Agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) detuvieron en Laredo, Texas, a un padre y su hijo señalados de intentar introducir de manera ilegal cientos de armas de fuego hacia México. La captura ocurrió luego de que oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectaran compartimentos ocultos en dos remolques durante una revisión en el cruce internacional Puente 2.
El operativo tuvo lugar el pasado 23 de octubre, cuando los oficiales estadounidenses inspeccionaron dos vehículos que se dirigían al sur, cada uno con un remolque cerrado. Al notar irregularidades en las paredes de las unidades, los agentes ordenaron una revisión más exhaustiva que permitió descubrir los compartimentos falsos cargados con un arsenal.
Dentro de los escondites se encontraron alrededor de 400 armas de distintos calibres, cargadores de alta capacidad y miles de cartuchos de munición. De acuerdo con las autoridades, el cargamento tenía como destino México, donde las armas de contrabando alimentan la violencia generada por el crimen organizado.
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Los conductores fueron identificados como Emilio Ramírez-Cortez, residente legal permanente en Estados Unidos, y su hijo Edgar Ramírez-Díaz, ciudadano estadounidense. Ambos enfrentan cargos federales por tráfico ilegal de armas y fueron puestos bajo custodia del Servicio de Alguaciles Federales (U.S. Marshals Service) en espera de su primera audiencia judicial.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó que la investigación continúa abierta y no descarta la posibilidad de nuevas imputaciones o la identificación de más personas involucradas en la red de tráfico.
Ronald Johnson, el embajador de Estados Unidos en México destacó la noticia publicada por Fox y señaló que se trata de "otro ejemplo de cómo las naciones trabajando juntas dan resultados para la gente. Autoridades estadounidenses incautaron 400 armas que iban a México — y arrestaron a los responsables. Armas que no llegarán a manos criminales".
Contexto: México y Estados Unidos dieron un paso sin precedentes al poner en marcha un plan conjunto para frenar el tráfico de armas hacia territorio mexicano, una de las principales fuentes de violencia en el país.
El acuerdo incluye operativos bilaterales y revisiones más estrictas en los cruces internacionales, como el del Puente Córdova-Américas, que conecta Ciudad Juárez con El Paso, Texas. En este punto, elementos del Ejército mexicano inspeccionan vehículos para detectar armas y municiones provenientes del norte.
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Las autoridades explicaron que la medida tiene como propósito “proteger la seguridad nacional de ambos lados de la frontera”.
El proyecto surge tras diversos episodios de violencia vinculados con armas de contrabando, como el reciente asesinato del abogado Héctor René Rocha González en Juárez, perpetrado con un rifle AK-47 proveniente de Estados Unidos.
El acuerdo refleja un cambio en la política de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum, que se aleja del lema “abrazos, no balazos”.
Tras la visita del secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, ambos países pactaron reforzar la cooperación en inteligencia y tecnología.
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