CRIMEN ORGANIZADO

El Z40 y el Z42, los últimos jefes sanguinarios de los Zetas: el relato del periodista Juan Alberto Cedillo

El periodista Juan Alberto Cedillo relató a La Silla Rota que bajo el mando de los hermanos Treviño, los Zetas se convirtieron en el terror de la frontera entre Tamaulipas y Estados Unidos, pero tras su captura, la organización delictiva entró en declive

El Z40 y el Z42, los últimos jefes de los Zetas
El Z40 y el Z42, los últimos jefes de los ZetasCréditos: Especial
Por
Escrito en NACIÓN el

La organización criminal conocida como “Los Zetas” tuvo diferentes líderes a lo largo de su historia, que arrancó en 1997. Entre los más destacados se encuentran los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, “Z-40” y “Z-42”, quienes fueron enviados a Estados Unidos en respuesta a una solicitud hecha por el gobierno de Donald Trump, de acuerdo con autoridades mexicanas.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS

Sin embargo, para México representan una operación militar encubierta fallida para combatir el narcotráfico que, finalmente, escaló la violencia y crueldad que se vivía en el país, relató Juan Alberto Cedillo, periodista, para La Silla Rota.

El origen, ascenso y declive de “Los Zetas” está ligado con las fuerzas armadas mexicanas, explicó Juan Alberto Cedillo, autor de “La masacre de Allende: crónica de un crimen de Estado”, relato de la matanza y destrucción de un pueblo de Coahuila ejecutada por los Zetas, el grupo del que los Treviño Morales fueron los últimos jefes relevantes.

Tamaulipas, el epicentro de “Los Zetas”

En 1997, se realizó una operación militar con el propósito de enviar a cabos de infantería del Grupo Aerotransportado de Fuerzas Especiales (GAFES) para recibir entrenamiento en una base ubicada en Houston, Estados Unidos, al regresar tuvieron que encargarse de la situación de Reynosa, Tamaulipas.

Su llegada a Miguel Alemán, ciudad cercana a Reynosa, cambió la historia. En esa localidad operaba Osiel Cárdenas, jefe máximo del Cártel del Golfo, quien los convenció de desertar y los contrató como escoltas. Posteriormente les encomendó la integración de más personas y convencieron a al menos 30 militares de abandonar el ejército y sumarse.

Como ritual de integración, los colaboradores debían asumir un número, antecedido de la letra Z que está asociada a la clave de identificación en las filas del Estado. Así se formó el apodo de “Z-40”, Miguel Ángel Treviño y de su hermano Omar, “Z-42”, especificó Alberto Cedillo.

Los Zetas se convirtieron en el terror de la frontera entre Tamaulipas y Estados Unidos: se dedicaban a cobrar extorsiones y traficar drogas, pero se hicieron famosos por la violencia extrema que desplegaban.

Su conocimiento de armas, telecomunicaciones y su brutalidad extrema hicieron que les temieran la población, las autoridades y otros grupos.

En 2003, luego de la detención de Osiel Cárdenas, la agrupación comenzó a manejarse por su cuenta y, de esa manera, los hermanos Treviño ganaron un lugar entre los máximos líderes del “cártel de la última letra”.

Miguel Ángel Treviño "El Z-40"

Expansión y dominio en el territorio de otros “narcos”

La agrupación se expandió rápidamente por los diferentes estados de la república, entre ellos, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas y Michoacán, y esto provocó enfrentamientos con “La Familia Michoacana, el Cártel de Juárez, el cártel de los Arellano Félix y el mismo Cártel de Sinaloa”, afirmó el Cedillo.

Los hermanos Treviño adquirieron fama de crueles y despiadados, ya que el mismo “Z-40” relataba a sus colaboradores que había asesinado a más de dos mil personas.

Sobre los actos de ambos hermanos, es “más lo que sabe Estados Unidos que México”, afirmó Cedillo, porque en el otro país es donde se realizan los juicios donde participan diferentes colaboradores de “Los Zetas” y que, por presión o reducir su pena, deciden confesar las acciones de los Treviño.

La marca de la DEA y los Treviño en Allende, Coahuila

A pesar de que la información, en su mayoría, se encuentra en Estados Unidos. México fue testigo de la violencia, crueldad y actos sin piedad que realizaron “Z-40” y “Z-20” en la comunidad de Allende, Coahuila.

Cedillo, quien realizó una investigación a detalle por más de una década sobre los hechos en Allende, mencionó que el poder de “Los Zetas” para llevar a cabo tales acciones se remonta tiempo atrás.

La Procuraduría General de la República (PGR) señaló que Miguel Ángel estuvo detrás del secuestro y asesinato de 72 migrantes, cuyos cuerpos fueron localizados en San Fernando, Tamaulipas, en 2010.

Como estrategia, la agrupación establecía “jefes” en cada una de las plazas nuevas que establecía, igualmente existían múltiples colaboradores, entre ellos se encontraba José Vazquéz Jr. “El Diablo”, conocido por ser uno de los mayores distribuidores de cocaína de la organización.

Omar Treviño Morales "El Z-42"

En 2011, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) realizó un operativo con el que detuvo a un vehículo que, en el tanque de gas, llevaba una cantidad de 800 mil dólares, este era conducido por alguien que reconoció a “El Diablo” como su jefe.

Ante esto, comenzaron las presiones contra José Vazquéz quien, acorralado, cedió y consiguió los números de celular de “Z-40” y “Z-42”. En esta intervención a sus teléfonos, la DEA confirmó acciones de lavado de dinero y narcotráfico en México y EU.

En el marco de la colaboración entre México y EU, la DEA compartió la información con el gobierno federal y local. La información se filtró a través de un agente de la policía federal a los dos líderes y ello provocó que llegaran a Allende para vengarse de los tres colaboradores que los habían delatado: José Vázquez, Héctor Moreno Villanueva y Alfonso “Poncho” Cuéllar.

Según la investigación en su libro, Cedillo alrededor de 300 personas fueron asesinadas o desaparecidas, sin embargo, las cifras oficiales, contabilizaron a 28 víctimas.

Posterior a los hechos, el grupo se dividió por los conflictos internos, así, en los estados de Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas comenzaron a operar el Cártel del Noreste y Los Zetas Vieja Escuela, pero comenzó el declive y, la posterior captura de los hermanos Treviño en 2013 y 2015 debilitó las operaciones. Actualmente tienen poca presencia en zonas de Monterrey, Tampico y Veracruz.

Los Zetas, un imperio de sobornos y combate contra el mismo narco

“En un juicio, ellos (Los Zetas) dicen cuanto le mandaron a (Humberto) Moreira, gobernador de Coahuila, le entregaron cuatro millones de dólares”, anotó Cedillo, lo que ejemplifica la mayor ventaja de “Los Zetas” quienes al ser militares sabían cómo tratar con la élite política y, además conocían el combate al crimen organizado para ganar territorio.

Por varios años, la familia Moreira ha sido parte de la vida política y social de Coahuila, de hecho durante la masacre de Allende, Humberto Moreira era el gobernador del estado, asimismo, se planteó en el libro de Cedillo que las mismas autoridades locales estaban coludidas con la organización lo que permitió tener un control total durante los cuatro días que duró el enfrentamiento en la localidad, por ello no se descarta el soborno y colusión de entes locales.