenes sobre sus propias exportaciones en los próximos días.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Durante una entrevista con Bloomberg, Bessent comentó que la propuesta del gobierno mexicano era interesante similar a la que Estados Unidos planea con China.
Te podría interesar
“Creo que sería un buen gesto si los canadienses también lo hicieran, de modo que podríamos tener una especie de 'Fortaleza América del Norte’ contra la avalancha de importaciones chinas”, añadió.
El medio informó que personas relacionados con el asunto arancelario, que algunos funcionarios mexicanos estaban dispuestos a aumentar los aranceles sobre bienes chinos y buscar formas de comprar más productos de los Estados Unidos, en un intento por evitar los aranceles del presidente Donald Trump.
Hasta el momento, no está claro como funcionaría la equiparación de las tasas arancelarias en América del Norte, el impacto en el comercio de México y Canadá con China podría ser significativo.
Este domingo, el secretario de Comercio de EU, Howard Lutnick, insistió que la implementación de aranceles a México y Canadá entraran en vigor el próximo martes, aunque señaló que será el mandatario quien exactamente determine los niveles exactos de aranceles para México y Canadá.
Lutnick también espera que el martes, el presidente Trump aumente los aranceles a China del 10% al 20%, lo que está establecido a menos que el país ponga fin al tráfico de fentanilo a Estados Unidos.
Trump firmó a inicios de febrero la imposición de aranceles del 25 % a México y Canadá en represalia por el tráfico de fentanilo, pero aplazó su entrada en vigor hasta este 4 de marzo después de que esos dos países accedieran a reforzar los controles fronterizos.
Cabe recordar que México ha tomado medidas contra las importaciones asiáticas, sobre todo las provenientes de China, donde impuso un arancel de hasta el 35% a la ropa terminada de países sin un acuerdo de libre comercio, en un intento de enviar una señal a los negociadores al norte de la frontera.