"Mucho dolor, no se va hacer nada en casa en navidad, esperamos que vuelva, pedimos solamente un milagro, estamos con los colectivos, este es otro mundo, el mundo real del dolor de las mamás", dice la señora Alicia Mares, una de las madres que la tarde del viernes participó en la posada afuera de Palacio Nacional.
Además de la angustia de no saber de su ser amado, la familia de Daniel Mares ha soportado la indiferencia de autoridades y las extorsiones de gente que les asegura saber dónde está su familiar.
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"Apenas antier nos quisieron extorsionar, es la cuarta vez. El chico que nos llamó le decía a mi hija que ella pusiera el precio para que le dijeran dónde estaba", recuerda la señora Alicia García.
Con villancicos y piñatas, las madres y miembros de organizaciones para la búsqueda de personas denunciaron el manejo de las cifras de personas desaparecidas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador hace algunos días.
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Cuestionan cifras de desaparecidos
La polémica por el número de personas desaparecidas en el nuevo censo se desató hace algunos días cuando la cifra de más de 110 mil personas bajó a poco más de 12 mil, según el estudio del Gobierno Federal.
Ante la información de autoridades federales, activistas y madres buscadoras cuestionaron la veracidad de estos datos.
Lo anterior es uno de los motivos por los cuales se realizó la posada frente a Palacio Nacional y se colocaron esferas con el rostro y nombre de personas desaparecidas.
"Presente y hasta encontrarte", decían quienes colocaron las casi mil esferas en las vallas de Palacio Nacional.
"Sabemos que son más personas desaparecidas, entonces los invitamos a qué nos acompañen, aquí están las esferas que se van a colocar en las vallas", dijo una de las organizadoras al iniciar la protesta.
En la posada también se presentó un libro donde las madres buscadoras complicaron más de 100 mil casos de desaparecidos.
"Los invitamos a qué nos acompañen a que vean todos los rostros de las personas desaparecidas que nos faltan".
"Esto es como una familia"
Para familiares de personas desaparecidas, los colectivos de búsqueda se convierten en un lugar donde encuentran apoyo y hasta una nueva familia.
"Esto es como una familia, porque aquí uno viene a encontrar lo que necesita en estos momentos tan difíciles, ", dijo Angelina Banda, madre de Roberto Carlos, desaparecido en Ecatepec, Estado de México.
La señora Banda no conocía el activismo, ni la búsqueda de personas. Sabía de la desaparición de personas porque lo veía en la televisión, pero no imaginaba que ella viviría eso.
La madre de Roberto Carlos comenzó a buscarlo por zonas muy concurridas como La Villa, el paradero de Indios Verdes, hospitales y en el Servicio Médico Forense. Posteriormente se puso en contacto con grupos de buscadoras.
"Muchas cosas que yo no sabía aquí las vine a aprender, y es doloroso, es muy difícil y ahora lo quieren hacer más difícil negando que están desaparecidos", dice la señora Angelina Banda.
La señora Alicia no pierde la esperanza de que su hijo aparezca, y pueda volver a ver a sus dos hijos que lo esperan en Tuxpan.
"Es una situación muy complicada sobre todo porque hay dos niños chicos, dos bebés que se preguntan por su papá ¿y qué les dice uno? ¿Cómo les explicas que su papá se perdió?", expresa la mamá de Daniel Mares, desaparecido.
A pesar de lo duro de la situación, las madres y familiares se divirtieron unos minutos al realizar su posada.