Una serie de operativos en Europa y México reveló la existencia de una red de tráfico de cocaína que involucra a múltiples organizaciones criminales operando en conjunto. Atrás quedaron los tiempos en que un solo cartel manejaba las operaciones de narcotráfico. De acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) Ahora, la demanda global creciente de cocaína y la expansión del mercado han originado una cooperación más fluida y descentralizada entre diferentes grupos.
El modelo de cooperación detectado muestra una confederación de criminales de Colombia, México, España y los Países Bajos, encargados de manejar distintas fases de la operación de narcotráfico, desde el ocultamiento hasta la venta final. Este cambio en la operación delictiva dificulta su detección y desmantelamiento por parte de las autoridades, que ahora enfrentan una estructura comparada con la Hidra mitológica, conocida por regenerar dos cabezas por cada una cortada.
En el año 2020, las autoridades lograron un golpe significativo contra estas redes al arrestar a más de una docena de involucrados en los envíos de droga. No obstante, a pesar de los esfuerzos y las investigaciones, aún no se ha determinado la totalidad de la estructura operativa o el liderazgo dentro de esta nueva modalidad de tráfico.
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Los datos, derivados de la filtración de correos de la Fiscalía colombiana y corroborados por múltiples fuentes, demuestran cómo la colaboración entre actores locales y organizaciones mayores ha ido en aumento. La introducción de nuevas tecnologías de comunicación y la globalización han permitido que grupos antes monolíticos se fragmenten y diversifiquen sus operaciones.
En la investigación se revela que el tráfico entre América Latina y Europa no solo ilustra la expansión geográfica del problema sino también la mutación en su estructura organizativa. También se menciona que los sucesos en Países Bajos, España y México son ejemplo de la complejidad y alcance que el narcotráfico ha alcanzado, haciéndose eco de una realidad en la que las jerarquías tradicionales del crimen organizado se han transformado en redes colaborativas con alcance global.
Europol, la agencia de policía europea, insiste en que comprender la naturaleza cambiante y multifacética del tráfico de drogas es fundamental para desarrollar contramedidas efectivas.
Todo comienza en Colombia y va a México
La cocaína, cuyo cultivo se inicia en Colombia, ha visto un incremento en su producción, con dos tercios de la cosecha mundial de hojas de coca provenientes de esta nación, según reportes de las Naciones Unidas. Putumayo, una región de alta productividad y zona caliente por la competencia entre grupos traficantes, se identifica como el origen de los cargamentos interceptados recientemente en los Países Bajos.
Los indicadores de la ONU apuntan a un crecimiento sostenido en el cultivo de coca en los últimos diez años en Colombia, al igual que en otros países andinos como Perú y Bolivia. Este aumento se acentuó en 2021 y se relaciona directamente con la mejora en la eficiencia del cultivo y producción de cocaína, lo que ha generado una oferta sin precedentes en la historia del narcotráfico.
Un ejemplo claro de esta nueva era es la operación dirigida por una organización criminal de México, que mantuvo conexiones con agentes en Colombia, incluyendo a un experimentado narcotraficante colombiano. Jean Paul Hoyos Bohórquez, conocido como “Sodapuppy”, fue señalado por las autoridades neerlandesas como un actor clave en la coordinación y expedición de cocaína hacia Europa.
A pesar de que el grupo criminal mexicano involucrado fue inicialmente identificado por la policía española como perteneciente al cartel de los Beltrán Leyva, la verificación independiente de esta afirmación por periodistas aún no se ha concretado. Sobre Hoyos Bohórquez, la información es limitada. No se han encontrado registros de condenas anteriores o pruebas definitivas que confirmen su participación en actividades ilícitas. Su defensa resalta la presunción de inocencia y denuncia la imprudencia de emitir juicios en medio de una investigación activa, resguardando su privacidad y derecho a un juicio justo. Hoyos Bohórquez fue arrestado en Colombia por lo que también se inició del proceso de extradición a los Países Bajos.
En México se empaca; parada técnica en España
Las recientes operaciones de las autoridades españolas han puesto de manifiesto la participación de México no solo como un punto de tránsito, sino también como un actor principal en la provisión de narcóticos a gran escala. Atrás quedaron los días en que los carteles mexicanos se limitaban a ser intermediarios en el tráfico de cocaína; su rol se ha transformado radicalmente hacia el de abastecedores mayoristas. Su objetivo, de acuerdo con la investigación, es expandirse en el mercado europeo, trabajando en cooperación con sindicatos criminales locales. Este cambio de estrategia se refleja en el modo de operar y en las rutas de distribución empleadas para el envío de drogas ilícitas.
