Las grasas trans quedan prohibidas en el país, luego de que el pleno de la Cámara de Diputados aprobara reformas a la Ley General de Salud, para establecer que los aceites y grasas comestibles, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas, no podrán contener en su presentación para venta al público aceites parcialmente hidrogenados, conocidos como grasas trans, que hayan sido añadidos durante su proceso de elaboración industrial.
Los cambios aprobados por los legisladores son el adicionar el artículo 216 Bis a la citada ley, mientras que será la Secretaría de Salud (SSa) la dependencia encargada de establecer las bases de regulación para los ácidos grasos trans de producción industrial, de acuerdo con información de El Universal.
El dictamen aprobado por la cámara baja también determina que no se podrá exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes del total de ácidos grasos.
Te podría interesar
El alto consumo de grasas trans, señala el documento, aumenta considerablemente el riesgo de muerte por cualquier causa en 34%, y por cardiopatías coronarias en 28%; así como el riesgo de aparición de cardiopatías coronarias en 21%.
También se registran aumentos de 7% y 10% en el riesgo de muertes por accidente cerebrovascular isquémico y por diabetes, respectivamente.
La iniciativa aprobada deriva del objetivo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador anunciado en octubre del 2021, de regular las grasas trans hasta eliminarlas en 2025. La nueva propuesta surgió a un año de que entró en vigor el etiquetado frontal de alimentos.
Fue en 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó una campaña para eliminar las grasas trans, a las que nombró responsables de la muerte de 500 mil personas cada año a causa de enfermedades cardíacas, informó SuMédico.
Se propuso que la fecha límite para la eliminación de estas grasas fuera el 2023, sin embargo, un nuevo informe de la OMS reveló que las grasas trans todavía amenazan a 5 mil millones de personas en el mundo, por lo que insta a los países a continuar dictando políticas que persigan su eliminación.
“Las grasas trans, hablando francamente, son un tóxico que mata, que no debería tener lugar alguno en la alimentación, y ha llegado el momento de librarse de ellas de una vez por todas”, sentenció el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Las recomendaciones de la OMS básicamente son dos. La primera consta en establecer un límite nacional de dos gramos de grasas trans industriales por cada cien gramos de grasa total en todos los alimentos.
La segunda se trata de dictar una prohibición en la producción o uso en la industria alimentaria de los aceites parcialmente hidrogenados, una de las fuentes más importantes de esta grasa.