La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó este viernes que su gobierno está preparado para afrontar la imposición de aranceles del 25% a los productos que Estados Unidos importa desde nuestro país. Incluso afirmó tener un plan A, B y C, para responder según sea la situación.
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Pese a no detallar el contenido del plan A, B o C, la presidenta recalcó que no tomará decisiones de forma apresurada en respuesta a los aranceles que Estados Unidos empezará a aplicar contra productos importados de México a partir de este sábado 1 de febrero.
Así mismo, confirmó que se mantiene una mesa de diálogo con el gobierno de Estados Unidos, en la cual se abordan diversos temas, como la inmigración ilegal, y se “llegan a acuerdos todos los días”. "Vamos a esperar, como siempre he dicho con la cabeza fría" declaró Sheinbaum en conferencia de prensa.
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Esta postura del gobierno mexicano hace suponer que el plan A de Sheinbaum contra los aranceles de Trump es negociar con el gobierno de Estados Unidos, haciendo hincapié en las repercusiones negativas que tendrían los aranceles para los consumidores estadounidenses.
Este viernes, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, informó que el alza a las tarifas arancelarias a productos mexicanos en Estados Unidos tendrá un impacto directo en los precios de productos finales como autos, computadoras, televisores y electrodomésticos, ya que México es el principal exportador de estos.
“México es el principal exportador de productos finales como autos, computadoras, televisores y refrigeradores. Tomé solamente algunos, son los principales, para no hacer una lista tan exhaustiva. Los consumidores estadounidenses se verían afectados, en primer lugar, porque los precios van a ser más altos, es decir, les van a subir el precio 25 por ciento de todos estos productos”, dijo el secretario de Economía.
El plan B
El plan B de Sheinbaum contra los aranceles de Trump podría estar relacionado con la posibilidad de hacer uso de un fondo de emergencia que ayude a los empresarios a sortear el incremento del precio de sus productos por los impuestos del 25% al entrar a Estados Unidos.
Hasta el momento, se sabe que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ya sostiene reuniones con empresarios para analizar las acciones del sector empresarial en respuesta a los aranceles de Trump.
Enfocarse en el mercado interno o buscar exportar a otros destinos podrían ser opciones para los empresarios en México. Mientras tanto, el gobierno ha confirmado inversiones multimillonarias para los próximos años.
Plan C: Guerra arancelaria
El último plan de Sheinbaum podría ser entrar a una guerra arancelaria con EU, opción que ya se barajaba desde noviembre del año pasado, antes de que Trump asumiera la presidencia.
En la mañanera del 26 de noviembre del 2024, Sheinbaum advirtió a Trump que si opta por imponer un arancel del 25% a todos los productos de México, se toparía con una respuesta similar, aunque ponga en riesgo empresas comunes.
“Se requiere de cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos. A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes. Sí, comunes. Por ejemplo, de los principales exportadores de México a Estados Unidos son General Motors, Stellantis y Ford Motor Company, las cuales llegaron a México hace 80 años. ¿Por qué ponerle un impuesto que las ponga en riesgo? No es aceptable y causaría a Estados Unidos y a México inflación y pérdidas de empleo”.
Esta medida es respaldada por analistas económicos. La directora del Observatorio económico de México, Sofía Ramírez, declaró en entrevista para CNN que México debería responder de manera proporcional a los aranceles de Trump.
“Si Estados Unidos nos impone aranceles, México tiene que responder en la misma magnitud y en la misma medida. Aranceles a todos los productos, se devuelve con aranceles a todos los productos, aranceles por sectores, se devuelve con aranceles por sectores hasta por el volumen del daño estimado que generaron los aranceles de ida”, opinó Ramírez.
El medio recalca que no es la primera vez que México y EU van a una guerra de aranceles, pues en 2018, durante el primer mandato de Trump, EU impuso aranceles al acero y al aluminio de México, a lo que el gobierno del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador respondió con aranceles a productos agrícolas estadounidenses.
El conflicto arancelario terminó con ambos países retirando los aranceles en junio de 2019.
En ese entonces, la Secretaría de Economía de México dijo que “la estrategia de represalias puesta en marcha a ciertos productos estadounidenses, entre los que destacaban los agrícolas, fue determinante” para que Estados Unidos diera marcha atrás a los aranceles al acero y el aluminio mexicanos.
Otro que está de acuerdo con regresar el golpe arancelario a EU con aranceles es el exsecretario de Economía Ildefonso Guajardo, quien declaró que el gobierno mexicano tiene la posibilidad de devolver el golpe mediante medidas arancelarias dirigidas a sectores clave para los votantes republicanos, la principal base de apoyo de Trump.
Guajardo sostiene que golpear industrias clave para estados republicanos puede generar presión política contra Trump y obligarlo a negociar con México y hasta retirar los aranceles.
México debe estar preparado para responder con mano firme. “No basta con reaccionar; hay que hacerlo de forma calculada, golpeando donde más les duela políticamente”, concluyó.