JEFES DE ESTADO

El hermetismo histórico de la salud de los presidentes

L a salud de AMLO, así como de otros mandatarios mexicanos en el pasado, se mantiene con un hermetismo que pocas veces se ve en el manejo del país

Créditos: Cuartoscuro y La Silla Rota
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Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, recayó en una tercera infección de Covid-19, o al menos, eso es la información oficial. En un principio, el domingo 23 de abril circulaban versiones sobre un desvanecimiento del mandatario en Mérida, poco después se desmintió de manera oficial; pese a esto, los rumores de una afección más grave como un infarto siguieron circulando y es que la salud de AMLO así como de otros mandatarios mexicanos en el pasado se mantiene con un hermetismo que pocas veces se ve en el manejo del país. Todo indica que, cuando se trata de salud, ya sea propia o del país, les da porque no se mencione nada de ellos por días. 

Según la información oficial, el presidente se encuentra en proceso de recuperación y estable tras haber resultado positivo por tercera ocasión al Covid-19, de acuerdo con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Se espera que el mandatario retome sus actividades cotidianas, incluidas las "mañaneras", en los próximos días. Por su parte, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, mencionó que el parte médico del presidente reveló fiebre, vías respiratorias inflamadas pero que no había afectaciones al corazón. 

López Obrador dio a conocer su contagio el domingo pasado, mientras realizaba una gira por el sur del país. A lo largo de su vida política, el presidente ha enfrentado diversos problemas de salud, incluyendo un infarto y filtraciones de información que revelan otros padecimientos. A pesar de estos desafíos, siempre ha afirmado que sigue comprometido con el bienestar de la nación.

En 2013, sufrió un infarto agudo de miocardio que requirió atención médica inmediata en un hospital de la Ciudad de México. La intervención coronaria fue exitosa, y se estimó un período de reposo de entre dos y cinco días para su recuperación. El primer contagio de Covid-19 del presidente ocurrió en enero de 2021, después de una gira en Nuevo León. A pesar de presentar síntomas leves, continuó trabajando desde su residencia en Palacio Nacional. El segundo contagio fue anunciado en enero de 2022, lo que llevó al presidente a aislarse y trabajar de manera virtual hasta su recuperación.

Recientemente, el grupo hacktivista "Guacamaya" filtró documentos que revelan graves problemas de salud enfrentados por López Obrador durante su mandato, incluyendo hipertensión, hipotiroidismo y gota. En septiembre de 2021, después de presentar su Informe de Gobierno, fue diagnosticado con gota y optó por terapia física en lugar de medicamentos.

En diciembre de 2021, le diagnosticaron hipotiroidismo y le recetaron un tratamiento de sustitución hormonal con Levotiroxina. Además, en enero de ese año, el secretario de Gobernación informó que el presidente había sido sometido a un cateterismo cardíaco en el Hospital Central Militar debido a sus antecedentes de salud. El estado de salud del presidente ha sido motivo de preocupación y especulación a lo largo de los años.

Enrique Peña Nieto y sus "desapariciones secretas"

Enrique Peña Nieto, exmandatario mexicano, enfrentó dos momentos críticos en su salud durante su presidencia. El primero de estos episodios se dio en junio de 2013, cuando se le detectó un nódulo benigno en la tiroides que requirió una intervención quirúrgica. Posteriormente, en julio de 2015, el entonces presidente tuvo que someterse a otra cirugía para remover su vesícula biliar, debido a un intenso malestar que le aquejaba. En ambas ocasiones, el líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se reincorporó a sus responsabilidades en un lapso no mayor a cinco días.

El estado de salud de Peña Nieto fue objeto de múltiples especulaciones a lo largo de su sexenio. A pesar de las dos cirugías mencionadas, su administración optó por no confirmar ni desmentir las versiones que circulaban en torno a posibles padecimientos del mandatario. Esta postura propició la aparición de diversos rumores sobre supuestas enfermedades que aquejaban al político, aunque ninguna de estas versiones llegó a ser corroborada. Incluso el entonces líder político Andrés Manuel López Obrador comentó que aunque no le deseaba el mal ni a él (EPN) ni a nadie, era un buen momento para que se hiciera un lado por la "incompetencia" de su gestión. 

En su momento, las intervenciones médicas que enfrentó Peña Nieto generaron incertidumbre en el ámbito político y en la sociedad mexicana. Sin embargo, el exmandatario demostró su capacidad de resiliencia y pronta recuperación en ambas ocasiones, lo que permitió que continuara con sus funciones en la conducción del país. A pesar de que la información relacionada con la salud de un presidente es de interés público, la falta de transparencia por parte de la administración de Peña Nieto alimentó el morbo y la desinformación. 

