El presidente Andrés Manuel López Obrador no se cansa de repetir que en algún momento el sistema de salud será como el de Dinamarca. Tampoco se cansa de repetir en su conferencia mañanera diaria que “no somos iguales”, con la idea de diferenciarse del pasado, aunque existen evidencias de cómo López Obrador se parece, en algunos aspectos, con Enrique Peña Nieto, uno de ellos el relacionado con el sector salud.
En este espacio se han reseñado muchos casos del abandono de la autodenominada 4T en detrimento del sector salud. En junio de 2022 (Institutos Nacionales de Salud, ¿en riesgo? | La Silla Rota) se reveló que el Instituto Nacional de Nutrición buscó sumarse de alguna manera a la llamada “austeridad republicana” y ahorró en 2021 seis millones de pesos en combustibles, papelería y viáticos nacionales y extranjeros.
En mayo de 2019 (Hacienda congela mil 200 millones a hospitales... en medio de la crisis | La Silla Rota) la reportera Mariluz Roldán informó que la Secretaría de Hacienda planeaba un recorte de mil 201 millones 634 mil 607 pesos al Sector Salud, en particular disminuir recursos para Institutos Nacionales de Salud, hospitales de primer nivel y otras dependencias. Afortunadamente eminencias médicas se movilizaron y fracasó la intentona mayúscula.
Pese al esfuerzo por frenar el impacto, el recorte en 2019 al Instituto Nacional de Cancerología fue de 225 millones 896 mil 724 millones de pesos; en el caso del Instituto Nacional de Geriatría el tijeretazo fue de 51 millones 292 mil 285 pesos; el Instituto Nacional de Pediatría resintió la baja de 25 millones 261 mil 616 pesos, mientras que al Hospital Juárez de México le rasuraron 44 millones 411 mil 732 pesos, lo mismo que al Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, al que le redujeron 36 millones 398 mil 074 pesos.
La historia de este lunes es salvaje y escandalosa. Como todos recordamos, el 19 de septiembre de 2017 la Ciudad de México y varios estados resintieron un fuerte sismo que dejó decenas de muertos, edificios colapsados y cientos de damnificados que a la fecha siguen en espera de que les llegue la ayuda, pues continúan viviendo en la calle.
Documentos en poder de #Recovecos dan cuenta de un hecho lamentable: cinco años, dos de Peña Nieto y tres de Andrés Manuel López Obrador han dejado ambos gobiernos, uno del PRI y el otro de Morena, en el abandono los llamados de alerta del Hospital General Manuel Gea González, pese a los daños demostrados en documentos, diagnósticos con fotografías, que implican riesgos para la atención de pacientes.
Los documentos explican, por ejemplo, que los edificios 1 y 2 de hospitalización “no están en condiciones de seguir operando debido a los daños que presentan y a que no cumple con los parámetros de diseño establecidos en el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal (sic)”, por lo que frente a esta realidad “será necesario la demolición total de los dos edificios al no cumplir con los límites mínimos establecidos en las disposiciones de seguridad estructural, ni con las condiciones de funcionalidad que se requieren en la actualidad para este tipo de instalaciones”.
Otro documento advierte que el Edificio Torre 1 y de servicios, ubicado en calzada de Tlalpan 4800 “sí presentó daños en su estructura durante el sismo del 19 de septiembre de 2019 (…) por lo tanto se confirma que el inmueble no está en condiciones de operar y debe seguir desocupado. NO PUEDE OPERAR”, especifica así, con mayúsculas.
Lamentablemente los años pasaron. Un documento oficial refiere que en junio de 2021 el director general del Hospital General Manuel Gea González, doctor Simón Kawa Karasik, reiteró la “imperante necesidad de la reconstrucción de la torre de hospitalización”, haciendo énfasis que los daños derivan del sismo ocurrido el 19 de septiembre de 2017.
El doctor Kawa Karasik recordó en un oficio para insistir en que se asignen los recursos, que él fue designado director general del Hospital Manuel Gea González el 16 de marzo de 2022… sí, en 2022 el abandono de la autodenominada 4T se mantenía como con Enrique Peña Nieto.
Los daños son mostrados en fotografías en distintos documentos oficiales de diagnóstico, pero evidentemente el secretario de Salud, Jorge Alcocer, está más ocupado en obedecer al presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras que su subsecretario Hugo López Gatell sigue metido en grillas y cargando a cuestas miles de muertes por covid que ocurrieron por sus necedades.
En febrero de 2022 estos #Recovecos reseñaron la indolencia del gobierno del presidente López Obrador en torno a las muertes por infarto (¿Preocupa a la 4T la muerte por infartos? La indolencia… | La Silla Rota) y en esa misma entrega se reseñó que el Hospital Federico Gómez Pombo, de los más emblemáticos de la Ciudad de México y a cargo de la Secretaría de Salud, dos calderas están dando las últimas. Una se encuentra fuera de servicio por fallas a consecuencia de su antigüedad, la segunda también es bastante antigua y ya supera la vigencia establecida en las normas oficiales para estos equipos.
Y aún así, no se cansan de repetir que llevarán, algún día, el sistema de salud a estratos semejantes como Dinamarca.
Punto y aparte. Arturo Zaldívar sigue sin entender y piensa que si lo reciben en Palacio Nacional se hace un favor. Si supiera que en la Corte hay quien no quiere coincidir con él ni en el elevador.
Punto final. Habrá sorpresas con las corcholatas, la y los suspirantes del oficialismo. Así que no se vale cerrar los ojos.