TRABAJO INFANTIL

De 4 a 6 años, 9% de niños que trabajan ilegalmente: Consejo Ciudadano

El trabajo infantil en México, impulsado por la desigualdad, aumenta especialmente en calles y pequeños negocios; los niños de 12 a 15 años son los más afectados

Créditos: Cuartoscuro y La Silla Rota
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A pesar de que la explotación por trabajo infantil está prohibida, niños y adolescentes pueden ser víctimas de grupos delictivos que los ponen a trabajar en actividades sexuales, servidumbre o mendicidad forzosa.

Pero es sobre todo la desigualdad social y económica en el país la que provoca que haya menores que en lugar de jugar o estudiar trabajen en loncherías, cerrajerías, tiendas u otros negocios, pese a que por su edad no deberían hacerlo, explicó a La Silla Rota el presidente del Consejo Ciudadano, Salvador Guerrero Chiprés.

De acuerdo con datos del consejo, que mediante una línea telefónica recibe llamadas de personas que denuncian trabajo infantil ilegal, de los 184 reportes recibidos entre 2022 hasta este 12 de junio, por rango de edad el mayor grupo de menores en esta situación son los que tienen de 12 a 15 años de edad, con 41 por ciento; luego están los de 7 a 11 años, con 26 por ciento, los de 16 a 17 años le siguen, con 19 por ciento y después con 9 por ciento los de 4 a 6 años.

“Donde queremos que se nos indique que hay un foco rojo es este del 9 por ciento porque hay el señalamiento de trabajo y explotación infantil en niñas y niños de entre cuatro a seis años”, alertó Guerrero Chiprés.

“Es ahí básicamente en donde está una probable modalidad de trata de personas, que puede ser la servidumbre o la mendicidad forzosa”.

EN LA CALLE ES DONDE MÁS TRABAJAN

Destaca que de los principales sitios donde eventualmente podría estarse desarrollando ese tipo de trabajo de los reportes que tienen, 26 por ciento es en la calle; 16 por ciento en locales; 10 por ciento en negocio; 5 por ciento en empresas, así como puestos o restaurantes, mientras que 3 por ciento lo hacen en campos agrícolas, así como en residencias o casa habitación, tiendas, mercados o tianguis.

“Nos hablan mucho del Estado de México, de Jalisco, de Querétaro y de Quintana Roo”, añadió.

De la totalidad de reportes, solamente el 4 por ciento es presentado por las niñas y los niños, el 96 por ciento proviene de adultos que solidariamente denuncian. El consejo analiza cada caso y sobre todo si son o no de riesgo crítico.

“No tenemos ninguno de este tipo, si lo fuera, interrumpimos la llamada y nos comunicamos con la autoridad que corresponda. Son relatos de hechos, peticiones de situaciones de presunta responsabilidad, canalizamos si hay suficientes datos, tiempo, hora, circunstancias, lo compartimos con la Policía de Investigación o la fiscalía. Si llega a haber casos muy significativos que implican un cierto modus operandi y relacionados con temas más complejos, lo reportamos directamente al gabinete de seguridad de la doctora Claudia Sheinbaum”, afirmó.

Además, tienen una relación muy dinámica con el DIF que tiene un sistema de procuradurías y de acuerdo con eso, interactúan con las autoridades locales y federales.

DESIGUALDAD

- ¿Cree que hace falta mayor conciencia para detectar estos casos y evitarlos?

-El gran tema que está detrás es el de la desigualdad, mientras haya una distribución de la riqueza nacional tan dispar el trabajo infantil va a estar ahí. El sábado fui a una fiesta y había niños que iban acompañados de su mamá y papá y tienen un acompañamiento de una trabajadora del hogar. Cuando vas al baño o atrás donde está el jardín de la fiesta, hay un niño de 12 años trabajando, con filipina y muy serio laborando, con su mamá que está haciendo la mesereada. El tema es la desigualdad, mientras como sociedad no hagamos algo.

- ¿Y el crimen organizado también se aprovecha de esto?

-Obviamente sí, más allá que es un tema de coyuntura o permanente el asunto de la delincuencia organizada, en la medida en que las familias, las comunidades, los empresarios y autoridades locales, sobre todo en partes rurales y en los cinturones de pobreza de las grandes ciudades, el compromiso es de difundir, aterrizar, explorar, presentar y hacer vigentes los problemas que hay en los procesos de reclutamiento delictivo.