Las "afecciones" de Felipe Calderón

Felipe Calderón, expresidente de México, mantuvo un perfil de salud estable durante su mandato. No se reportaron padecimientos que afectaran significativamente su estado físico, a excepción de un incidente en agosto de 2008, cuando sufrió una fractura en el hombro izquierdo y una contusión en la rodilla después de caerse de una bicicleta en Los Pinos, la residencia oficial del presidente en ese momento.

No obstante, en 2011, durante la última etapa de su gobierno, comenzaron a circular acusaciones sobre un supuesto problema de alcoholismo que padecía Calderón. Estos señalamientos tuvieron eco en la Cámara de Diputados, donde legisladores del Partido del Trabajo (PT), liderados por Gerardo Fernández Noroña, desplegaron una manta en la que afirmaban que el mandatario sufría de esta enfermedad.

El rumor cobró aún más fuerza cuando la reconocida periodista Carmen Aristegui planteó la pregunta en su programa de radio en MVS: "¿El presidente de la República tiene o no problemas de alcoholismo?". Como consecuencia, Aristegui fue despedida por supuestamente violar el código ético de la emisora. A pesar de la controversia, Calderón no abordó públicamente estas acusaciones durante su presidencia.

Fue hasta 2019 cuando el exmandatario, en una entrevista con la periodista Adela Micha, negó los señalamientos de alcoholismo: “Disfruto de convivir y estar con mis amigos, cantar y me gustan las canciones rancheras, entre otras cosas. ¿Y qué? Eso no me convierte en un alcohólico y considero totalmente injusto que lo afirmen”.

El caso de Felipe Calderón pone de manifiesto la importancia de una comunicación transparente y efectiva en cuanto a la salud de los líderes políticos. Aunque las acusaciones de alcoholismo no fueron comprobadas, su silencio al respecto durante su mandato alimentó la especulación y provocó controversias en el ámbito público.

En situaciones como esta, es fundamental que los gobernantes y sus equipos de comunicación manejen con responsabilidad la información relacionada con su salud y bienestar. Abordar de manera oportuna y adecuada los rumores puede evitar la propagación de información falsa y contribuir a mantener un clima de estabilidad y confianza en el gobierno.

Fox y sus "achaques"

En marzo de 2003, el presidente de México en ese momento, Vicente Fox, se sometió a una cirugía para tratar una hernia discal lumbar que le causaba intenso dolor en la espalda y la pierna izquierda. Aunque el incidente no se dio a conocer hasta el día de la intervención médica, la operación fue un evento relevante en su gobierno, ya que su periodo de recuperación se extendió por casi un mes.

Durante la convalecencia del presidente Fox, la administración del país fue asumida por dos figuras clave de su gobierno. Por un lado, Santiago Creel, quien fungía como secretario de Gobernación en ese momento, se encargó de coordinar y supervisar la agenda nacional. Por otro lado, Luis Ernesto Derbez, el canciller en funciones, tomó las riendas de las responsabilidades y compromisos internacionales.

El caso de Vicente Fox ejemplifica la importancia de la comunicación y la planificación en tiempos de contingencias relacionadas con la salud de un mandatario. A pesar de que la información sobre la cirugía del presidente no se divulgó hasta el último momento, su equipo de gobierno actuó de manera eficiente y organizada para garantizar la continuidad de las operaciones gubernamentales.

¿Por qué informar de la salud de los mandatarios?

La transparencia en la comunicación sobre la salud de los líderes políticos es crucial para mantener un clima de estabilidad y confianza en el gobierno. El manejo discreto de la información en el caso de la salud de los presidentes puede haber sido una estrategia para evitar la especulación y el alarmismo. Sin embargo, es esencial que los gobernantes y sus equipos de comunicación compartan información relevante y oportuna sobre su estado de salud, especialmente en situaciones que afecten directamente su capacidad para cumplir con sus responsabilidades.

En este sentido, la experiencia de estos 4 presidentes de México nos recuerda la relevancia de contar con una estructura de gobierno sólida y con líderes capacitados para asumir las responsabilidades del mandatario en caso de emergencias o contingencias; lo mismo se menciona en el libro El poder y en la enfermedad, de David Owen, donde se resalta lo mencionado anteriormente. 

DJC