El presidente Andrés Manuel López Obrador ha ajustado su estrategia para las elecciones del próximo año, buscando cerrar un ciclo de responsabilización del pasado político, a través de la reapertura del caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio, quien era candidato a la presidencia de la república por parte del PRI para las elecciones de 1994; de acuerdo con información de Raymundo Riva Palacio publicada en su columna de este 19 de septiembre.
“La reapertura del Caso Colosio pretende reescribir a modo lo que cuatro fiscales, desde diferentes posiciones concluyeron”, expone el periodista, al señalar que Mario Aburto ha sido declarado como asesino solitario, que fue quien hizo los dos disparos contra Colosio, y que no fue sustraído de la delegación de la PGR en Tijuana para ser interrogado por el entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, momento en que habría sido torturado para que se autoincriminara.
Inicialmente, señala el periodista, se planeaba usar a partir del próximo mes de octubre la sentencia de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, como detonante para desprestigiar al PAN, pero la sentencia se retrasó hasta marzo. Ahora, los nuevos objetivos son el expresidente Carlos Salinas, José Córdoba Montoya y el CISEN, a quienes buscan acusar de tortura y violación al debido proceso. Riva Palacio recuerda que el asesinato de Colosio fue uno de los primeros temas presentados por el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, al presidente "para ajustar cuentas políticas con el pasado".
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Se busca vincular al expresidente Carlos Salinas con la supuesta instrucción al gobernador de Sonora de viajar a Tijuana la noche del asesinato de Colosio para obtener información confidencial. También se busca relacionar al CISEN bajo la dirección de Jorge Tello Peón debido a la presencia de un agente cerca del lugar del asesinato, cuya camisa estaba manchada de sangre, aparentemente debido a su ayuda en el traslado del cuerpo de Colosio. Además, se intenta señalar a José Córdoba Montoya como presunto cómplice del crimen debido a su cargo y a su amistad con el candidato sustituto de Colosio, Ernesto Zedillo.
AMLO reabre el caso Colosio
El punto de partida se encuentra en una queja presentada por Rubén Aburto, hermano de Mario Aburto, el asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, el 17 de febrero de 2021, ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). En la queja, Aburto alegó presuntas violaciones a los derechos humanos, incluyendo falta de atención médica adecuada y tratos crueles.
Una semana después, la CNDH emitió medidas cautelares a favor de Aburto y anunció su intención de reabrir el Caso Colosio a la luz de nuevas evidencias y declaraciones que él proporcionara. Sin embargo, la CNDH liderada por Rosario Piedra emitió una recomendación en octubre del mismo año, alegando tortura y violaciones al debido proceso, sin presentar documentación sólida para respaldar sus conclusiones ni evidencia adicional que respaldara sus afirmaciones.
El interés en el Caso Colosio durante el gobierno de López Obrador ganó fuerza en diciembre cuando el presidente dio su aprobación para que el Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, comenzara los preparativos, expone Riva Palacio. Para este fin, se asignó a aproximadamente cincuenta miembros de su personal para trabajar en el caso.
En la carta enviada en marzo de este año, Aburto señaló que sus derechos fueron violados ya que no contaba con los recursos suficientes para apelar en contra de lo que se le estaba acusando. “Ya leí la carta de los papás de Aburto, ya la entregué a la Secretaría de Gobernación (Segob) para su revisión y si hay posibilidades de reabrir el caso Colosio se hará”, puntualizó AMLO en su conferencia mañanera del 25 de marzo.
En las Lenguas Viperinas de La Silla Rota, se señaló el pasado 6 de marzo que el fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero fue emplazado por un juez con la finalidad de que presente un informe que confirme o desmienta a Arbusto Martínez fue torturado para confesar su culpa en el asesinato del candidato. En el mes de febrero, LSR adelantó que se abriría un caso como parte de una estrategia del presidente de la república, dicha mención se hizo a pocas semanas de cumplirse un año más del magnicidio.
En una entrevista realizada en este mismo año a Aburto por parte de la periodista Laura Sánchez, el imputado y encarcelado por más de 27 años indicó que él no había hecho nada y declaró: "Soy inocente".