Juan Ramón de la Fuente alista sus maletas para dejar Nueva York y desembarcar en México. La UNAM está calentando motores para elegir a rector o rectora en relevo del doctor Enrique Graue Wichers y el país está en plena efervescencia por la sucesión presidencial del 2024, con corcholatas a todo galope y una oposición vapuleada, pero todos en movimiento. ¿A dónde va a colocar su experiencia el embajador de México ante la ONU?
Porque de Juan Ramón de la Fuente se ha dicho cantidad de especulaciones, algunas inverosímiles como que apoyaría a Rosaura Ruiz para la Rectoría de la UNAM, cuando la propia norma universitaria precisa que para ese cargo se requiere tener hasta 70 años de edad, misma que supera. Y así muchas historias difíciles de sostener.
De la Fuente fue mencionado como presidenciable en el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000) y el entonces presidente hasta bromeaba con él, “un médico que no cura una gripe”, y alguna vez el diario El Economista alcanzó a tomarle una fotografía cuando tropezó. Al final de cuentas a donde sí llegó fue a la Rectoría de la UNAM, a la cual sacó de la crisis por la huelga más larga de su historia.
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Un día, justo cuando estaba la huelga en su apogeo, Vicente Fox, candidato presidencial, no paraba de hablar del tema de la UNAM. Eran los últimos días de 1999. La respuesta de Juan Ramón de la Fuente como rector fue contundente: “hay quienes hablan de mucho, pero saben de muy poco”. No obstante, De la Fuente mantuvo la estabilidad de la Universidad en todo el sexenio foxista y parte del de Felipe Calderón.
Por eso ahora muchos se preguntan qué hará el ex rector, siquiatra y autor de diversos libros de corte académico ahora que termina en septiembre su periodo como embajador de México ante la ONU.
-Regresa a México y ¿va a ser política? ¿Va a participar de alguna manera? Es universitario y fue rector de la UNAM. ¿Va a participar en el proceso de sucesión en la Universidad Nacional Autónoma de México?
-Te contesto las dos con mucha claridad. Regreso por lo pronto a la UNAM, de donde tengo licencia, goce de sueldo, desde luego, porque mi encargo en la ONU ya se está acabando, ya acabó el Consejo de Seguridad, ya estuve aquí casi los cinco años, que es el tiempo promedio que está un embajador. Sí, es hora de regresar y mis tiempos están marcados por la ONU, no por la dinámica local. Y segundo, no voy a participar en lo más mínimo en los procesos internos de sucesión del rector. No me toca a Jorge, ya no me toca. Me tocó cuando quería yo ser rector o cuando iba a ser rector y lo hice. No voy a participar. Sería un error de mi parte hacerlo. Y no hay el menor de los intereses en ello. Incluso si en un momento dado esto requiriera que ampliara mi licencia un par de meses más hasta que se resuelva eso, lo haré. Hombre, está clarísimo. Y qué bueno que me lo preguntas para que no quepa la menor duda al respecto. Y sobre qué voy a hacer más adelante. Pues tampoco lo sé. Por lo pronto, mis planes sí son regresar a la academia porque tengo un par de libros que estoy trabajando sobre estos temas, que espero pronto los pueda concluir y que me parece que pues quienes hemos tenido una trayectoria fundamentalmente académica e intelectual y nunca nos hemos apartado de ella, pues resulta muy atractivo y muy estimulante para esta nueva etapa en mi vida el poder tener un espacio y un tiempo para dedicarme a esto y pues y qué mejor espacio que mi propia alma mater con la que he estado vinculado desde hace casi 50 años.
-El año que entra será un año de grande efervescencia política. ¿Veremos a Juan Ramón de la Fuente activo?
-Ya lo platicaremos. Vamos a ver, yo no hago planes a largo plazo, porque en la vida eso que casi nunca funciona, pero por lo pronto concluyo esta etapa, trataré de concentrarme en lo que te he dicho, sin meterme en ningún tipo de dinámica interna, de política universitaria, porque ya no me toca, y más adelante pues vamos a ver cómo evoluciona la política del país. Sí soy de los que creo que México tiene que seguir adelante en la transformación. Yo sí estoy convencido que la transformación es necesaria para México y si en un momento dado soy requerido para contribuir en algo en lo que yo me sienta capaz y convencido de hacerlo, pues lo platicamos con mucho gusto.
-¿Del mismo partido o del partido que sea?
-Acuérdate que yo nunca he militado en ningún partido, no fui del PRI nunca, no fui del PRD, nunca. Y no soy militante de Morena porque no participo en la vida partidista, pero sí estoy comprometido con la transformación de México.
Juan Ramón de la Fuente ya está con las maletas listas. Ahora falta por ver si alguna corcholata lo invita a su equipo. Seguramente ya lo platicarán.