Los años de pagar renta para la señora Claudia Zepeda López y su hija se acabaron en 2013, cuando adquirieron un departamento gracias a su trabajo en el Poder Judicial de la Federación, sin embargo, la madre soltera asegura que lo que fue la oportunidad de adquirir una casa se convirtió en una deuda que no disminuye de manera similar a la que otros compañeros en el servicio público y cuya duración se ha duplicado.
“Para pagarla no ha sido el problema, porque mi ingreso sí me permite hacerlo, el problema ahorita es el tiempo en que se culmina la deuda que se ha duplicado, si no es que más, eso es lo que me está preocupando”, dice la trabajadora del Segundo Tribunal Colegiado.
Antes de conseguir su crédito para la vivienda mediante el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), la familia Zepeda López se había mudado cuatro veces porque los dueños de lugares donde rentaban les pedían el espacio.
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Las dificultades de las mudanzas y la esperanza de una casa propia hicieron que la llegada del crédito Fovissste fuera un gran logro para la trabajadora del Poder Judicial.
“Tener una casa le da una estabilidad en muchos aspectos y cuando ya la obtuve juro que hasta quería brindar, para mí fue un logro porque sabía todas las implicaciones que iba tener en ese sentido y más con mi niña”, dice la madre soltera.
El 7 de diciembre de 2020 dio inicio el Programa Reestructura de UMAS a pesos del Fovissste que pretendía ayudar a los beneficiarios de algún crédito cuyo saldo insoluto en pesos es mayor a lo que les fue prestado, pero la señora Claudia Zepeda se dice afectada por dicho cambio.
Por lo anterior, Claudia se manifestó junto a otros compañeros del Poder Judicial que hasta hace unos días pedían no se extinguieran los 13 fideicomisos del Poder Judicial, con los que 15 mil millones de pesos serán destinados para la reconstrucción de Acapulco, luego del paso del huracán Otis.
“Si estuviera mi crédito como estaba antes, sin ninguna maña, no sé por qué pasó esto, ahorita me faltarían tres o cuatro años para terminar de pagarlo, y así uno hasta puede ir haciendo planes ¡pero con esto! Yo sí estoy preocupada porque no sé si voy a llegar al año previsto en saldarlo y pagando lo que estoy pagando. Se me hace muy grave por eso me manifesté, no tanto por lo que ahorita está pasando en el Poder Judicial”.
Con una cartulina en mano que dice “nuestra prestación de vivienda es impagable (Fovissste)”, la señora Claudia fue parte de los trabajadores del Poder Judicial que salió a las calles para pedir dar marcha atrás a la extinción de los fideicomisos.
En 2013, el Fovissste le prestó 847,000 pesos a la trabajadora para comprar un departamento en la zona del Ajusco.
Ese mismo año, una compañera del trabajo también obtuvo su crédito para vivienda. Pero las deudas han disminuido de manera diferente, asegura.
“Tengo una compañera que lo compró el mismo año que yo y ella no tiene ese problema. A mí me prestaron 850 mil pesos, igual que a ella, tenemos el mismo rango en el trabajo, fue el mismo año y ella tiene un saldo de 350 mil, que es lo que, para mí, debería de adeudar puesto que fue en el mismo año y todo, sin embargo, yo tengo un saldo a pagar de 750 mil lo que supone que nada más he pagado 100 mil pesos en 9 años, se me hace excesivo”.
La deuda para la vivienda de Claudia Zepeda está prevista a pagar hasta el año 2042, una fecha posterior a la de su jubilación del Poder Judicial, programada para 2032, lo cual es otro tema que preocupa a la madre soltera.
La idea de un traspaso del departamento adquirido para poder salir adelante ante las complicaciones por su deuda con el Fovissste, es una opción que ha pasado por la menta de la señora Claudia.
“Yo me estaría jubilando y todavía no habría terminado de pagar mi crédito, me faltarían 10 años, siempre y cuando ya no se incremente mi deuda por ese cambio de UMAS”.
Sobre el tema de los fideicomisos y los señalamientos por parte del titular del Ejecutivo Federal sobre las remuneraciones y el trabajo de los empleados del Poder Judicial, la trabajadora cree que es justo por sus labores.
“Si es cierto que no nos pagan tan mal, pero es cierto que sí lo desquitamos porque nosotros tenemos un horario de entrada pero no de salida, entonces el hecho de obtener una vivienda es un logro de ese esfuerzo”.
Además de haberse manifestado por la extinción de los 13 fideicomisos del Poder Judicial, Claudia busca que con las movilizaciones que realizó, autoridades del Fovissste revisen casos como el suyo.
La noticia de que el dinero de los 13 fideicomisos será para levantar Acapulco luego del paso de Otis, es vista con aprobación por Zepeda. “Sí estoy de acuerdo, pero la manera en qué lo están haciendo ha dejado qué pensar”, dice la trabajadora sobre los 15 mil millones.
Finalmente, la empleada del Segundo Tribunal Colegiado se dice preocupada por cómo se están dando las cosas en materia de créditos a la vivienda, ya que generaciones posteriores a la suya encuentran condiciones más complicadas para adquirir una casa.
“Si nosotros actualmente estamos tratando de hacernos de una vivienda con mucho trabajo, que para eso se creo está institución del ISSSTE, imagínese los que vienen después, a ellos les vamos a dejar la deuda. Si ahora es muy difícil hacerse de una vivienda ¿qué va a ser después?”.