“No creemos que haya una presencia o sobrerrepresentación de la presencia de la delincuencia organizada en la explotación de los niños. Entiendo que es un tema periodístico y político, pero en términos de los datos que tenemos no vemos eso más importante que el tema de la desigualdad. En una familia donde está la mamá, el 34 por ciento de los hogares, que tiene 2 o 3 niños, debe trabajar, a veces los niños deciden hacerlo también o ella les dice ‘ayúdenme, trabajen la mitad del día’. Entonces, eso también es importante”.

-Hay un dato importante en un boletín de ustedes, que menciona que uno de cada cinco víctimas de trata es menor de edad, ¿así es?

-Así es, en el caso de explotación sexual 70 por ciento son mujeres. En trata de personas, el perfil de explotación buscan a niñas de 11 a 17 años en espacios rurales y de familias que tienen severos problemas económicos y que no hay presencia Integral del papá y la mamá, entonces ellos buscan en esos espacios donde reclutar a sus víctimas, concluyó.

SON MENORES DE EDAD Y YA HACEN QUESO

Una de las tantas manifestaciones del trabajo infantil se registra en el Estado de México. Daniela Vázquez es una menor de edad. Tiene 16 años. Su actividad económica es la elaboración de quesos y lácteos.

“Yo aprendí a hacer el queso tipo Oaxaca, el botanero, el añejo, el de canasta y el yogurt de diferentes sabores”, explicó a La Silla Rota. Daniela afirmó que le gusta esa actividad que le genera un ingreso, laborando en el pueblo de Santa Bárbara, en Cuautitlán Izcalli.

Beto, hermano de Daniela, también se dedica a esa actividad. En su caso a él le gusta elaborar el queso manchego, panela y Oaxaca, además del yogurt natural y de diferentes sabores. Ambos aprendieron el oficio de su papá Alberto.

La actividad del trabajo infantil en el Estado de México esta normada con base en los Derechos de las Niñas, los Niños y Adolescentes del Estado de México, que se instituye en la Procuraduría de las Niñas, Niños y Adolescentes que tiene cada municipio del Estado de México.

En el caso de Daniela y Beto, aprendieron el oficio de su papá y trabajan por gusto pero también para obtener un ingreso económico. Sin embargo, hay casos documentados de personas que explotan a menores de edad y los obligan a trabajar. María Lorenza “N” fue detenida el primero de mayo pasado en el municipio de Cuautitlán y vinculada a proceso, de acuerdo con informes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

La FGJEM acreditó su probable participación en el delito de trata de personas, en la modalidad de trabajos forzados, en agravio de un adolescente.

La mujer en los meses de enero a julio del año 2021 trasladaba a la víctima a diferentes puntos del municipio de Cuautitlán, donde al parecer lo obligaba a comercializar flores y chocolates. En caso de que el menor de edad se negara a llevar a cabo esta actividad, Lorenza “N” lo golpeaba.

TRABAJO INFANTIL VA EN AUMENTO

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dio a conocer este 12 de junio  que de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, por primera vez en 20 años el trabajo infantil va en aumento y 80 millones de niñas y niños que trabajan lo hacen en las formas de mayor riesgo.

En el caso de México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 2.2 millones de personas entre 5 y 17 años trabajaron, de estos, 71.2 por ciento fueron hombres y 28.8 por ciento mujeres, cita la comisión.

“La actualización de esta encuesta trienal es relevante para observar el impacto de la pandemia por la covid-19, que, entre otras cosas, ocasionó una vinculación entre precariedad económica, familiar y trabajo; así como el aumento de la deserción escolar. En consecuencia, la población infantil y adolescente se encuentra en una situación de vulnerabilidad ante la explotación laboral y trata”.

De acuerdo con la misma fuente, la población de niñas, niños y adolescentes, de 5 a 17 años ocupados en la Ciudad de México fue de 52 mil 275; 32 por ciento lo hizo por debajo de la edad permitida, 15 años, mientras que el 57 por ciento trabajó en actividades peligrosas.

“En relación con lo anterior, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México reitera su preocupación por la modificación del numeral 8, fracción II del Artículo 176 de la Ley Federal del Trabajo, publicada en abril del año pasado, que elimina la prohibición absoluta que existía del trabajo infantil de personas adolescentes entre 15 y 17 años en las actividades agrícolas, forestales, de aserrado, silvícolas, de caza y pesca, lo que genera incentivos para que las y los adolescentes continúen participando en estos trabajos precarizados, peligrosos e inapropiados para su desarrollo”.

DJC