En el meollo de esta actividad, de acuerdo con la investigación de MCCI, se encuentra Magniexport SA, una firma mexicana de exportación con operaciones marítimas entre Veracruz y Barcelona. A pesar de que las pesquisas revelaron su asociación con los carteles mexicanos, la información acerca de sus propietarios y sus posibles vínculos con la criminalidad sigue siendo escasa. Los investigadores han topado con un muro de silencio en lo que respecta a la empresa, que ha declinado responder a los requerimientos informativos.
Los métodos de contrabando han evolucionado significativamente, demostrando la destreza técnica de los carteles mexicanos en el camuflaje de sustancias ilegales. Utilizando tácticas cada vez más sofisticadas, han conseguido ocultar drogas dentro de cargamentos legítimos, incluyendo la ingeniosa adaptación de bloques de cemento. Esta técnica ha sido evaluada por las autoridades españolas como prácticamente “indetectable” en los controles portuarios rutinarios.
Las redes criminales han aprovechado las empresas locales en su intento de mantener la apariencia de legalidad en sus operaciones de exportación. Un examen detallado de las actividades de Magniexport muestra una serie de transacciones comerciales dirigidas a España, que enmascaran un canal para la distribución de sustancias ilícitas.
Las autoridades españolas lograron interceptar un gran volumen de narcóticos ocultos en materiales de construcción, un golpe significativo al narcotráfico que ha iluminado los nexos entre México y los principales distribuidores europeos. En abril de 2020, la sorpresiva incautación en una bodega industrial en Barcelona dio como resultado el hallazgo de una cantidad considerable de cocaína y metanfetaminas, desmantelando una pequeña parte de una red mucho más amplia y compleja.
La llegada a Países Bajos
Poortvliet, un pequeño pueblo neerlandés, fue escenario de un incendio en un granero en marzo de 2020 que resultó en la muerte de numerosas ovejas y corderos y el descubrimiento de un operativo de narcotráfico. La tranquilidad de la localidad con menos de 2,000 habitantes, conocida por su molino de viento y amplias vías para bicicletas, se vio interrumpida por el siniestro, el cual, según la investigación policial, evidenció signos de actividades ilícitas.
Freek Pecht, oficial de policía neerlandés y coordinador antidrogas, identificó que el fuego no era un incidente común de granero sino el encubrimiento de una “lavandería de cocaína”, terminología utilizada por las autoridades para describir a un laboratorio clandestino dedicado a la transformación de coca en cocaína. Las indagaciones posteriores revelaron que, además de cocaína, se procesaban drogas sintéticas en el lugar.
Durante la operación de limpieza, las autoridades retiraron un caldero grande entre los restos, desenmascarando la verdadera función del granero. La evidencia indicó que Álvaro Hoyos Bohórquez, quien presuntamente tenía un rol de liderazgo en el esquema, estaba vinculado a esta operación junto con su socio mexicano Alonso Alverdi Benavides. Las operaciones no se limitaban al procesamiento local sino que mantenían conexiones con jefes en Latinoamérica y otras operaciones en Europa.
El aumento en el hallazgo de estas instalaciones en Europa, particularmente en España y los Países Bajos, menciona la investigación, refleja un cambio en la geografía del narcotráfico, donde tradicionalmente el procesamiento de cocaína se llevaba a cabo en Sudamérica. Innovaciones en métodos para camuflar drogas en productos legales han facilitado este desplazamiento geográfico, con traficantes utilizando materiales como textiles o carbón para transportar la droga.
Las autoridades neerlandesas interceptaron comunicaciones cifradas entre Hoyos Bohórquez y su socio, las cuales revelaron una estructurada red de distribución y finanzas. Según estas comunicaciones, los implicados manejaban cantidades significativas de dinero, con precios que ascendían a más de 40,000 dólares por kilo de cocaína.
El financiamiento de un nuevo laboratorio tras el incendio fue evidenciado por la entrega de 130,000 euros por parte de dos ciudadanos neerlandeses a Hoyos Bohórquez. Este incidente ilustra cómo los beneficios económicos del narcotráfico pueden influir en la economía local y vincularse con las redes de tráfico internacionales.
La investigación extendió su alcance más allá de las fronteras neerlandesas, involucrando transferencias financieras que pasaban por España, Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong hacia México. Las autoridades españolas también investigan a un empresario local por su participación en la ocultación del origen de las transferencias financieras, sospechando su relación con el narcotráfico.
En México, el escrutinio hacia Alverdi Benavides aumentó tras su arresto en una operación policial en Ciudad de México, aunque fue liberado posteriormente. Este caso pone de manifiesto la dificultad de rastrear operaciones financieras y la necesidad de un sistema de monitoreo eficaz para combatir el blanqueo de capitales, como señala Jorge Lara, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Criminales.
DJC