Junto con el tequila, el mezcal se ha consolidado como una bebida mexicana por excelencia, que le ha dado la vuelta al mundo y sorprende a los paladares más exigentes a nivel global.
Para festejar el Día del mezcal, que ocurre cada 20 de octubre nivel nacional, revisamos la importancia que tiene esta bebida destilada de maguey, que por su aromático sabor, se ha consolidado en la preferencia de los consumidores.
¿Dónde se produce el mezcal?
El más tradicional es el de Oaxaca, pero el mezcal se produce en otras zonas de México, gracias a que el gusto por esta bebida se ha ido ampliando, con el paso de los años, a otros estados además de la región sur de nuestro país.
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De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, en nuestro país existen ocho estados que cuentan con denominación de origen para la producción de este destilado de maguey: Zacatecas, Durango, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas y Oaxaca.
De acuerdo con cifras de Statista, la producción de mezcal en 2023 fue de 12.2 millones litros, que si se comparan con el millón de litros que se producía en 2012, no da una idea del éxito que ha tenido a través del tiempo.
La misma fuente indica que las bebidas destiladas de México tienen una proyección cada vez mayor alrededor del mundo. El valor del mercado de destilados mexicanos alcanzó un valor de más de 69 mil millones de pesos, mientras que sus ventas superaron los 25 mil millones de pesos.
Maridaje de mezcal, ¿Cuál es es el mejor?
El mezcal se puede maridar con diferentes productos, tanto salados como dulces. Entre lo dulce, el mezcal se suele servir con jugos, zumos y néctares de diferentes frutas, pero también se puede consumir con chocolate, que también en Oaxaca tiene sabores que sorprenden al mundo.
Pero esta bebida también se puede consumir con quesos, carnes, chorizos y mariscos. Como el mezcal de Oaxaca es uno de los más tradicionales, es común que el mezcal se sirva con algunos de los platillos más representativos de la comida de esta región.
Así, las tlayudas, el mole y las diferentes especies de insectos comestibles, entre muchos otros ejemplos de la gastronomía oaxaqueña, se llevan muy bien con un caballito de mezcal. En Guerrero, por su parte, el delicioso pozole se suele servir con este destilado de maguey.