A 9 años de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, el periodista Jorge Fernández Menéndez sostiene que autoridades, familiares y asesores saben perfectamente lo que pasó aquella noche. De acuerdo con su columna Razones, escrita en Excelsior, el periodista afirma que por lo menos 19 normalistas fallecieron calcinados a manos de criminales de Guerreros Unidos y de policías municipales.
Según el columnista, lo anterior fue revelado por criminales detenidos y está sostenido por las capturas de pantalla que posee la DEA.
“El 16 de enero del 2015, Felipe Rodríguez Salgado, ‘El Cepillo’ o ‘El Terco’, uno de los jefes de sicarios de Guerreros Unidos, contó cómo el 26 de septiembre le avisaron a las 9:30 de la noche que les llevarían unos ‘paquetes’ (víctimas). Iban ocho patrullas municipales, con entre 30 y 35 policías y entre 38 y 41 'paquetes detenidos amarrados con mecates, algunos con esposas y otros ensangrentados'. Se fueron con una parte de ellos en un camión de tres y media toneladas al basurero de Cocula. “Antes del llegar al basurero pateé a uno de los estudiantes que iba debajo de mí y le pregunté que quién los había mandado y me dijo que los mandó ‘El Carrete’ (jefe del Cártel de Los Rojos), de Cuernavaca, Morelos, y en ese momento le marqué un X en la espalda con pintura en aerosol”.
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Dice El Terco que cuando llegaron al basurero, “los de abajo” (iban todos apilados) estaban muertos por asfixia y que quedaban vivos unos 18 jóvenes.
Agustín García Reyes, “El Chereje”, detenido desde octubre de 2014, cuenta que “al llegar al basurero, ‘El Jimy’ estacionó la camioneta y ambos empezamos a bajar a los estudiantes que traíamos atrás, los jalamos de los pies y los arrojamos al piso boca abajo y los cuatro (que iban en la camioneta pequeña) estaban vivos”.
Enseguida, dice “El Chereje”: “Llegó la camioneta grande y ‘El Cepillo’ (‘El Terco’), ‘El Jona’, ‘El Pato’, ‘El Chequel’, ‘El Güereque’, ‘El Primo’, ‘El Bimbo’ y ‘El Pajarraco’ (todos identificados, detenidos y liberados por la Fiscalía especial) empiezan a bajar a los estudiantes que iban amontonados y estaban acostados a lo largo unos sobre otros, boca abajo. No iban amarrados y los comienzan a bajar, los dejan a todos acostados boca abajo y los amontonan… les empiezan a preguntar a qué venían a Iguala. Y los estudiantes, dice, al principio no respondían nada, pero los mismos estudiantes nombraron a una persona apodada “El Cochiloco”… El Terco y El Pato le empiezan a preguntar al Cochiloco a qué habían venido. Y él respondió que por la esposa de Abarca… le disparan en la cabeza a unos veinte. El Terco nos dice a mí y al Bimbo que empecemos a jalar los cuerpos que ya estaban muertos y los ponemos a la orilla del basurero… el primo de El Bimbo y La Rana los agarran de pies y manos y los arrojan al basurero…”. Los testimonios de los sicarios detenidos, coinciden en que los que aún estaban vivos fueron muertos a palazos.
“Comenzamos a amontonar muchas piedras y empezamos entre todos a acarrear los cuerpos hacia el círculo y los vamos acomodando. ‘El Terco’ les echa diésel o gasolina de un galón de 20 litros, les prende fuego con un encendedor y les vamos echando leña y plástico… comienzan a arder y yo, dice ‘El Chereje’, sigo juntando botellas, llantas, cualquier plástico para que no se apagara el fuego”.
Cuando los están quemando, cuenta el sicario Salvador Reza Jacobo, “El Lucas” que “le echaron relajo a El Jona y que le dijeron “a que te rajas Jona a comerte un pedazo de carne humana” y el Jona agarró un pedazo de carne y se lo comió. Dijo El Jona que sabía bueno y El Pato dijo que cuando se están quemando huele mejor que la carne asada”.
Cuenta El Chereje y coinciden los demás sicarios que “permanecimos cerca de 15 horas, hasta que nos dieron las cinco de la tarde… esperamos que se enfriaran las cenizas y los recogimos con la mano y unas botellas. Sólo había una pala. Ocupamos cerca de ocho bolsas de basura… llegamos al río San Juan como a las seis de la tarde y empezamos a arrojar las bolsas completas al río y de ahí nos regresamos”.
Ahí murieron 19 jóvenes. De los demás no hay información fidedigna.
Por supuesto que hay muchos más ángulos, pero ésta es la terrible historia, relatada por los victimarios, confirmada por pruebas y peritajes, de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014. Lo saben las autoridades, los padres y sus representantes.