Este 20 de junio se cumple un año del fallecimiento de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, los dos sacerdotes jesuitas que fueron asesinados en el altar de la parroquia de San Francisco Javier, en poblado de Cerocahui, Chihuahua, cuando intentaban proteger a Pedro Palma Gutiérrez, un guía de turistas quien llegó al templo intentando escapar de un sujeto armado que lo perseguía.
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Los hechos de aquel entonces conmocionaron al país, pues los sacerdotes fueron asesinados al interior de la iglesia por José Noriel Portillo, “El Chueco", líder criminal del grupo delictivo Gente Nueva, quien era buscado desde 2018 por autoridades en Chihuahua, por su presunta responsabilidad en el asesinato del turista estadounidense Patrick Braxton- Andrews.
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Según narró el sacerdote jesuita, Javier “El Pato” Ávila, quien presenció el asesinato de sus compañeros jesuitas y del guía de turistas, "El Chueco" entró a la iglesia y asesino primeramente al Pedro Eliodoro, seguido por sus compañeros curas Javier Campos y Joaquín Mora, de 79 y 81 años, pero cuando le tocaba a él, el líder criminal de desistió de matarlo y platico con él durante una hora.
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Luego de eso, el delincuente se retiró, no sin antes recoger los cuerpos de sus víctimas para desaparecerlos, a lo que el padre Javier Ávila contó que intentó negociar con "El Chueco" para que no se llevará los cuerpos, sin embargo, esto no fue posible, pues el delincuente insistió en llevárselos del lugar.
{"quite”: El delincuente se quedó desconcertado y se puso a platicar con él, le pidió perdón, le pidió confesión. Estuvieron platicando una hora, en el patio interior de la casa parroquial”, explicó el padre Javier Ávila."}
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También comentó que los sacerdotes jesuitas conocían a ''El Chueco'' desde que este era apenas un niño, pero ello no impidió que este los asesinara dentro de la iglesia.
¿Quienes eran los sacerdotes jesuitas asesinados?
Javier Campos y Joaquín Mora servían en la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
Javier Campos Morales conocido por la congregación como “El Gallo”, era originario de la Ciudad de México, lugar donde nació el 13 de febrero de 1943, aunque su infancia la vivió en Monterrey, Nuevo León.
Cuando cumplió 16 años, ingresó a la Compañía de Jesús y se ordenó sacerdote en junio de 1972, Un año después comenzó su misión como superior local, vicario pastoral y episcopal en la Sierra Tarahumara, en la comunidad de Norogachi.
En 1996 llegó a la comunidad de Cerocahui donde permaneció hasta el 2016, para posteriormente regresar en el año 2019, para fungir como Superior de la Misión Jesuita, Párroco y Vicario de Pastoral Indígena de la Diócesis de la Tarahumara hasta el día de su muerte.
Joaquín César Mora Salazar, conocido también como “El Morita”, nació el 28 de agosto de 1941 en la capital de Nuevo León, y se enlistó en la Compañía de Jesús en julio de 1958, también cuando tenía 16 años.
El fue ordenado sacerdote en mayo de 1971, llegando a la Sierra Tarahumara como misionero cinco años después, donde permaneció por seis meses, desempeñándose como Vicario Cooperador.
En la misma Tarahumara realizó su Tercera Probación de 1976 a 1977 y regresaría en 1998 al 1999.
Desde el 2000 fungió como Vicario Parroquial en Chínipas, hasta 2006, posteriormente como Vicario Cooperador en Cerocahui, Chihuahua durante 23 años y medio.
Jesuitas preparan homenaje
Como conmemoración al asesinato de los jesuitas, la Compañía de Jesús en México ha preparado una serie de eventos entre los que se incluyen, la realización de diversas misas, el repique de campanas, rosarios, velación, y una caravana que se llevará a cabo el 19 de junio a las 12 horas y que iniciará en el lugar de las cruces – San Rafael, Bahuichivo – Cerocahui.
VGB