Un Tribunal Colegiado abrió la puerta para la continuación de nueve militares fuera de prisión acusados del delito de desaparición forzada relacionado con la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
En septiembre de 2014, según investigaciones del gobierno federal 43 estudiantes del gobierno federal fueron privados de la libertad y desaparecidos cuando se encontraban en el municipio de Iguala, Guerrero. Las investigaciones del gobierno federal durante este gobierno llevaron a la detención de distintos militares por su supuesta participación en la ausencia de los estudiantes.
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Los argumentos
La defensa de los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) solicitó un amparo y una suspensión contra la medida cautelar de prisión preventiva justificada. El juez negó la suspensión por lo que pidieron revisión a un Tribunal Colegiado. Al analizar el caso el cuerpo colegiado ordenó justicia emitir una nueva sentencia, al juez, en la que se tomen en cuenta argumentos presentados durante una audiencia realizada el pasado mes de junio.
El fallo del Tribunal Colegiado beneficia al subteniente Omar Torres Marquillo; los sargentos segundo, Roberto de los Santos Eduviges, Ramiro Manzanares Sanabria y Juan Andrés Flores Lagunas. También, al sargento primero Gustavo Rodríguez de la Cruz y los cabos Uri Yashiel Reyes Lasos, Eloy Estrada Díaz y Juan Sotelo Díaz.
Las acusaciones presentadas por el Ministerio Público se basan en los testimonios de “Juan”, identificado como Gildardo López Astudillo, integrante de Guerreros Unidos, quien mencionó que los militares están incluidos en la nómina de la organización criminal.
En septiembre de 2019, Gildardo López Astudillo fue liberado luego de que un juez federal desestimó la mayoría de las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR). La versión oficial del caso Ayotzinapa, cimentada por la extinta Procuraduría General de la República de Jesús Murillo Karam, “El Gil” es el centro de las investigaciones.
El 17 de septiembre de 2015, en su declaración rendida a la PGR, López Astudillo aseguró que aquellos jóvenes que viajaban en camiones por las calles de Iguala, Guerrero, eran miembros de “Los Rojos”, célula delictiva rival de “Guerreros Unidos”. “Halcones” de “Guerreros Unidos” le habían informado a “El Gil” que los jóvenes eran “contras” que venían armados y que estaban peleando por la plaza, nunca le dijo que eran estudiantes de Ayotzinapa, según el expediente del caso de la PGR.
“El Gil”, sosteniendo que eran de “Los Rojos”, temió que los estudiantes hicieras “desmadres” en la ciudad y que “calentaran la plaza”, por lo que se comunicó con Sidronio Casarrubias Salgado, jefe máximo de “Guerreros Unidos”, quien le ordenó que se encargara de ellos.
Por ello, López Astudillo dio la orden –como jefe de sicarios– de parar a los estudiantes de forma violenta. En los últimos años Gildardo López Astudillo ha declarado en contra de diferentes personas, sin embargo, hasta el momento, se desconoce el paradero de los alumnos.
DJC