Los datos alarmantes por la escasez de agua a lo largo del mundo son preocupantes, en el marco del Día Mundial del Agua celebrado el 22 de marzo, más de 2,300 millones de personas viven en países con estrés hídrico y de ellas 733 millones habitan en naciones con estrés hídrico crítico, lo que significa que la demanda de agua en dichas regiones es más alta que la cantidad disponible. Además 26 por ciento de la población mundial carece de acceso a servicios de agua potable gestionados sin riesgos.
Ante dicha situación, expertos alrededor del mundo han recordado las palabras de Ismail Serageldin, vicepresidente del Banco Mundial, quien en un discurso en noviembre de 1995 afirmó que “si las guerras del siglo XX se lucharon por el petróleo, las del próximo siglo serán por el agua” y la historia reciente parece darle la razón.
Para Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, los potenciales conflictos que pueda originar la falta de agua potable están a tiempo de ser prevenidos: “Sí se puede evitar, sí se puede disminuir el riesgo y la tensión. No se trata de presentar una visión apocalíptica de que vamos a enfrentarnos inevitablemente por temas del agua”.
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El coautor de ¿Guerra por el agua en el Valle de México? dijo que, de acuerdo con la World Water Organization, se tienen registrados mil 298 conflictos mayores relacionados con recursos hídricos desde el año 2500 a. C. De 2020 a 2022 hubo 202 pugnas por el agua.
Focos rojos
De acuerdo con Perló Cohen, hay cinco zonas alrededor del mundo donde las disputas por el agua podrían intensificarse en el corto y mediano plazos si no se promueve una mediación efectiva entre los distintos actores involucrados se encuentran:
- Cuenca del Nilo su paso recorre el territorio de Burundi, la República Democrática del Congo, Egipto, Kenia, Ruanda, Sudán, Uganda, Tanzania y Etiopía.
- Río Indo: Uno de los afluentes más extensos de Asia es compartido por India y Pakistán, países que han intentado en las últimas décadas definir cómo y quién tiene derecho a su corriente.
- Cuenca del Tigris y del Éufrates: El caudal compartido por Turquía, Siria e Irak, relató Perló Cohen, ha ocasionado tensiones debido al control que han impuesto los turcos sobre el agua río arriba.
- Cuenca del Ganges-Brahmaputra: En el caso de este torrente lo comparten: India y Bangladesh.
- Río Colorado: Sus más de 600,000 kilómetros de extensión inician en Estados Unidos y terminan en territorio mexicano, más de 40 millones de personas y 2 millones de hectáreas dependen de su caudal.
La solución
Para el investigador de la UNAM, propuso que a futuro se establezca un fondo financiero internacional que ayude a resolver estas problemáticas, en el que los países más ricos ayuden a quienes lo necesiten, así como hacer hincapié, internacionalmente en el uso eficiente y racional de nuestros recursos hídricos.
“Hay que buscar la solución en los acuerdos, el uso racional, el uso de tecnología, la justicia, el financiamiento global y las soluciones locales. La época de los grandes volúmenes de agua como recurso hay que dejarla atrás, hay que abandonarla. Lo que tenemos es un recurso finito, ésa es con la que contamos y, sobre todo, si nos las llevamos de una región a otra vamos a generar problemas muy serios, como está pasando actualmente en Xochimilco”. Y aventuró: “Creo que podemos evitar el peor escenario, pero debemos trabajar mucho”.
Caso de México
De acuerdo con la investigación de 2022, "Perspectivas del agua en México, propuestas hacia la seguridad hídrica” difundida por la Red del Agua UNAM, el Centro Regional de Seguridad Hídrica, la UNESCO y Agua Capital: Soluciones para seguridad hídrica, se advierte que nuestro país tiene una “disparidad geográfica entre la disponibilidad de agua y la distribución de la población y sus actividades económicas”.
Datos del reporte afirman que nuestro país enfrenta una serie de desafíos importantes a futuro ya que sólo 52 millones de personas no tienen agua todos los días en su domicilio; y aproximadamente 6 millones de personas carecen de acceso al agua potable y 11 millones de acceso a saneamiento.
Otros datos alarmantes subrayan que sólo 14 por ciento de los mexicanos reciben agua las 24 horas del día, mientras que únicamente 50 por ciento del volumen recolectado tras su uso recibe algún tratamiento y 40 por ciento del líquido que se distribuye se pierde a causa de fugas.