Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hizo saber este martes que renunciará a su cargo ante las nuevas disposiciones que mandata la reforma judicial, pero remarcó que no abandona una tarea inconclusa, sino que comprende los cargos públicos como préstamos temporales.
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En el escrito dirigido al presidente del Senado, así como a los legisladores de la Cámara alta, Gutiérrez Ortiz Mena afirmó que se da el lujo de dejar su puesto con la serenidad de haber sido fiel a los principios constitucionales que guían la labor de un ministro de la Corte.
“Renuncio, no como quien abandona una tarea inconclusa, sino como quien entiende que los cargos públicos son préstamos temporales, conferidos para ser desempeñados con decoro mientras dure el encargo. El único lujo que me permito al dejar este puesto es hacerlo con la serenidad de haber sido fiel a los principios constitucionales que guían esta labor. Al final, el verdadero triunfo no es aferrarse al cargo, sino saber cuándo dejarlo con gracia, consciente de que nadie es indispensable, solo libre”, escribió el ministro.
Expuso que su renuncia se debe a que no se considera un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular, pues observa que la función de un ministro de la Corte no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en resguardar los derechos de quienes más lo necesitan.
Detalló que ha decidido presentar su renuncia dentro del plazo establecido en el séptimo transitorio de la reforma judicial, ya que de no hacerlo caería bajo la hipótesis del tercer párrafo del artículo 98 de la Constitución, que exige causa grave para justificar una renuncia extemporánea, situación en la que no se encuentra.
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena recalcó que su renuncia no implica una “aceptación tácita de la constitucionalidad de la reforma. Procedo conforme a la presunción de validez que toda norma merece mientras no sea revocada por un tribunal competente. Pero, como tantas cosas en el derecho, esa presunción es provisional, frágil y tal vez destinada a desaparecer cuando la Corte emita su juicio final. Hasta entonces. seguiré las reglas vigentes”.
“Por respeto a la Constitución que juré defender, mi renuncia surtirá efecto el 31 de agosto de 2025. Hasta ese día, continuaré cumpliendo mis responsabilidades con la misma integridad que he intentado mantener desde mi primer día en este cargo”.
¿Cuándo asumió su cargo como ministro de la Corte?
Recordó que aceptó el puesto el 27 de noviembre de 2012, sabiendo que ser juez constitucional implicaba algo más que interpretar textos legales, pues tenía la responsabilidad de “mantener viva la promesa de justicia en un Estado democrático”.
Indicó que la “Constitución, al igual que el derecho, no es solo un conjunto de normas, sino una estructura de principios destinada a proteger a todos, especialmente a quienes carecen de voz o respaldo popular”.
Renuncia de Pardo Rebolledo
El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo presentó su renuncia al cargo y declinó participar en el proceso electoral extraordinario para ser elegido por voto popular. La renuncia del ministro entrará en vigor el 31 de agosto de 2025.
Mediante una carta dirigida a la mesa directiva de la Cámara de Senadores, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) informó su decisión de no participar en el proceso electoral decretado para el próximo año tras la reforma al Poder Judicial.
En su carta, el ministro señala que él fue designado por el Senado en 2011, como ministro del máximo tribunal de la nación por un periodo de 15 años, el cual termina el 9 de febrero de 2026, pero que tras la reforma, ese plazo se ve abruptamente interrumpido.
Recalca que la reforma lo obliga a elegir participar en el proceso electoral para seguir en el cargo hasta el término de su periodo designado, o renunciar a él, con fecha de 31 de agosto del 2025.
“Ante tal disyuntiva, hago de su conocimiento que declino participar en el proceso electoral extraordinario 2024-2025 para la designación de personas ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, notificó el ministro a los senadores.
En su carta de renuncia, recalca que ejerció por 40 años la carrera judicial, destacando que se va con un expediente limpio y con la convicción y orgullo de haber ejercido sus funciones con honestidad, imparcialidad, objetividad y excelencia.
Aclara que su renuncia no significa un acto de claudicación de su parte, ni de conformidad con la reforma al Poder Judicial, sino más bien que está condicionado por esta a renunciar a su cargo.
“Rechazo enérgicamente las injurias, insultos e infundios de los que he sido objeto como integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sostengo la relevancia que tiene la Carrera Judicial en la impartición de justicia y presento mi renuncia no como un acto de conveniencia sino de congruencia personal”, sentenció.